FINAL
Vi entrar a mi secretaria mientras sostenía unos sobres en sus manos, cerré los ojos y gemí , ella sonrió negando.
-No te preocupes solo es correo-, murmuró Jane dándome los sobres, los miré fugazmente y asentí dejándolos cerca para revisarlos el lunes.
-¿Lograste cambiar la cita con la empresa de publicidad?-, le pregunté mientras ella miró, sonrió y me entregó mi agenda personal.
-Te iras al cielo, lo juro-, murmuré y ella se rió.
-Tranquila tara, tienes la tarde libre-, contestó ella, la miré sonriendo, desde hace días le había pedido que me considerara su amiga, mas que su jefa yo apreciaba a Jane, era una joven trabajadora que luchaba por lo que quería, por ello se merecía el puesto que le iba a proponer, el lunes, ¡Otro pendiente!
Mi teléfono privado sonó mientras ella terminaba de revisar los papales que le había entregado para que los archivara o enviara según sea el caso.
-Hola cisne-, murmuró mi novio desde el otro lado de la línea.
-Hola amor-, saludé con una sonrisa boba en el rostro, Jane se tapo la boca con los dedos y salió de la oficina.
Habían pasado dos semanas de nuestra vuelta de Forks, aun me costaba asimilar que después de todo nick y yo estábamos juntos, me sentía viva, feliz, a pesar de que gran parte del trabajo en su oficina lo tenía agobiado, habíamos salido varias veces, las mejores citas de mi vida, románticas, divertidas y llenas de expectación, y tensión.
No habíamos hablado del tema o de la combustión espontánea que parecían sufrir nuestros cuerpos al estar cerca, aun cuando habíamos estado en el departamento del otro, nada mas había pasado, tenia la sensación que nick jamás daría un paso, nuestra historia no era del todo normal, a si que como toda una mujer profesional tenía que agarrar el toro por los cuernos.
-¿Qué tal el trabajo?-, preguntó con voz susurrante.
-Extenuante, tengo una cita para las cuatro, después revisar unos escritos para el próximo número de la revista y no se unas cuantas cosas mas y tu, ¿por fin te has puesto al corriente?-, pregunté y el se rió.
-No, esas "vacaciones" has salido caras, pero no te preocupes Garret estará de vuelta la semana que viene, podré escaparme-, lo ultimó lo murmuró haciéndome reír.
-Te voy a extrañar-, siguió mientras yo me mordía el labio para no decir nada.
-Te llamó mañana y almorzamos juntos ¿si?-, propuse mientras el lo pensaba.
-Claro amor-, aceptó mientras yo me despedía, colgué el teléfono y cerré los ojos.
-Te crecerá la nariz como pinocho-, murmuró Zoe desde la puerta.
-Pero valdrá la pena, cada centímetro-, mi amiga soltó una carcajada y yo la fulminé con la mirada.
-Que estés pensando en tu plan y en los "centímetros" es muy chistoso-, continuó entre risas.
-Recuérdame por que te tuve que contar-, murmuré enfurruñada mientras terminaba de guardar mis cosas.
-Fácil, soy tu mejor amiga, además mis ojos tiene que verlo para creerlo, ¡tu!, haciendo una cena romántica a la luz de las velas con violín de fondo-, bromeó
-No exactamente así-, corregí y ella sonrió.
Salimos de la oficina, nos despedimos de Jane y nos dirigimos en el auto de Zoe hacia el departamento de nick .
-Pasado mañana me entregan los boletos, espero que ambos hayan tenido el tiempo para "apartar" esos días-, murmuró mi amiga de camino.
-Claro, quien se perdería tu boda en una isla paradisíaca-, bromeé y ella se rió.
Aparcamos fuera del edificio y miré a marie esperándonos en la entrada, su sonrisa parecía destellar.
-A veces ella me da miedo-, confesó zoe.
-A veces, a mi también-, bromeé antes de bajar.
-Hola tara, hola Zoe -, saludó Marie.
-Estas segura que no vendrá para acá-, inquirí y ella asintió.
-Segura, mu esposo habló con el, dijo que saldría de la oficina a las 5, mi maridito le pidió que fuera por el ya que su auto se había averiado, no hay problema-, contestó mientras yo cerraba los ojos.
-Espero que le guste-, murmuré subiendo al elevador.
-A que novio no le gusta ser seducido-, preguntó Zoe
-No me refería a eso-, contesté mientras ambas reía.
-Claro tara claro-, murmuró mi mejor amiga.
Me encantaba el departamento de Christopher , olía a el, su piano, su escritorio tenia su esencia, fui hasta la cocina y comencé a poner la compras que había hecho esta mañana en el lugar correspondiente, el vino blanco en el refrigerador, las fresas y los duraznos, deje en una de las repisas el chocolate y la crema batida.
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Esta Vez, Si (terminada)©
RomanceA veces demostramos el amor de forma estúpida. Eres un cisne "pecas", siempre lo fuiste, no le creas al idiota que te llamaba rana por cobarde-, murmuré antes de salir dejando lo que quedaba de mi corazón atrás. tara no se imagina que el asistir a...