Capítulo Uno.

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-Dedicado a

Wendy565-

Aaron Stewart era toda una leyenda en su pequeño orfanato en Virginia del Sur. Era famoso por ser amable y cariñoso y también se especializaba en convertirse en uno de los favoritos para las monjas, padres temporales, y amigos. Las monjas qué siempre habían querido qué se quedara (después de todo, el chico era un encanto), acababan esperando qué consiguiera una buena familia qué se quedará con él. No había nada más triste qué no poder consolar a un chico de doce años enfadado con él mundo.

La sonrisa perpetua de Aaron, su suave cabello rubio y sus amables ojos verdes eran conocidos por todos en aquél orfanato. Le gustaba jugar al basket debido a la ventaja de su altura; varios chicos enfurruñados eran prueba de eso. A menudo se le veía solitario rondando por el patio del orfanato, en la sala ayudando a los niños nuevos u oculto y leyendo en algún lugar. Pero sí había algo seguro de Aaron Stewart era qué: siempre volvía al orfanato. Siempre. No era su culpa qué las familias qué lo adoptaban no fueran, exactamente, las mejores. En su mayoría eran excéntricas —usualmente no de un buen modo — o sólo lo querían adoptar para algún beneficio, cómo limpiar su casa o cuidar a los pequeños. Una vez qué terminaban con él, lo devolvían al orfanato, o la trabajadora social veía él maltrato qué en algunos hogares le daban y lo regresaba al sistema. Sólo él último hogar había resultado casi normal, hasta qué “él incidente” ocurrió.

Aaron no había esperado qué la ráfaga de miedo qué había sentido cuando su padre adoptivo había bebido de más y se le había acercado de más se convirtiera en furia. Tampoco había esperado qué de la nada, agua estallará por las tuberías de la casa, pero los eventos inesperados son los qué hacen la vida interesante, cómo había dicho la monja superiora después de qué su padre adoptivo lo devolviera al orfanato con miedo en su rostro. No había sido culpa de Aaron, qué las familias adoptivas tuvieran la rara costumbre de devolverlo y tampoco era culpa de Aaron qué las tuberías hubieran explotado destruyendo esa casa en su totalidad, pero todo él mundo, incluida la monja sabían qué algo debía marchar mal con él chico si lo regresaban tantas veces. Encima qué los chicos no dejaban de burlarse de él cuando regreso, hasta qué Aaron comenzó a aprender a pelear.

“Los amigos” de Aaron consideraban qué pelear estaba bien.

Para ellos, pelear estaba tan bien cómo su magia.***

~°~

Aaron se removía incomodamente en el auto de su nuevo “padre”, Jeff. Aunque él chico no podía tener más dieciocho años, de alguna manera se las había arreglado para poder adoptarlo. Una vez más, Aaron se alegraba de haber encontrado a Daisy, una chica en su orfanato qué le había visto haciendo un truco de magia con polvo. Al principio, Aaron había entrado en pánico, pensando qué les diría a las monjas. Después de todo, la “magia” era “obra del diablo”. Lo castigarian si lo hallaran haciendo eso. Pero en cambio, la niña de ocho años se le acerco y le dijo qué su hermano hacía lo mismo qué él. Después tuvieron una conversación extensa donde Aaron comenzó a interrogarla intensamente sobre su hermano. Daisy decía qué hacia poco, su hermano se había graduado de un lugar llamado Magisterium —qué era una especie de agujero bajo tierra —, e iba a convencerlo de sacarlo a él también de allí, cómo iba a sacarla a ella.

Aaron pensó qué Daisy estaba un poco loca.

Pero cuando dos semanas despues, un hombre mayor con cabello castaño y ojos mieles idénticos a los de Daisy llegó al orfanato, básicamente restregandole un papel a las monjas donde afirmaba qué Daisy era su hermana e iba a llevársela, Aaron le creyó. Tenía qué. De alguna manera, Daisy se las arreglo para convencerlo de adoptar a Aaron. El hombre lo había mirado fijamente, como evaluandolo, y le había pedido qué hiciera algún truco. Cuando Aaron logró hacer dos figuras de agua bailarinas tamaño real, él se había levantado sin decir una palabra y encerrado en el despacho con la monja superiora. Cuando salió, de repente Aaron vio caer su esbelta y alta figura, para dar lugar a un chico de estatura promedio, joven y definitivamente sin barba.

MAGISTERIUM ~POV DE AARON, FANFIC~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora