Asgard, en el presente...
Odín estaba viendo cómo el pequeño Loki jugaba en el jardín trasero del Palacio, el mismo en el que había jugado tantas veces con su madre cuando él y Thor eran pequeños. Un nieto desconocido por la familia real hasta poco después de la muerte de Loki, llamado Ari, que había heredado el físico de su padre. Esa era la historia oficial que el Padre de Todos había contado a su Pueblo y Corte. Una buena forma de proteger y preservar la inocencia de Loki, de evitar que volviese a crecer sintiéndose odiado por los demás, de evitar que acabase siendo el demente que anhelaba un trono para el cual no estaba preparado mentalmente, aunque el propio Loki creyera lo contrario. Estaba tan sumido en sus pensamientos, observando a su hijo pequeño, quien jugaba con unos guerreros de madera, que no se dio cuenta de que se le había acercado su primogénito por detrás hasta que no le hubo hablado.
-¿Qué haces, padre?
-Hacía tanto tiempo que no le veía hacer eso, que me parece que ha pasado una eternidad.
-¿El qué? ¿De qué hablas?
-Hablo de Ari, hijo. Hacía mucho tiempo que no lo veía tan inocente.
-No me acostumbro a ese nombre. Se me hace extraño.
-Pues vete acostumbrándote, porque es la única forma de que no pague por los delitos que cometió en el pasado el Loki adulto.
-¿Crees que si le hubieras dicho todo de pequeño, como has hecho ahora, no habría pasado lo que pasó?
-Como te dije el día en que reapareció en nuestras vidas, tu hermano no sólo estaba dolido por descubrir que le habíamos mentido toda su vida. Creo que eso fue la guinda que coronó el pastel. Loki sufrió dos grandes tragedias antes de descubrir sus orígenes. Primero la muerte de Sigyn y luego la desaparición de Hela. Y eso sin contar lo que vivió el tiempo que estuvo con los chitauris. Estoy seguro de que lo que le pasó es que su mente ya no pudo afrontar más dolor. Ya sabes que las mentes más brillantes a menudo son las más frágiles.
-Cuando vencí a Malekith, estuve pensando que algo de razón tenía en cuanto a los desplantes que yo le hacía, se refiere. Muchas veces él intentaba disuadirme de hacer alguna tontería y yo prácticamente me reía de él o le mandaba callar como a un mero sirviente en vez de tratarle como a un igual. Y mis amigos tampoco le respetaban y eso que era su príncipe. Así que, en el fondo, entiendo que hiciera lo que hizo el breve tiempo que reinó.
-Me estaba acordando de una vez, cuando aún erais muy pequeños, no recuerdo los años que Tendríais, pero tu hermano estaba aprendiendo a leer. Una tarde, después de estar reunido durante horas con el Consejo, me dirigía a mis aposentos cuando le oí hablar en la biblioteca. Me acerqué en silencio y cuál fue mi sorpresa cuando vi a Loki con sus guerreros de madera en el suelo, uno con una espada y el otro con un libro, a los que estaba riñendo por no hacerle caso. Me pareció muy graciosa la forma en que pretendía imitarme, no medía ni dos pies de altura y ya sabía expresarse tan bien como un adulto. Mas, cuál fue mi sorpresa al ver que después de reprender a los muñecos, cogió un tercer guerrero, al que había pintado de azul, y atacó con el a los otros dos, para, después, con una daga, que aún es hoy el día que no sé de dónde la sacó, acuchillar al guerrero azul mientras gritaba simulando una voz adulta "muere, monstruo". Ahí se me cayó el alma a los pies, como dicen los mortales, y comprendí que si algún día descubría la verdad sobre sus auténticos orígenes, la cosa no iba a acabar bien para nadie.
-¿Le dijiste algo?
-Le reprendí por jugar sólo y en la biblioteca. No le dije cuál era el verdadero motivo de mi enfado. Agachó la cabeza y se fue de allí sin los muñecos murmurando un "sí, padre". Cometí tantos errores con él, que ahora tengo pánico a que se repita la misma historia.
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Otra oportunidad
Storie d'amoreOdín y Thor reciben una muy buena sorpresa de parte de Loki. Tras Thor el mundo oscuro y con unos cambios. Si no habeis visto la peli os aconsejo que no leais este fic hasta que la hayais visto. Quien avisa no es traidor. ;-)