Capítulo 1

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Aquí estoy, entrando por la puerta de la que será mi nueva clase. El verano pasó demasiado rápido, con todas esas fiestas de último curso y esas borracheras que prometí no repetir, pero en las que vuelvo a caer en cada fiesta, es algo que no puedo evitar por culpa de mis amigas. Que sí, que me quieren mucho y yo a ellas y tal, pero es que en cada fiesta no hacen más que decirme "Vamos Lucía, diviértete" para después darme vasos, y más vasos.... luego de eso no me acuerdo de nada, más que de levantarme en casa de alguna de estas. Yo las quiero igual y creo que es por no aguantarme, porque desde que deje a mi ex novio no estoy bien. Sí lo dejé yo, pero lo único que quiero es volver con él, o tal vez necesito a alguien más. Esto último es lo que me repiten las petardas siempre que me pongo a llorar. Lo único es que ningún chico me quiere, solo hago migas con chicas, lo chicos piensan que soy una pesada y a mi ellos me caen mal. Que le hago si el universo no me quiere.
Bueno, lo que estaba contando, que no se si entrar a clase, porque no me apetece hacer nuevas amigas o conocer nuevos plastas... La historia de siempre.
De repente siento un empujón que me hace entrar en clase.
— Si está es tu clase por ahí viene el profe "señorita espera".— Dijo el chico, pero yo ya le conocía, iba a mi insti, pero por suerte para mí, él todavía no me conocía personalmente.
— Por fin una cara que me suena.— Dije yéndome por dónde iba él a sentarse.
— A mi tampoco me viene mal ver una cara conocida, siéntate conmigo.
— Gracias.— Dije sentándome para empezar una nueva y más dura tortura.
Sonó el timbre que dio por terminadas las clases por hoy, por fin, iba a ver a mis amigas, necesito una frase con "tía" o que me den en el brazo para decirme algo, lo necesito de verdad aunque les diga que no me gusta.
Me despedí de Lucas, mi nuevo "amigo", aunque no sé cuánto me durará, y vi a un chico guapísimo justo enfrente de mi. Era alto, morenillo, y con su cuerpo bien estructurado, todo hay que decirlo. Lo que más me chocó, fue que se montaba en un coche con Lucas. Mañana le preguntaría, ahora tendría que contarle esto a las chicas, seguramente ya no me emborrachen más, y me alegro de eso.
Llegué al burguer, y vi a mis amigas las cuales me abrazaron al verme.
— ¿Que tal vuestro primer día?— Dije mientras íbamos a la fila.
— Bien.— Me contestaron Sara y Carla.
— ¿Y Nuria?
— Creo que sale más tarde, nos dijo que comiéramos sin ella.
Y así hicimos. Al rato llegó, estaba un poco nerviosa, la pasaba algo.
— Tías, Sergio no me contesta.— Confesó.
— ¿Hace cuanto no habláis?— Preguntó Carla.
— Mmm... Desde ayer por la noche, esta mañana ya no me ha hablado.
— Se le habrá roto el móvil, estate tranquila, si quieres luego vamos a su casa.— La tranquilicé.
— Vale, ¿qué tal vuestro día?
— Bien— Respondimos todas.
— ¿Sabéis quién es Lucas, el que iba a nuestro curso en el insti?— Pregunté
— ¿Sánchez?
— Hernández, pues va a mi clase, y es súper majo, lo mejor es que se ha ido con un chico que está buenísimo, mañana le pregunto quién es.
— ¿Se parecían un poco?—Preguntó Sara.
— Pues puede ser, sabéis que tengo el oculista pasado mañana y no veo de lejos, no me agobiéis.
— Es que puede ser su hermano que tiene los mismos años que la tuya e igual lo conoce.
— Joder, Sara, te sabes la vida de todo el mundo.
— No, solo de los chicos guapos.
— Pues deja para las demás, que tú con Saúl vas servida.
— No, no, para las demás no Lucía, solo para ti, que yo estoy muy bien ahora con Anto, ya vamos a hacer seis meses.— Dijo Carla.
