-Hermanito, quiero montar la bici -le pedía Frank a Josué, pero él se negaba con sus ojos puestos en la pantalla de televisión y su control de Xbox en sus manos.
-Luego, ahora estoy ocupado.
-¿Puedo jugar contigo? -volvió a pedir su hermano menor con esos ojos de cachorrito hambriento.
-Frank, no molestes a tu hermano, ven y ayúdame a preparar pastelitos -llamaba Anna al pequeño castaño, el niño amaba mucho que su madre lo consienta con dulce, postres, golosinas y cariño, era el hijo y hermano favorito para todos en la casa. Era el más consentido de toda la familia.
-Mami ¿Cuando viene papi? Quiero que me enseñe andar en mi bicicleta.
-Querido, él está ocupado con su trabajo ¿Por qué no te lo pides a Andrés? Seguro ya no está ocupado con sus trabajos del colegio.
Y así como su madre le dijo salió de la cocina, corrió escaleras arriba y entró con toda esa energía y emoción a la habitación de su hermano mayor.
-¡¡Andrés!! -gritó brincando encima de la cama.
-¿Qué pasó campeón? -Andrés lo atrajo a su cuerpo y le comenzó a hacer cosquillas torturando al pobre.
-¡No! ¡No más! -Andrés le dejó de hacer cosquillas y Frank se acurrucó a un lado de su hermano sintiéndose cómodo en ese espacio entre su hermano y la pared.
-¿Feliz porque pronto cumples años? -le preguntó Andrés a su hermano menor, acariciando sus cabellos.
-¡Sí! Voy a cumplir ocho añitos -decía mostrando tres de sus dedos.
-No, esos son diez dedos, estos son ocho deditos -le mostró sus ocho dedos, Frank solo miraba sus deditos de la mano haciendo que contaba. De los dos hermanos mayores, Andrés es el más encariñado con él, siempre que cuando no está ocupado juega con su hermanito y a veces hasta dormían juntos cuando se quedaban toda la noche despiertos.
-¿Y a qué viniste? -le preguntó Andrés.
-Ehmm, quiero aprender a andar en bicicleta -las mejillas del niño se sonrojaron por su timidez. Claro, ya que Frank es un niño tímido y un poco cobarde en ciertos aspectos.
-Claro, vamos afuera -Andrés le desordenó todo el cabello, al bajar las escaleras se dieron cuenta de una cosa. Estaba lloviendo. -Lo siento campeón, será para la próxima.
-Frank, ya están los pastelitos. ¿Quieres probar? -su madre se había asomado para ver a su hijo a un lado de las escaleras con una expresión un poco desanimada, pero su expresión cambió a una muy positiva cuando su madre nombró la palabra pastelitos.
-¡Sí! Pastelitos -bricaba de un lado para otro como conejo saltarín.
-No comas mucho porque luego te enfermas, hijo -le explicaba Anna. Frank costosamente se subió a la silla para poder alcanzar los pastelitos.
Frank comenzó a tocer descontroladamente, alertando a todos los que estaban cerca. Andrés se acercó tratando de ver que era lo que tenía.
-¡Ayúdalo, se está ahogando! -Gritó Anna.
-¿Qué pasa mamá? -Josué entró en la cocina, cuando vio todo lo que sucedía se puso pálido. -¿Qué le pasa a Frank?
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Feliz Por Haber Amado.
Teen FictionDaniel es un chico de 17 años con sus típicos problemas de adolescente, pero de su gran lista agrega uno más, su homosexualidad. Noah es el mejor amigo de Daniel, es alto, fuerte y guapo. Un modelo a seguir para cualquier chico en el instituto, per...