A veces demostramos el amor de forma estúpida.
Eres un cisne "pecas", siempre lo fuiste, no le creas al idiota que te llamaba rana por cobarde-, murmuré antes de salir dejando lo que quedaba de mi corazón atrás.
tara no se imagina que el asistir a...
-Licenciada esta aquí la señorita Zoe -, escuché a mi secretaria por el intercomunicador.
-Gracias Jane, dile que pase-, le pedí antes de dirigirme a mi tocador, me lavé las manos y me puse crema, había quedado de cenar con mi amiga, Zoe , más bien dicho la única amiga.
Me retoqué un poco el maquillaje, mas para tapar las pecas que por otra cosa. Se me revolvió el estomago solo de pensar en ese nombre, hace años puede haber matado a nick baterman de haber tenido la oportunidad.
Me reí de mi misma y mis traumas de preparatoria, al fin y al cabo, solo estaba algo sentimental por la dichosa invitación a la fiesta de ex alumnos, cuando salí del cuarto de baño, Zoraida iba entrando, igual de rubia y elegante como siempre.
-Hola tara -, saludó sentándose en frente de mi escritorio -Hola, solo déjame recoger unas cosas y nos vamos a cenar-, ella asintió y señaló su BlackBerry, supuse que también necesitaba algo de tiempo, mi amiga era organizadora de eventos, toda una master en bodas, era genial, aunque eso la volvía muy sentimental, era una debilidad, yo creo que el corazón es mucho mas débil que la mente, ella decía que nuestras personalidades estaban mas bien reflejadas por nuestros trabajos, ella organizando uniones y yo, siendo la jefa de redacción de una importante revista de negocios, tal vez tenía razón.
Terminé el último correo mandando mi opinión sobre la siguiente columna de uno de nuestros reporteros para disponerme a apagar la portátil. -"Fiesta de Ex alumnos"-, giré mi cabeza al escuchar a Zoe , tenía la invitación entre sus manos y levantó su rostro con los ojos brillantes.
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-¿Qué?-, pregunté haciéndome la desentendida -Como qué, qué, ¿cuándo me ibas a decidir que tenias una fiesta de ex alumnos?-, preguntó impaciente -Déjame ver... ¡nunca!, porque no voy a asistir-, le contesté tajantemente, ella rodeó los ojos mientras tomaba su bolso y salíamos de la oficina, aun traía la invitación entre sus manos, hubiera querido arrancársela y tirarla a la basura
Subimos al ascensor junto a Tyler Coney, uno de los editores, nos sonrió pícaramente pero no quise ni siquiera molestarme, estaba demasiado desesperada por aquella dichosa invitación.
-¿Cuándo le vas a sonreír al menos?-, preguntó Zoe divertida, ya en el estacionamiento, subimos a mi coche pues ella había tomado un taxi para llegar a mi oficina.
-No quiero un relación-, le especté con voz cansada
-Nadie dijo una relación, pero oye no esta mal para una buena noche-, la miré con los ojos desorbitados mientras arrancaba -Lo dice la señorita: "Una boda para toda la vida"-, Zoe se rió de mi tono y después rodeó los ojos. -Bien dejemos ese tema, deberías haberte ordenado de monja-, me paré en un semáforo en rojo y la miré -No quiero otro divorcio como el de mis padres o que jueguen conmigo, además sabes que ha habido hombres en mi vida-, Zoe había sido mi amiga desde la universidad y había conocido a mi único novio y a unas cuantas citas, pero Rodrigo no era mi amor perfecto, solo un buen amigo y los demás solo fueron citas que acabaron en una noche y que en realidad me dejaron sin siquiera una buena "O", patético a decir verdad pero estaba feliz con mi vida, era independiente, exitosa en mi trabajo, tenia unas buenas inversiones, un departamento a mi gusto, un auto elegante y versátil, una buena amiga, no necesitaba nada más.
