Dangerous Woman (SuperCorp)

-16-

Maggie Pov.

Las pequeñas iban felices, tenia pensado llevarlas a la feria, algo bueno debía hacer por ellas.

Aunque no estaba conforme con que me mandaran a mi sola.

-Muy bien pequeñas, Tia Maggie las llevara a la feria-. Dije y ellas asintieron emocionadas.

El viaje a la feria fue tranquilo, había conseguido un disco para niñas y al parecer las mantuvo entretenidas.

-¡Tia quelo ese!-. Dijo Lena apuntando una gorra.

-¿Tú también quieres Kara?-. Dije y ella asintió.

De algo serviría estas cuerdas, porque con tanta gente en la feria seria difícil encontrarlas.

Compre una gorra blanca con un estampado de Batman para Lena y una azul para Kara.

-Ahora quietas renacuajos que comprare las entradas-. Dije apuntándolas con el dedo y ambas a sintieron.

-Me das dos boletos para niños y uno para adulto-. Dije sacando la cartera.

La mujer me dio las pulseras y sonrei cuando me agache y se la puse a ambas.

-Hey... Recuerden que no pueden usar sus poderes, es un secreto... ¿Podrían hacerlo por la tía Maggie?-. Dije dándoles una sonrisa.

-¡Si!-. Gritaron felices mientras caminaban a la entrada.

Los primeros minutos fueron tranquilos pero después del segundo juego fue un caos.

¡Un caos total! Esas niñas querían todo lo que sus ojos veían, corrían de un lado a otro, saltando y gritando.

¡Muele más rapilo tía! ¿Pues que se creen estas dos? ¿Creen que tengo súper energías al igual que ellas?.

-¡Esperan niñas hay que comer algo!-. Dije tomando asiento en un banquillo.

-¡Pelo quielo pintalme el lostro!-. Dijo Lena apuntando hacia el lugar.

-¡Yo también quelo!-. Dijo Kara jalando de la cuerda.

-Esta bien, esta bien después vamos a comer-. Dije cuando mi tripa rugió.

La pequeña Lena se pinto el rostro como una Linterna Verde, me reí por lo gracioso que era todo al menos para mi.

Kara se pinto el rostro como Batman, ambas se pusieron unas capas rojas y a mi me obligaron a pintarme el rostro de una... ¡Una mariposa junto con una capa! Malditas enanas.

-¡Cool!-. Dijo Lena junto a Kara apuntando mi rostro.

-Muy bien mugrosas vamos a tomarnos una foto-. Dije sacando el celular.

Ambas se pusieron a cada lado mio y me dieron un beso en la mejilla.

-¡Eles la mejol tía del mundo!-. Dijo Lena abrazándome fuertemente.

-¡Te quelemos tía!-. Dijo Kara y pestañe varias veces para no llorar.

Uno queriendo ser rudo y estas niñas ablandan mi corazón.

-Yo también las quiero... ¡Ahora a subir a los caballitos!-. Grite feliz mientras ambas corrían.

Después de unos cuantos juegos fuimos por unos perritos calientes, Kara comió demasiado mientras tuve que suplicarle a Lena a que se terminara el suyo.

-¿Qué dicen si subimos a los carritos chocones?-. Dije y ellas asintieron.

Subimos las tres, yo manejaba y ellas iban en el asiento de a lado, las tres reímos sin parar hasta que Kara tuvo ganas de vomitar.

-¡Asco!-. Dijo Lena tapándose su ojos con sus manitas.

-Creo que me fracture la espalda-. Dije llevando mis manos a mi espalda.

-¿Tia polemos comprar un patel?-. Preguntó Kara jugando con sus manos.

-¿Para que quieres pastel? Si nadie cumple años-. Dije y ambas arrugaron la frente.

-¡Tu cumpes años! Mila-. Dijo Lena sacando mi celular.

Mostrando unos mensajes de Alex que me había mandado en la mañana y además de tener unos buenos días a su lado.

Los demás ya me habían felicitado pero tampoco era que hiciera una gran fiesta por eso.

-¿Cómo es que eres tan inteligente pequeña Luthor-. Dije sonriente negando con la cabeza.

-¡Feliz cumpelaños!-. Dijeron ambas abrazándome con fuerza.

-Gracias renacuajos... Pero... Pero me abrazan con demasiada fuerza-. Dije con dificultad.

-Muy bien... Vamos por ese pastel-. Dije tomándolas de las manitas cuando me soltaron.

Salimos del parque y fuimos a una pastelería, la más cercana, nos sentamos en un pequeño parque y Lena junto a Kara me aplaudieron y besaron todo mi rostro.

-¡Mueldele!-. Dijeron ambas y a este punto estaba con ganas de llorar.

Jamas me imagine pasarme un cumpleaños con estas dos pequeñas, las amaba demasiado.

Las quería tanto como estas pequeñas diablos como adultas también.

Se que Kara tiene a su hermana y Lena me tiene a mi porque aunque no lo seamos, ella se ha vuelto una hermana para mi.

Esa mujer inteligente con un pasado triste me había ganado y daría cualquier cosa por ella y por los demás.

Cuando le mordi ambas me empujaron y comenzaron a reír.

-¿Así vamos a jugar he?-. Dije y tome un pedazo de pastel embarrandoselo a Lena en el rostro.

Las perseguía a las dos mientras gritaban, no me importaba que la gente me viera como loca.

Las atrape y caímos al piso rodando mientras reímos.

Sube a ambas cerca de una fuente, les echaba agua y ella reían, hasta el momento no habían usado sus poderes.

Caminábamos por la acera para ir por un helado, estaba ya un poco oscuro.

-No te muevas si no quieres que las niñas salgan lastimadas-. Dijo el hombre enfrente de mi.

-Oye te daré todo pero baja el arma, estas asustando a las niñas-. Dije cuando ambas se apegaron a mis piernas.

-Tú no decides que es lo que debo hacer-. Dijo quitándole el seguro.

-¡No malo!-. Dijeron ambas al uniso.

Ambas habían usado sus poderes y el hombre salió volando a unos cuantos metros, se levantó y se echó a correr como cobarde.

Mire a las niñas que tenían lágrimas en los ojos y se abrazaban a mi con fuerza.

-Hey pequeñas estoy bien... No lloren... Vamos por un helado-. Dije cargando con un brazo a Kara y con el otro brazo a Lena.

Llegamos a la peletería y tomamos asiento en unos bancos, ellas habían dejado de llorar y entre las dos robaban de mi helado.

Mi celular sonó y mire que era Alex, al parecer habían encontrado la cura, mire al frente viendo a ambas reían y se empujaban.

Las iba extrañar, iba extrañar persiguiéndolas por toda la DEO y esto era tan triste pero estaba feliz por a ver estado a solas este día con ellas.

Porque a pesar de que eran solo unas niñas se habían preocupado por mi y me habían defendido.

-¿Ultima ronda?-. Les dije divertida, Alex podía esperar un poco mas.

-¡Si!-. Gritaron felices esas dos pequeñas.

Así que aquí estuvimos un rato mas hasta que les gano el sueño, ambas cerraron sus ojitos y les di un beso en la frente para después cargarlas con un poco de dificultad.