Castillo de cartas

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Caminó apresurado hacia la puerta, siendo tomado entre apuros por el más bajo del brazo, jalando brusco para soltarse de él, porque no quería que lo tocase, porque estaba cansado, porque estaba harto.

— Lárgate - fue lo primero que salió de sus labios.

La mirada rojiza y húmeda del menor pareció terminar de perder todo rastro de su característica inocencia que tanto le encantó una vez atrás. Tenía miedo de perderle y eso se notaba en todo su rostro, más a él no le importó ni una mínima lo que a Jungkook le pasara.

Enervado por el comportamiento obstinado del castaño, se acercó furioso tomando su brazo y tirando con fuerzas de su cuerpo flojo y reticente a la idea de que había terminado... Seokjin lo estaba abandonando después de todo.

-— No estás hablando en serio - trató, pero el mayor continuó su tarea - P-por favor.

Ahí estaban de nuevo, sus sollozos inacabables y constantes, sus ojos suplicantes, sus manos temblorosas aferradas a sus ropas, los dientes pellizcando el labio inferior.

— Vete ¿De acuerdo? - pidió contundente, mirándole a los ojos - No estoy jugando ahora mismo.

— Arreglémonos, vamos mira - subió su playera, mostrando el tatuaje que surcaba desde su costado junto al pezón derecho, hasta el nacimiento de su V perineal - Tómame en la mesa, sobre el sofá, en la ducha o aquí mismo en el suelo, pero no me dejes.

Molesto como el infierno, el mayor tomó a Jungkook desde el cinturón y lo acercó hacia sí, metiendo los dedos por debajo del jean a medida que desabrochaba los botones del mismo. El más bajo jadeó, alzando las manos alcanzó el rostro de Jin, pero éste se apartó ladeando el rostro cuando el menor quiso unir sus labios, depositando el beso en su mejilla sin rendirse de tratar; la boca bajó al cuello del más alto cómodamente, lamiendo y succionando a placer la piel expuesta, hizo puntillas y atrapó deliberadamente el lóbulo de Jin, a la vez que éste apretaba la punta de su miembro suavemente.

Kook se exaltó, pero no se detuvo de lo que hacía, seguro de haber conseguido retener a Seokjin un momento más para él.

Su pene fue tomando grosor a cada caricia de Jin, pero no estaba excitándose lo suficientemente rápido para el mayor, al parecer, porque tocaba la intimidad del castaño con su izquierda y con la derecha paseó sus largos dedos por el costado debajo de la playera, hasta alcanzar el pezón. Jungkook suspiró por el frío de las yemas.

Jin quitó su mano y lamió su pulgar, índice y medio, ensalivando los bien para levantar con el anular y meñique la prenda, alcanzando nuevamente el botón de Kook, resbalando con mayor facilidad, apretando deliciosa mente la protuberancia. La mano izquierda no se quedó quieta ni un segundo, jalando desde el principio hasta la base, haciendo un sombrero

con sus dedos en la punta y pasando el índice por la rendija de la polla ajena, relamiéndose los labios al oír los gemidos descarados de Jungkook, pidiéndole que vaya más despacio.

Pero Jin no lo escuchó.

En un movimiento espontáneo, el alto dio la vuelta a Kook poniéndolo de frente a la pared con él a sus espaldas, la mano que acariciaba el pezón sirvió para pegar el pecho de Jin a la espalda del castaño, así como la mano dentro de la ropa interior ayudó a la polla creciente de Jin para acunarse en el trasero de Kook.

— Por favor - rogó el menor, Jin sólo gruñó, agachándose para mordisquear su cuello desde atrás - Jin, déjame, ah...

Pero a pesar de que quiso ayudar, el más alto envistió su trasero con la ropa puesta, dejando sólo la sensación de ser penetrado en el aire, bailando sobre la mente morbosa y casi perdida del menor.

Get away! [JinKook] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora