Estaba maldito y bendito a la vez. Podría parecer contradictorio, pero él siempre creía eso. Las personas a las cuales le contó sobre su condición le preguntan cómo había adquirido esa habilidad. Pero era a la única pregunta a la cuál no tenía respuesta. La habilidad le daba la capacidad de responder a todo referente a ella, pero esa era la única que no sabía cómo responder.
Lo que sabía era que alguien tuvo que dárselo al hacerlo volver de la muerte, pero su madre no le daba la respuesta que él buscaba: ¿quién era esa persona?
La habilidad de la cuál nuestro Giovanni Sprouse disfrutaba era especial. Muy especial. Su madre, Paris Sprouse, lo instruyó para no darse a notar con su poder. Al principio, se mudaban a cada uno o dos años cuando los vecinos comenzaban a sospechar de algo que estaba mal.
¿Cómo podías explicar que un niño no envejeciera? Sí, la única forma de que Giovanni pudiese envejecer era utilizando su poder. Paris hacía todo lo posible porque el pequeño Giovanni no utilizara su poder. Aunque era inevitable, cuando era bebé todo lo que tocaba lo curaba. Su habilidad de curación la utilizaba con animales, personas y plantas sin saber muy bien lo que hacía.
Pasaron cincuenta años, y Giovanni por fin parecía una adolescente adulto. Su apariencia dejaba ver un hombre de veinte años, pero por dentro tenía cincuenta y uno. Para Giovanni, era su madre la única que merecía su habilidad. Ella envejecía y sufría todas las enfermedades que esto acarreaba y Giovanni siempre la aliviaba de su dolor. Además, nunca conoció a su padre, él estaba muerto y su madre no le gusta hablar sobre eso.
¿Cuándo fue que todo empeoró? Cuando se enamoró.
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La Maldición del Bendito
RomanceFuiste besado por Dios y el diablo al mismo tiempo, eso no ocurre con regularidad.