Dead ➳ Shin Hoseok

❀.2.❀

Al salir del edificio me topé con una inmensa cantidad de árboles, empecé a caminar entre ellos, disfrutando la suave brisa que había en aquel lugar, mientras intentaba pensar alguna respuesta para la pregunta que había estado rondando por mi cabeza desde que me desperté en el hotel, o lo que fuera aquel edificio, ¿por qué me encontraba en este lugar? ¿tal vez fue por una noche de borrachera? no lo creo, no recuerdo haber salido con nadie, en realidad no recuerdo nada, absolutamente nada, sólo mi nombre.

Seguí caminando por un largo tiempo, mis pies dolían a causa de pequeñas ramas, piedras, y cualquier otra cosa que estuviera en el suelo de aquel bosque, ya que me encontraba descalzo. Empecé a escuchar algunos ruidos, creo que era el ruido de algunos autos, por lo que empecé a apresurar mi paso para poder llegar más rápido al lugar de donde provenía ese ruido.

Sentí un gran alivio al ver que el bosque se terminaba, pude ver una carretera por la cual pasaban varios autos.

Empece a caminar al lado de aquella carretera, con la esperanza de que me condujera hacia lo que yo pensaba, un pueblo o ciudad

Estuve un rato caminando, ya estaba anocheciendo, hasta que pude ver unas luces, una gran ola de emoción invadió mi cuerpo y empecé a correr, había un cartel el cual estaba casi completamente destrozado, lo único que se podía leer es un "bienvenido a" el resto del cartel ya no estaba

Llegué a lo que parecía ser una ciudad empece a ver mucha gente caminando, madres con sus hijos de la mano, adolescente junto a sus amigos, de cierta manera me sentí distante a todos ellos, como si ya no formará parte de su mismo entorno, como si... si yo no estuviera ahí

No, no quiero pensar que eso pudo sucederme, no quiero.

Entré en pánico, tenia miedo, mucho miedo, de que lo que yo estaba pensando sea verdad.

Me acerqué a una señora que pasaba por ahí, para preguntarle en dónde es que me encontraba.

-Señora, ¿me puede decir en dónde estamos?- ella me ignoró por completo, como si nadie le hubiera preguntado nada.

Me acerqué a una chica que estaba saliendo de una tienda, para preguntarle lo mismo que le pregunté a la señora.

-Eh, disculpa, ¿me puede decir en dónde nos encontramos? - y volvió a suceder lo mismo.

Fue ahí cuando entré en pánico, empecé a acercarme a más gente y con todas ocurría lo mismo.

Empece a correr desesperado por la calle, parecía que nadie notaba mi presencia, me pare en medio de una calle la cual rebosaba de gente, y empecé a gritar, grité hasta que sentí como si mi garganta se desgarraba.

Nadie se giro a verme.

Lágrimas as empezaron a empapar mis mejillas.

Esto no podía estar pasando, no, no, no y no.

Sentí como mis piernas perdían fuerza y caí al suelo mientras mis lágrimas seguían saliendo sin parar.

Y-yo estoy...

Yo estoy...

Muerto