Hablamos de más cosas y luego nos fuimos a casa, bueno yo me fui a casa y las demás con sus novios, la verdad es que estoy un poco sola.
—¡Hola Tata!— Grite al entrar a casa, ya que nuestros padres se habían ido de crucero. La verdad es que no se cuando volverán.
— Joder Tata, podrías haber avisado de que venías.— Dijo Andrea saliendo de su habitación con los pantalones y en sujetador.
— O podrías haber avisado de que venía mi cuñado a casa. ¿Habéis comido?
— Si, no te vas a ir, ¿no?
— Pues hombre hija, estoy cansada así que me dormiré, podéis hacer lo que queráis que no me vais a molestar.
— Pues luego no te quejes, ¡y ni una palabra a papá y a mamá!— Dijo volviendo a su habitación.
La verdad es que los adolescentes de ahora están muy salidos, solo la saco un año, pero chinga más que yo.
Tal y como predije, me quedé dormida en el sofá, y a eso de las siete me despertó mi hermana, para que la peinara para mañana. ¡Qué pesada!
—Oye An.
— ¿Sí?
— ¿Sabes quién es Lucas Hernández?
— ¿El de tu curso?—Preguntó y yo asentí.— Sí, su hermano va a mi curso, ¿por? ¿Te gusta?
— No, haber, va a mi clase y pues luego le he visto irse con un chico súper guapo que creo que es su hermano.
— ¡¿Te gusta Theo?!— Preguntó incrédula y yo me encojí de hombros.
— No le conozco, así que solo he dicho que es guapo.
— Vale, pues síguele en insta y le digo que te siga, y le hablas y ya, pues lo que surja.
— Que fácil lo ves todo tata.
— Es que no es difícil.
— Si tú lo dices...
Lo que quedaba de tarde pasó rápido, pues hicimos la cena pronto y me fui a dormir, estaba demasiado cansada y mañana tenía que madrugar, otra vez.
Me desperté como pude, y desayuné. Me vestí, y antes de irme desperté a mi hermana, igual le cogía algo de gustillo a esto de irme antes.
Cuando llegué a clase Lucas no estaba, así que me senté y me puse a mirar mis redes sociales, al poco entró Lucas hablando con unos chicos, luego estos se fueron y Lucas se sentó junto a mi.
— ¿Qué tal?— me preguntó.
— Bien, ¿y tú?
— Bien, me han dicho esos chicos que si quería ir hoy a ver un partido del grupo de volley de la uní, ¿te vienes?
— No se, no entiendo el volley.
— Da igual, yo tampoco, pero por hacer algo, no se.
— Bueno, vale. Oye, ayer te fuiste con un chico...
—Sí, mi hermano Theo, va a venir también.— Lucía, tienes una gran oportunidad para conocerle, no la desaproveches.— Es un año menor, pero parece maduro, luego si le conoces está muy mal de la cabeza.
—Entonces, creo que tengo suerte de no conocerlo de momento, así para que parezca maduro.— Dije riendo a lo que me acompañó.
Las clases se hicieron eternas, y tuvimos que coger un montón de apuntes, pues habíamos empezado ya el temario.
Cuando salimos, yo no sabía que hacer así que solo seguía a Lucas.
— Hola hermano, ¿quién es esa chica tan guapa que tienes ahí detrás?— Preguntó Theo mientras saludaba a su hermano.
— Es Lucía, iba conmigo al insti.
— Hola.— Saludé y él luego me dio dos besos.
— Oye, tú me suenas... ¡Ah! Ya se, eres la chica que me empezó a seguir ayer...
— Sí, mi hermana va a tu curso...
— A claro, de Andrea, sois iguales.
— Lo mismo digo.— Dije riendo. Y nos fuimos, supongo que donde fuéramos a ver el partido de volley.
Los chicos nuevos eran muy majos, y no me hacían sentir incómoda por ser la única chica. Creo que la gente cambia demasiado en el insti que en la uní, y menos mal, porque no aguantaría a más plastas.

Me equivoqué al pensar {Lucas Hernández}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora