Running Home To You (Barry Allen y Kara Danvers)

I

Tierra 1

-Barry/Flash pov

La tomo en sus brazos, alzó su brazo y me mostró una garra del tamaño de una espada. Su mirada fija, esperando a ver mi reacción. Yo que estoy acostumbrado a la rapidez, sentía que todo iba en cámara lenta.

-Ahora, finalmente estaré libre de ti, Barry Allen- Dijo Savitar con su voz aún distorsionada.

-Te amo, Barry- Mi mirada volvió a Iris quien lloraba. Ambos sabíamos que lo que sigue, llevamos meses intentado evitarlo.

-No digas eso, Iris. Esto no es una despedida, vas a estar bien.-No es cierto, ambos lo sabemos- Savitar, te lo ruego...Déjala ir.- Es lo único que me queda.

-Tu pierdes Barry Allen- 

Lo vi venir, hace meses cuando viaje en el tiempo y ahora cuando el futuro se convirtió presente. Pero no fui lo suficientemente veloz para salvarla, nunca lo he sido. Corrí, sabia que no serviría de nada pero no podía vivir sabiendo que simplemente me rendí ante ella, y al estar ya a tan solo micro segundos de ella, vi caer frente mio, a la mujer que ame toda mi vida. Con su ultimo suspiro, susurro mi nombre al viento, mientras que la garra del enemigo que jure atrapar algún día salía otra vez de su pecho. Llegue suficientemente rápido para evitar que su cuerpo inmóvil tocara el cemento del parque al frente de CCJITTERS. 

Aquí nos encontramos varias veces, aveces con identidades diferentes, pero al final siempre nosotros. Ella era la periodista que escribía su blog sobre el Velocista Escarlata y yo era dicho velocista. Aveces, éramos solo Iris y Barry, mejores amigos, pareja. Donde en una linea del tiempo, nos dimos nuestro primer beso, donde le declare mi amor, donde le dije mi identidad secreta, donde todo empezó y ahora termina. Cargue a Iris hasta la casa de Joe, como sabíamos qué pasaría hoy (23 de Mayo, 2017) él y Caitlin estarían en casa esperando, lo esperado o un milagro. La deje en el sofá de la sala y salí corriendo, no me di cuenta hasta que paré en un edificio alto, a la distancia vi una luz azul ya muy familiar y casi por instinto la seguí queriendo atraparlo, hacerle pagar, ser mas rápido cuando hace 2 minutos no pude. 

Esta vez, tampoco lo fui, sentí el empujón por mi espalda y de repente era de día y todos mis sentidos segados por el dolor y la rabia fueron despertando gracias a la adrenalina.

Lo único claro era el grito ensordecedor.