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Pese a sus defectos, sabes tan bien como yo que era tu persona. Tu otro yo. Por eso lamentarás haberla dejado ir.

Pretendes consolarte con la idea de que otra persona está llenando el vacío que ella ha dejado. Pero no. Los dos sabemos que has cambiado agua por oro y que, en caso de verdadera necesidad, morirías deshidratado. 

Qué ignorante. ¿Acaso no sabes que el agua es vida y el oro puede llegar a ser causa de muerte?

Versos mundanalesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora