CAPITULO EXTRA II

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Danny

-¡Michelle!-Chillé mientras la pequeña de tres años corría por casa.

-¿Va todo bien por ahí?-Preguntó Ana desde la otra línea del teléfono.

-Por supuesto, no pasa nada guapa.-Dije nervioso. Si algo había aprendido Ana en estos años era pillarme las mentiras que me atrevía a decir.

-¿Estás seguro?-Preguntó e imaginé su cara de interrogatorio. No podía arriesgarme a querer jugar a poli bueno y poli malo con mi novia.

Pero era demasiado cuidar de dos niñas pequeñas e intentar crear la pedida de matrimonio más espectacular de la historia.

Quizá debería llamar a alguien.

-No pasa nada preciosa, lo tengo todo bajo control.-Danielle, la pequeña más movida estuvo a punto de meter la mano en uno de los enchufes de la televisión con las manos mojadas.-Ya sabes, soy el hombre de la casa, puedo con lo que sea.

-Danny, si me entero de que me estás ocultando algo malo prepárate para irte esta noche a dormir a un hotel.-Amenazó mi chica.

-Lo se mi amor, pero te vas a quedar con tu ración de Wilson diaria y nocturna porque no vas a tener que echarme de casa.-Mentí vigilando a Michi y Danielle.

-Está bien...-Suspiró Ana.-Nos vemos en una hora y media.

-Si en...-Un momento.-¿¡Una hora y media!?

-Si cariño, nada más y nada menos.-Me la imaginé sonriendo y tocándose el pelo con el teléfono en la mano.-Adiós.

Y colgó.

-Necesito ayuda...-Dije en voz alta mirando el teléfono. Marqué su número. Era la única persona que se traería a él también y con las que sabía que podía contar.

-Estaba engañando a Josh con nutella Wilson.-Dijo Amelie enfadada.-Más vale que sea importante.

-Necesito ayuda con las niñas.-Am empezó a echarme un sermón sobre que yo era el padre y yo debía cuidarlas y mil cosas que ya sabía.-Necesito relajarme para prepararle una pedida de matrimonio a tu mejor amiga en una hora y media.

-¡OH DIOS, OH DIOS, OH DIOS!-Chilló y me alejé un poco del móvil por su exceso de decibelios.-¡Vas a hacerlo! ¡Se lo vas a pedir! ¡Dios mío! Voy con Josh y Ry ahora mismo.

Y colgó.

Sinceramente, sabía que podía contar con ella.

Pero, ¿estaba muerto de miedo porque Josh iba a saber que yo, uno de sus mejores amigos, el que era un mujeriego, el que se vengó de su hermana con su peor enemiga y el que hizo mucho daño a su hermana iba a pedirle a su Baby Ana que se casara conmigo.

Danielle y Michelle empezaron a jugar fuera de los peligros y tranquilas, pero no sería por mucho tiempo, ya que el timbre sonó y se volvieron locas.

Fui a abrir y me encontré con mis dos amigos y mi amiga. Amelie me abrazó con una sonrisa. Le acaricié la espalda con una sonrisa y los ojos cerrados. Se separó y saludé a Ryan y Josh. Este último me sonrió y me pidió que la cuidara, como si supiera que hiciese lo que hiciese su hermana me diría que sí. Y eso esperaba.

Porque si me decía que no se me caía el mundo al suelo.

-Manos a la obra.-Dijo Ryan.-Tenemos una pedida que preparar.

Anabeth

Amelie: Estoy en tu casa, lleva pañuelos. –Enviado 5:30 pm

Ana: Para qué? –Enviado 5:30 pm

Amelie: Ya me lo agradecerás ;)-5:30 pm

Reí mirando aún los mensajes y puse rumbo a mi casa a paso rápido. Cuando estuve en la puerta, la abrí con las llaves entrando en un inmenso vacío negro.

Puse las menos delante de mí para no matarme en busca del interruptor de la luz, pero la luz no se encendía.

No me digas que se nos había olvidado pagar la factura... Otra vez.

Mis dos pequeñas no hablaban y todo era silencio.

-¿Danny?-Pregunté intentando encontrar su tacto, y sí, lo encontré. Noté sus manos en mis hombros y suspiré.-¿Qué está pasando Daniel Owen Wilson Mayers?

Lo llamé por su nombre completo para que supiese que quería saber que narices había montado y que debía responder en ese preciso instante si no quería hacer una visita nocturna en el motel de cerca de casa.

-"Cause it's a beautiful night,
We're looking for something dumb to do.
Hey baby,
I think I wanna marry you..."

Contuve la respiración por un momento sin aun poder creer lo que pasaba. Habíamos estado dos años y medio geniales, los dos juntos en un piso y sinceramente este tema no había salido casi nunca. Un par de veces si mal no recuerdo, pero había sido algo muy breve. Es decir, teníamos dos niñas y ese tema había sido inevitable cuando ambos teníamos veintiséis años y yo quería hacerlo, solo no quería incomodarlo ya que en su pasado adolescente tenía poco compromiso antes de que yo llegara.

Pero ahora tenía a mí novio cantándome al oído.

-"Is it the look in your eyes,
Or is it this dancing juice?
Who cares baby,
I think I wanna marry you..."

La luz de la casa se encendió y Danny me dio la vuelta. Me miraba con una sonrisa de boca cerrada, sin enseñar los dientes. Miró al suelo cerrando los ojos y suspirando por un pequeño instante. Sonreí cuando volvió a mirarme.

-¿Qué me dices guapa?-Preguntó poniendo un mechón de pelo rebelde detrás de mi oreja.

-No te he soportado un año de mi adolescencia y dos años y medio de mi actualidad para decir que no.-Reí y mi chico me abrazó por la cintura.

-¡Bien!-Escuché gritar a alguien que se sumaba a nuestro romántico abrazo.

Amelie...

-Les has estropeado su momento Am.-Rió Ryan.

-Perdón, perdón.-Se disculpó mi mejor amiga.-Es que estoy muy emocionada, ¡ya era hora de la gran decisión! Dios mío... ¡ME PIDO MADRINA!

-Amelie, cálmate.-Pedí cogiéndole los hombros y riendo al compás de mi hermano, Ryan y Danny.

Viviendo con 3 idiotas [En edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora