Nuestro Futuro

McGonagall ¿llora?

Caminaron entre miradas no tan disimuladas de unas serpientes a unos leones o de unas leonas a unas serpientes.

Al llegar a la gárgola; Hermione y Draco dijeron al mismo tiempo la contraseña al mismo tiempo, ella se sonrojo de manera notoria mientras el sonrojo de él pasó desapercibido por casi todos a excepción de dos serpientes que le harían burla más tarde y los "hermanos" de ella que luego se encargarían de saber la verdad detrás de ese sonrojo. Ambos dieron un pasó atrás y él dejo pasar a todas las mujeres y luego a los Gryffindor y a sus compañeros Slytherin para poder ir tranquilo pensando en esa pequeña situación.
Harry Potter se posicionó enfrente de todos y tocó la puerta.

TOC TOC

-Adelante-se escuchó.

Al entrar encontraron a McGonagall sentada en la mesa del director.

-¿Profesora McGonagall?-gritaron todos.

-¿Si?-dijo algo curiosa pues esas voces se parecía a los padres de algunos de sus alumnos,  a las voces de sus antiguos alumnos.  Alzó la cabeza y los vio.

En la mente de la bruja pasaron tantos recuerdos,  preguntas y más recuerdos sobre ellos,  sobre la guerra que lo único que logro hacer fue llorar.

-Profesora ¿se encuentra bien? -dijo Hermione que era muy unida con la profesora.

-Ustedes ¿quienes son?-dijo tratando de calmarse.

-Profesora-dijo Harry con extrañeza-somos sus alumnos.

-Pero-dijo y a su mente vinieron las antiguas platicas con su viejo amigo y colega Albus Percival Wulfric Brian Dumbledore sobre darles unión a las casas, amor a aquellos que no lo tenían y fortaleza a todos para pelear una guerra que poco o nada tenía que ver con ellos.-Albus-dijo y negó con la cabeza, se levanto de su silla y camino hacia sus exalumnos-Verán chicos,  el profesor Dumbledore  y yo hace años antes de que una guerra se desatara, planeamos traer o más bien llevar al futuro, a ciertos estudiantes para qué vieran que  su futuro no era malo y para qué evitaran tomar decisiones equivocadas.

-Pero eso cambiaría nuestro futuro.-dijo Theodore.

-Así es; lo cambiaría pero de manera positiva, evitar errores, salvar vidas.-suspiro.

-Entonces ¿dónde están nuestros yo futuros?-pregunto Luna con un brillo en los ojos deseando saber si su camino estaba de la mano con cierto chico.

A la profesora se le formó una sonrisa en el rostro,  a pesar de los años ellos seguirían siendo ellos.

-Les enviaré un Patronus para que lleguen lo antes posible. Mientras esperen en la Sala de Menesteres-dijo haciendo un ademán para que salieran-no queremos que sus hijos se enteren de que sus padres jóvenes están aquí.