Walther P38

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me gustaria que comentaran y que me ayuden a darle una rostro a estos nuevos personajes por favor aunque no se asemejen mucho ayudaría en algo muchas gracias

Capitulo 5 Walther P38

ALANIS

Me concentro y observo el pasillo. Guardo la llave de la habitación pequeña dentro de mi bota derecha y camino, apoyo la oreja en la puerta de la habitación de las niñas pero no hay ningún sonido, saco el seguro, me preparo con aquello que estaba en el mueble y abro la puerta encontrándome con dos personas las cuales se giran hacia mí. Tardan en reaccionar y se abalanzan en mi contra pero reaccione más rápido dos pequeños fogonazos y dos sonidos ahogados se hicieron presentes, dos cuerpos cayeron al suelo.

Los había matado.

Me acerque con rapidez a la ventana la cual la cerré con persiana y moví el vidrio cerrándola. Coloque una de las camas contra la ventana parada y salí de aquel lugar cerrando con llave.

Corrí hasta la puerta principal, los sonidos de afuera eran más claros. Revise la puerta sabiendo que estaba cerrada con llave mientras escuchaba gruñidos, gritos choques de metal contra metal. Empuje el sillón hasta la puerta y tape la puerta con ella.

Corrí otra vez por el pasillo acercándome a la habitación de los niños, entre y le volví a cerrar la puerta con llave. La ventana se encontraba rota, estaba claro que habían secuestrado a los niños, termine de romper la ventana y salte a través de ella rodando por el pasto donde el sonido me recibió con más fuerza.

Me levante y me encontré en un campo de batalla. Grandes lobos saltando contra los intrusos, algunos intrusos luchando contra los que no se habían transformado y algunos cuerpos en el suelo. El olor a sangre era fuerte.

Me moví rápido buscando a los niños que faltaban encontrándolos corriendo por el lugar tomados de la mano escapando de todo aquello. -NIÑOS- grite pero no me escucharon. Corrí hacia ellos esquivando lo que sucedía a mí alrededor.

-NISSSSSSSSS- el grito de Amón trato de llamarme la atención pero seguí con la mirada en los niños. Corrí por ellos.

Justo cuando estaba detrás de ellos, pero no cerca, veo que uno tropieza y el otro trata de levantarlo pero cae. Lo habían empujado. Corro con más rapidez pero las piernas no me responden como quiero. Al acercarme observo que uno hombre alzaba una espada contra ellos mientras que los niños se arrastraban hacia atrás.

-NO- grite llamando la atención del hombre, era alto, algo pálido de cabello oscuro y ojos marrones por lo que podía ver, no pasaba de los cincuenta probablemente. Me detuve y alce aquello que estaba escondido en aquel mueble, alzo el arma con silenciador y aprieto el gatillo.

El tipo trastabilla hacia atrás y en su boca aparece un hilo de sangre, cae hacia atrás soltando la espada que cae a su lado. Me acerco a los niños y los encuentros abrazándose y sollozando.

Eran Edmundo y Camilo, de siete y cuatro años.

-¿están bien?- pregunto mientras los abrazo y ellos a mí. -escuchen- les digo -no se separen de mi ¿si? vamos a ir a la casa con los demás- asienten –cierren los ojos y sujétense de mi ropa – me levanto, Camilo al ser algo pequeño se abraza a mi pierna mientras que Ed me rodea la cadera con sus brazos –mantenga los ojos cerrados- ambos asiente.-vamos-

Doy un paso y alzo mi arma estando preparada para cualquier cosa, escucho un grito de dolor y giro la cabeza encontrando a Mauricio en el suelo tocándose la pierna y dos hombres con armas apuntándolo, disfrutando de esta a punto de matar.

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