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5 de octubre.
-Na~ru~to~.-mi cuerpo estaba pesado, pero una voz me llamaba, una voz que conocía muy bien.-Na~ru~to~.- apenas y abrí mis ojos. Estaba muy cansado, no quería levantarme de esta cómoda cama.
-Koyuki... déjame dormir... -murmure volviendo a acurrucarme en la cama.
-Levántate, ¿no iras a clase?-me pregunto y volví a abrir los ojos para verla, sentada desnuda frente a su mesa de maquillaje, ese cabello negro azulado que cae por toda su espalda, esa piel tan blanca, una mujer casi en sus 30 pero con una sensualidad que haría caer a cualquier hombre. Y pensar que es solo una pervertida, quien tiene fetiche por los niños. -¿Que color? -me enseño varios labiales los cuales según ella son diferentes rojos, aunque yo los veo exactamente iguales. -¿Carmesí o escarlata? -yo arquee una ceja. Y señale uno al azar. -¿Seguro? ¿granate? es muy oscuro para usar en la mañana, mejor usare bermollón, es ligero. -yo me senté en la cama, bostece un poco.
-¿Que hora es?-pregunte ya terminando de despertar.
-8:15am. ¿Iras a clase o conmigo al estudio de grabación? -me miro con esos ojos azules un tono más oscuros que los míos.
-No lo se... solo tengo hambre.-note que estaba desnudo, aunque no recordara muy bien lo que paso en la noche, no era de extrañarme que estudiare desnudo. Mire mi brazo izquierdo ninguna marca, mire el derecho, varias marcas de aguja, usare un suerte de mangas largas hoy.
-Mi asistente trajo comida hace una hora, báñate y come todo lo que quieras. -me dijo concentrada en su maquillaje. -En el closet tienes algo de ropa.-me levante, sin importarme estar desnudo y atravesé el cuarto hasta el baño. encendí la luz, me metí en la ducha cerrando la cortina, y abrí la llave, estaba fría pero no le tome importancia, no me molestaba. Volví a bostezar.
-¿Tienes cigarrillos? -le pregunte saliendo del baño ya duchado y con mis dientes lavados, con una toalla en la cadera y otra secando mi cabello.
-Sabes que no, el cigarrillo mancha mis dientes. -Ella ya se había puesto su ropa interior, su maquillaje estaba listo, ahora arreglaba su cabello. Yo camine a la cocina a ver que conseguía de comida. En la mesa diferentes panes, frutas, bandejas con ensaladas, jugos diferentes, leche y café.
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Entre vicios y amor.
RomansaMe enamore de un chico triste... consumido en los peores vicios. Pero... esos ojos de un azul tan claros como el cielo azul, pero tan profundos como el océano. Ese cabello rubio desordenado... no se que me enamoro, quizás su manera de fumar. ...