Pizza; Jikook.

Cuatro.

J I M I N

Todo estaba listo en cuanto el reloj marco las Ocho y treinta minutos. Jimin había decidido vestirse con algunas prendas ligeras, puesto que sería una noche demasiado movida, así que simplemente portaba unos pantalones obscuros, junto con una camiseta roja y una chaqueta de cuero. Dejó su cabello alborotado y tras tomar su teléfono y cartera decidió bajar a la pizzería.

En el pequeño local ya están todos: TaeHyung, cargando dos botellas de vodka con YoonGi a su lado, Hoseok, SeokJin y NamJoon llevaban botellas de licor y Ron. Todos estaban listos para empezar la noche.

—Aún no podemos empezar—Declaró, acercándose hasta las dos mesas que habían juntado para poder empezar el previo. Recibió las miradas interrogantes de todos.—Aún no llega nuestro invitado especial.

—¿El lindo chico de esta tarde?—TaeHyung inmediatamente pregunto, apuntándolo de manera acusadora y recibiendo pequeñas miradas cómplices.

—Puede que así sea.—Chasqueo su lengua y sonrío, recordando su mañana con JungKook.

—Esto va enserio, ¿verdad?—NamJoon dijo, casualmente, ignorando las palabras que había dicho el peligris y sirviéndose en un vaso platicó algo de licor.—Digo, después de Taemin no te he visto interesado por alguien más.

—Si—Jimin admitió con un pequeño sonrojo en sus pómulos, recibiendo varios "aww" como burla, los cuales termino en cuanto el teléfono de chico sonó y el nombre 'Kookie' apareció en el identificador de llamadas. Decir que recibió más burlas por eso era decir poco. Por lo cual Jimin tuvo que ir a la cocina a contestar, JungKook amablemente le había  dicho que estaba fuera, así que Jimin no perdió su tiempo antes de salir de ahí, en busca del chico, y lo encontró frente a la tienda, bajo la luz de una de las farolas.

En los ojos de Jimin, JungKook lucia precioso.

Cubierto con un largo abrigo y un gorro gris, resaltando su piel blanca, y sus obscuros cabellos.

Jimin seguía sin entender cómo fue que JungKook se metió en su mente y corazón en tan solo dos horas. No podía contestarse, peor lo que podría decir con certeza es que algo lo atraía a el como si de un iman se tratara .

—¡JungKook!, Vamos pasa, la noche es joven y apenas está comenzando.

Jimin se hizo a un lado, permitiéndole pasar, en cuento el azabache pasó junto a él, pudo oler su perfume. Si una larga noche los esperaba. Con una sonrisa Jimin cerró la puerta tras de el y se acercó a JungKook quien estaba parado mirando a su grupo de amigos, sin saber muy bien que decir.

—Bien, entonces...¿Están listos para una noche inolvidable?—Hoseok exclamó, rompiendo el silencio antes de abrir una de las botellas de alcohol.

Todos lo sentían, claro que si, esa noche sería inolvidable.