MAGISTERIUM ~POV DE AARON, FANFIC~

Capítulo Dos.

Aaron se quedó atrás. No podía soportar la marcha rápida y enojada del Maestro Rockmaple. Es decir, sí podía, pero lo qué no podía soportar era qué pareciera hacerlo apropósito por la cojera de Callum. Él chico tenía una expresión tan cautelosa y tan cohibida qué Aaron quiso tomarlo y esconderlo de las miradas indiscretas.

Armandosé de valor, le habló al chico de ojos grises.

—¿Estás bien?—preguntó. Luego le dio lo qué espero fuera una sonrisa amable y no una sonrisa psicópata de “por favor, sé mi amigo”.

Callum le analizó el rostro antes de contestar.

—Bien. —contestó. Aaron notó qué apretaba la mandíbula. —Nunca he estado mejor.

—No tengo ni idea de cómo has hecho eso, pero ha sido épico. —Y era verdad. Había sido genial. Es decir, guau, Aaron lo único qué podía hacer era figuras danzarina y cosas así de tontas. ¿Explotar una pelota? Fue bastante guay. —La cara que ha puesto el Maestro Rockmaple ha sido…

Trató de imitarla, frunciendo mucho el ceño, y abriendo la boca y los ojos con fingido escándalo.

Las piernas de Aaron olvidaron cómo caminar cuando Callum abrió los ojos grises llenos de sorpresa y su boca se curvo ligeramente.

Callum iba a a reírse.

Aaron quiso darse unas palmaditas en la espalda así mismo. Estaba orgulloso de poder hacerlo reír. Descubrió qué Callum se veía más lindo aún sin el ceño fruncido. Pero la verdad es qué no pudo disfrutar mucho de la vista, porqué tan pronto cómo la expresión divertida apareció en el rostro de Callum, desapareció. Fue cómo si se hubiera detenido así mismo de reír.

Así que Callum sólo negó con la cabeza, y fijo su vista al suelo.

El sentimiento de querer protegerlo se alzó aún más dentro de Aaron, cuando se dio cuenta qué Callum no confiaba en él. Pensaba qué era malo. Por eso no se había reído.

Aaron quería demostrarle qué no.

Se encontraron a el resto de la clase cuando giraron por una esquina. El Maestro Rockmaple le lanzó dagas con los ojos a Call y se aclaró la garganta para decir algo, pero entonces miró a Aaron a su lado cómo un alegre y extraño chicle rubio y decidió no decir nada. Abriendo una puerta, entraron a una nueva sala parecida a la de la primera prueba con los bolígrafos, sólo que en los asientos sólo habían hojas de papel solitarias. Callum, sin decir una palabra, se sentó en un asiento al azar y se cruzó de brazos, cómo todo un chico malo.

A Aaron le costó no reír por eso, o peor, babearse sobre él.

Se sentó en otro lugar, pero a la misma altura qué él. No soportaría estar detrás de él de nuevo sin contener el impulso de oler su cabello oscuro.

Es que se veía tan... Oscuro y sedoso.

—Maestro Rockmaple, no tengo pluma. —dijo la rubia, qué Aaron reconoció cómo la qué Callum había estado buscando con la mirada antes de iniciar la prueba. Sin embargo, en ese instante, Callum no la miraba.

Eso hizo sentir mejor a Aaron.

—Ni la vas a necesitar —contestó el mago—. Éste es un examen de sus capacidad para controlar sus poderes mágicos. Usarán el elemento aire. Concéntrense en el papel que tienen delante hasta que puedan levantarlo del pupitre sólo con la energía del pensamiento. Elevenlo completamente plano, sin permitir que
se ondule o se caiga. Cuando lo hayan hecho, por favor, levantense y reúnanse conmigo en la parte de delante de la sala.

Aaron se puso manos a la obra.

Puso una mano bajo su barbilla y entrecerro los ojos mirando al papel.