Retrouvailles (Lumin/Xiuhan)

I.- Sigues aquí...

Con los últimos restos del invierno el sol en lo alto luce un tanto apagado y descolorido, sin embargo y contra todo pronóstico el día es cálido, la brisa llega suavemente recorriendo pieles ajenas y desordenando cabellos, olas, chocan contra rocas para luego recogerse y emprender un nuevo choque, gaviotas a lo lejos graznan inentendibles melodías, el olor a arena, agua salada y añoranzas, embriagan esa tarde a las parejas que buscan retener y crear así, recuerdos imborrables aquel día de marzo.

–Oppa quiero uno de chocolate con vainilla– y está bien, porque Minseok siempre termina por aceptar, aunque bromea que si sigue consintiéndola como lo hace, se quedará sin dinero para el resto del mes. "Minnie no seas tacaño" recibe como respuesta de una menor que cruzando los brazos agrega que él ya es todo un hombre, un estudiante inteligente cursando el segundo año de arquitectura con una belleza (según la menor) singular, comentarios que para Minseok no vienen al caso y claramente la menor lo hace de zalamera –se bueno con tu hermanita y cómprale el que quiera, con chispas de chocolate y doble crema y salsa de frutilla y-

Minseok acepta con risas agregando que no le diga Minnie (donde estaba el respeto hacia su mayor), que por el contrario, no es una belleza "singular" sino más bien "normal" agregando que aún le quedan 6 semestres para titularse... "losé y cuando lo hagas serás el mejor arquitecto del mundo".

De portada, un hombre juega con su perro lanzándole una pelota directo al mar, el can corre sin reparos ni inconvenientes adentrándose así en la profundidad azul para rescatar aquel preciado tesoro una y otra vez, una y otra vez, a lo lejos la pareja disfruta del espectáculo.

–Oppa van a pensar que somos novios o algo así – comenta la menor cuando Minseok en un intento por ayudarla del caos que tiene con su helado, roba de un mordisco la mitad de este, encogiéndose de hombros le resta importancia mientras limpia uno de los costados de su boca manchados, con sumo cuidado, con sumo amor –Oppa...– vuelve a interrumpir

Que no le gusta verlo llorar y de hace un tiempo atrás lo escucha a menudo, pero Minseok le resta importancia porque "te confundes Sohee" y "tú sabes que me quejo dormido", palabras disfrazadas de falsas verdades que la menor ya no desea oír, el cansancio físico a veces es superado por el psicológico y la menor ya no quiere más mentiras ni disfraces porque está tan agotada de aparentar que todo está bien cuando claramente no es así –Te escuche Minnie... anoche, llorar.

Necesita que le escuche porque su preocupación tiene que ver más con Minseok, el de cómo se va a sentir, asumir o rechazar quizá cuando suceda lo predecible, porque el dolor de sus padres y de su hermano es más fuerte que el propio –Los doctores lo dijeron Oppa...

¡BASTA SOHEE! – bufa enojado porque que insiste que no es tema, pero al conectar con unos vulnerables e indefensos ojos Minseok toma sus manos creando un firme lazo "los doctores no están seguros de nada y las probabilidades no son tan bajas" convence a la menor o tal vez a el mismo, es normal tener miedo, todos lo tienen, porque es parte de la vida y la muerte también, que él es un convencido de la fuerza de su hermanita y que la operación con fecha 18 de marzo (fecha que se cumpliría en 3 días más) será todo un éxito, tiene que serlo, debe serlo.

– ¿Qué te parece si celebro mi cumpleaños contigo? así apagamos las velas juntos, pedimos un deseo y te dejó abrir mis regalos– a fin de mes el castaño cumple años y lo más probable es que Sohee aún siga internada en la clínica recuperándose de la operación.

Con parsimonia la menor le ofrece una de sus mejores sonrisas aludiendo que a la hora de abrir regalos Minseok era un lento y que los deseos se los pediría ella, sonrisa que se pierde cuando Minseok le da la espalda y emprenden el camino de vuelta a casa, no puede ser tan optimista, no puede ser como Minseok y no es depresión o melancolía, sueños utópicos o ideales fantasiosos, es solo realismo, realista nada más.