Radió

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Mabel y Pacífica estaban tranquilamente acostadas en la cama de la primera, escuchaban musica por la radio rosa de la Pines, Pacifica movía su pie el ritmo de la canción que sonaba era una de las favoritas que compartía con la castaña.

Mabel cerro sus ojos disfrutando del silencio y el delicioso olor del perfume de la norwest, amaba ese perfume ella también tenia uno que Pacifica le regalo en su cumpleaños pasado, sonrió al recordarlo.
Mabel giro su rostro aun con sus ojos cerrados se acomodo en la cama y los abrió de improvisto pillando a la rubia mirándole, cuando pacifica reacciono sus mejillas se tiñeron de rosa contando una risa nervioso.

—Tu piel se ve muy bien como siempre.—dijo tratando de aligerar el ambiente entre ellas—¿No has cambiado de crema facial?—agregó moviendo sus manos con nerviosismo.

Mabel rio

—Pacifica—la castaña pronuncio su nombre tomando la completa atencion de la rubia—Sabes que no utilizó cremas para la piel.—concluyo riendo.

—Oh, cierto siempre lo olvido.

El silencio regreso a la estancia poniendo incómodas a las dos chicas que solo se dan miradas rápidas, Mabel sintió como su corazón se aceleraba y como sus mejillas tomaban color. La castaña se levantó de la cama sorprendiendo a la rubia.

—¿Quieres una cerveza?—pregunto poniendo sus sandalias.

—Mabel, sabes que yo no bebo.—dijo con seriedad. No le gusta el alcohol ni que su amiga beba pero no podía hacer nada con las malas costumbres que a la castaña se le pegaban por culpa del novio de esta.—Solo traeme agua.

Mabel asintió saliendo de la habitación tratando de calmar a su corazón al igual que Pacifica en la habitación.

La canción termino y a Pacifica ya no le gusto mas.
 

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