Baja la lluvia por la ventana...
Me pierdo en el deliro de tus caricias
Y de tus suspiros anhelando ser escuchados
Tus besos y tu sonrisas tatuadas en mi piel
Tu mano acariciándome como un rápido corcel.
Palpitan las llemas de mis dedos en tu cuerpo
Y yo tan sediento de comer tu alma en este infinito momento.
Enciende mi chispa con la luz de tus ojos que parece eternidad
Y es que no sé... Tan bonito ser es imposible no creer que sea una divinidad.
