Tiempo

Mi Falda.

-Camila! Cuantas veces te he dicho que no cierres tu puerta con seguro? -exclamo mi madre.

-Ma, lo siento. Solo dejame dormir diez minutos mas. Porfavor? -dije con una voz un poco adormilada.

-10 minutos?!, si ya vas 20 minutos tarde! -mi madre exclamo una vez mas, y pareciera que su unica intencion era levantarme de malas.

Me levante de un salto de mi cama tan suave y querida y busque por todas partes mi falda de uniforme, la cual al parecer habia desaparecido.

-Mama! No has visto mi falda? -grite exasperada.

UGH! No tenia tiempo para esto!
Baje con mi blusa desabotanada y un zapato puesto y el otro en mi mano. Entre a la cocina y decidi que saltarme el desayuno seria lo mejor asi que tome las llaves del auto y mientras me botonaba mi blusa, abri la puerta para salir de mi casa.
Cuando la puerta ya estaba abierta, senti un frio escalofriante recorrer desde mi cintura hasta los dedos de mis pies y me doy cuenta, que no traia la falda puesta.

Me fije si algun vecino pervertido se habia dado cuenta de mi falta de ropa y al voltear a mi derecha veo una cara que me resulta familiar. Era el chico mesero. Digo, perdon, el Señor Que Le Trae Comida A La gente.

Senti mi cara ruborizarse y mi sangre hervir hasta el punto en el que ya no sentia frio, si no calor.
Inmediatamente me meti a la casa, cruzando mis dedos y rezandole a Dios que, por el bien de mi reputacion, ese chico no haya visto ni un segundo de mi escandaloso y vergonzoso pequeño show.

Volvi a entrar a mi casa y azoté la puerta un poco fuerte, lo que hizo saltar a mi madre en la cocina.

-Mama, donde demonios esta mi falda?! -le exclame con un tono enfadado.

Sabía por su cara y movimiento de manos que estaba tratando de recordar donde la habia visto.

-Tu falda, claro! Esta en el burro de planchar por ahi por.....

Estaba muy enfadada y sali de la cocina antes de darle una oportunidad de decirme donde estaba mi falda y me dirigi al cuarto de lavado donde, efectivamente, encontre mi falda en el burro de planchar.

Baje las escaleras a toda velocidad y abri la puerta para salir de la casa por segunda vez en el dia de hoy.
Ya afuera, me fije si no se encontraba por ahi cerca el chico mesero y cuando vi que no, corri hacia mi auto y lo encendi en seguida.

35 minutos tarde al colegio. Que bien.

Ya en carretera, le pise al acelerador.

6O km/ph, y acelere mas.

70.

80.

95.

Habia llegado al instituto un poco aliviada de ver que el maestro en turno de "guardian de pasillos" era mi maestro favorito, el Sr.Klaus

-Buenos dias profe.

-Buenos dias Camila, llegas un poco tarde. De hecho, 40 minutos para ser exactos.

-Lo se, pero

-Pero nada. -me interrumpio con una voz firme y enfadada.