1. el inicio

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QUERIDO CUPIDO;
Yo, soy Denied si lo se un nombre bastante peculiar, se lo debo a mis padres en especial a mi Madre, ella tiene algo con los nombres, pero no es por eso que te escribo esta carta si no porque hace una semana e hecho algo bastante idiota, pues la verdad lastime a alguien no te diré que para mí era especial o el amor de mi vida porque no lo es la verdad solo era una más pero ella me dijo algo, y nadie podría contestar esa pregunta excepto tú y no se tal vez si eres quien se supone que eres tú la leerás y contestaras mis preguntas,
No soy de tus fans ni mucho menos ni siquiera creo en ti a decir verdad pero si aparecieras y contestaras estas dudas tal vez  salvarías a muchos corazones de mi.

Esperare la respuesta en una semana, si no hay respuesta a esta carta daré por hecho que no existe. 

ATENTAMENTE:
Denied, el que a destronado más corazones de los que se pueden contar.......








En un lugar más lejano del que se podría llegar, más perdido del que se puede encontrar, había un palacio tan grande y  blanco que parecía hecho por los mismos ángeles estaban en la sala una joven hermosa sin duda pero peculiar pues estada vestida de negro completamente y tan enojada con el hombre que estaba enfrente de ella, que se belleza resultaba tenebrosa y muy peligrosa más el hombre enfrente de ella no sentía el mínimo miedo solo estaba tranquilo como si nunca hubiera sentido nada
— no puedes obligarme¡no puedes!— la hermosa chica grito lo ultimo con tanta fuerza que si el hombre no fuera su padre el sin dudarlo saldría corriendo.
— te equivocas cariño si puedo y lo voy a hacer quieras o no– ella no ganaría no a el y menos de esa forma.
— te lo suplico padre, no lo hagas— los ojos de la hermosa muchacha se llenaron de lágrimas
—te lo imploro no me hagas esto ami no— mientras dijo esto ella se inclinó para arrodillarse por primera vez en se existencia A sus rodillas les faltaba poco para tocar   el suelo su padre se movió con su inusual rapidez y la jalo del brazo para que no pudiera hacer eso que haría
—pensé que siempre supiste que jamás te arrodillarías ante alguien, yo mismo te lo enseñe y nunca lo hiciste, porque ahora y ante tu maestro el que te dijo y enseño que jamás perdieras tu orgullo— su padre la miraba con coraje y decepción
—también me has dijo que por amor se hace cualquiera cosa, que todo se valía, que siempre habría esperanza mientras se viviera y ahora me lo quitas todo, como si no fuera nada como si yo no importara nada— la chica lloraba nunca lloro por nada y ahora lloraba enfrente de la última persona que tenía que verla llorar
—hija mía, tú has visto tanta desgracia, y esa desgracia solo es causada por algo y tú y yo lo sabemos nosotros somos parte de esa causa— el le acarició el cállete con su palma
— pero es una causa justa mi niña una demasiado necesaria— ella trató de alegarse pero su padre era demasiado fuerte
— yo diría que es demasiado estupida, si me lo preguntas— su padre sonrío pues tenía el reto perfecto para esta niña insolente
—el problema es que nadie te pregunto mi niña pero te haré una propuesta si ganas yo me retracto— ellos se lanzaron miradas llenas  de reto y sonrisas arrogantes
—aceptó—dijo la hermosa muchacha lo que no sabía ella era que este reto iba a ser más difícil que cualquier cosa que allá hecho jamás

Cartas a cupido Where stories live. Discover now