Raúl
Estaba listo, me sentía derrotado porque no quiero dejar a Krystel pero tengo que hacerlo, no es feliz conmigo, aunque con Enrique pasa algo más fuerte, yo se que el la ama.
La llamé.
–Hola Krystel.
–Hola amor, ¿que pasó?
–Ven al parque a las 5.
–Ok, ¿estas bien?
–Sí.
Colgué.Me arregle, eran las 4:50 así que me fui de la casa, les dije a mis padres que iba ir al parque y como esta muy cerca me dieron permiso.
Ya estaba allí, con una gran sonrisa, me dolía dejarla.–Hola, gracias por venir.
–Sí, ¿que onda?
–Quiero decirte algo, pero lo hago por ti.
–Ya dilo, no me asustes.
–Quiero terminar contigo, esta relación ya no puede ser posible.
–¿Qué? ¿Porqué?–. Ella empezó a llorar.
–Porque yo se que no me quieres.
–Eso no es cierto, ¿porque dices eso?
–Ambos sabemos de que te gusta Enrique y si eres feliz con el... Tendré que aceptarlo.
–Yo... Emm...
–No digas nada, me voy–. La abracé y me fui.
Krystel
Raúl me había llamado, quería hablar conmigo, cuando fui y el llegó lo note muy triste.
–Quiero terminar contigo.
Me derrumbé, cuando se fue llego Enrique, no podía creerlo.
–Krys!
–Enrique, el termino conmigo–. Dije entre sollozos, lo abrace y apoye mi cabeza en su pecho.
–Tranquila, Krystel yo ya sabía que lo iba hacer–. Me despegue de golpe y lo mire, el lo sabia y no me dijo.
–¿Qué? ¿Porque no me lo dijiste?
–Porque el debía decírtelo, yo no podía–. Lo abracé de nuevo, gire mi cabeza a la derecha para saber si Raúl seguía ahí y sí, el estaba en la otra banca llorando, no estaba solo, estaba Daniel Pineda su otro mejor amigo, lo consolaba.
Cuando lo vi así no supe que hacer, si ir o no, empuje a Enrique y fui corriendo hacia Raúl, lo primero que hice fue abrazarlo.
–No me hagas esto te lo suplico, Raúl por favor–. Susurré.
–Te quiero ver feliz, es todo–. Se despegó de mi y me miro a los ojos y lo besé, ese beso duro un largo rato pero cuando terminamos me fui con calma a mi casa y Enrique iba detrás de mi.
Me sentí destrosada, no pensaba nada mas, excepto llorar.