Capítulo 1: Summer

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— ¿Documentos?

—Listos.

— ¿Identificación?

—Lista.

— ¿Nerviosismo?

—A flor de piel.

—Entonces, todo está bien.

Matthew comenzó a reír.

Éste idiota... ¿cómo puede estar tan tranquilo? —pienso.

—Eres de lo peor—sonreí—para servirle señorita Summer.

La preocupación me consumía. Era la primera vez que tenía una entrevista formal, y no solo eso, era de la universidad.

—Todo saldrá bien Su, solo relájate—me decía mientras caminábamos a la parada de autobús. — ¿Y si llegamos tarde? —Dije mirándole a los ojos—vamos una hora antes, eso no pasará...

Un sonido conocido nos alertó, era el autobús.

Mierda.

—Corre Math.

Comenzamos a correr. El chofer nos mira y frena el bus de mala gana. Nos subimos jadeando.

—Buenos días—saludamos—meh—responde el chofer.

Avanzamos y nos sentamos al final.

— ¿Y quieres salvar a personas así Su? —Me dice Math con completa tranquilidad—ese comentario es muy poco ético Matthew.

Suspiro. Es verdad que hay gente en este mundo que no es muy agradable a veces, pero detrás de esa panza prominente y la actitud arrogante, hay un alma, y eso es lo que quiero salvar.

—Esperaba una mejor respuesta, pero bueno—ríe haciéndome enojar. — Y tú, ¿atenderías a gente así Math? —Pregunto con seriedad—claro, la mente es algo maravilloso, y la estabilidad de ella se refleja en el exterior.

Vaya hombre...

— ¿No te parece genial?

— ¿Qué?

—Que estemos en la misma universidad.

—Me alegra tener a mi mejor amiga cerca, de eso no hay duda.

* * *

Miro la entrada de la facultad de medicina. Era un edificio enorme. Hoy, es el reconocimiento de sala (la entrevista era otro día).

Al menos, pude guardar todo en mi mochila, hubiera sido embarazoso que me vieran con los papeles...

Me acerco a una de las puertas y me di el lujo de mirar dentro. Era exactamente como lo había imaginado. Mesas a modo de coliseo, una pizarra, un proyector y la mesa del profesor.

Miro de reojo a mis nuevos compañeros de clase.

Si me saludan, respondo... solo eso. No necesito amistades.

—Buenos días chicos —dice una señora que se nos acerca. Tiene una camiseta blanca que dice "medicina" con letras rojas. —Mi nombre es Teresa, y me encargaré de guiarlos en el reconocimiento de la universidad.

Un grupo aplaude y comienza a silbar.

Vaya años que me esperan....

—Veo que están emocionados—dice con una sonrisa—bueno, como ya sabrán, éste es el edificio de la facultad de medicina. Cada año, egresan aproximadamente un 60% de los estudiantes que ingresan a ésta carrera. Al egresar, la rentabilidad de contratación es inmediata.

Una noche sin lunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora