capitulo 6 ¿odio a las moiras y su destino ?

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Nota (oigan  la cancion )

Alisé mi vestido rosa, con holanes en las mangas y en la falda, en realidad no había querido asistir al baile, pero Charlie me había dado el vestido, no quería hacerlo sentir mal, le había dicho que mi pareja me esperaría en el baile…tremenda mentira, ahora solo esperaba pasar desapercibida, me tomé un vaso de refresco en un rincón del gimnasio de la escuela y miré como el rey y la reina de la graduación bailaban, taylor y Beli se miraban tan bien juntos, ambos guapos, ambos con cuerpos atléticos, ya no éramos unos niños, bueno al menos ellos ya no, yo seguía con mi sobrepeso y cuerpo de niña y aun cuando me había quitado la ortodoncia, los lentes aun seguían, el cabello erizado que llevaba en un moño improvisado y las pecas, por supuesto.
Me había puesto brillo labial por primera vez, en realidad no estaba fea, solo simple, un punto que se puede borrar en un mapa.
-Te imaginas tener una historia de amor como la de ellos-, suspiró Kate mientras yo sonreía, negué con la cabeza y me disculpé saliendo del gimnasio, caminé dando la vuelta mientras oía unas voces a lo lejos.
-Pensé que iríamos todos juntos a la Universidad-, replicó sol  molesta
-¿De verdad salimos aquí para hablar?-, contestó nick con voz cansada
-Esto es en serio nick , creí que estaríamos juntos-, chilló ella con voz infantil.
-No, no juntos y lo sabes sol-, contestó el con voz dura.
-¡Entonces es un juego!-, contestó ella enojada.
-Eres mi amiga-, repitió el.
-Bueno, entonces por que te alejas de tus amigos-, inició ella, escuché con el ceño fruncido…
-No me alejó, seguiré en contacto, con todos-, terminó nick  mientras yo caminaba un poco mas.
-Pero en la Universidad del Este estaríamos a un paso de distancia, tienes una beca deportiva igual que taylor-, insistió ella.
-El deporte no es lo mío-, contestó el, me escondí en la esquina mientras los miraba, ¿Dónde estudiaría nick?
-Pero eres buen corredor-, insistió ella,
-No es lo que quiero hacer de mi vida-, terminó el mirando al suelo
-Sabes, parece que no eres tu-, murmuró ella molesta
-Tal vez ya me canse, ¿no crees?-, contestó el y sol rió.
-¿De que nick ?, lo tenemos todo-, contestó ella con aires de suficiencia, niñita tonta.
-No, ese es el problema, no tenemos nada que en realidad valga, la popularidad no te dará nada, ¿no lo entiendes?, no quiero seguir así-, el miraba hacia los árboles de la parte trasera de la escuela mientras ella bufaba.
-Suenas a funeral-, replicó ella
-Entonces vete-, gruñó el, ella se giró mientras yo sentía como una hormiga me picaba en la pierna, la espanté moviendo algunos arbustos, salí a su campo de visión y sol  pasó delante de mi aventándome y perdiéndose de mi vista.
-Es de mala educación escuchar conversaciones ajenas pecas-, regañó el sin mirarme, apreté las manos en puños y me giré para irme, eso se merecía nick baterman  quedarse completamente solo.
Me removí en la cama y abrí los ojos, esperando estar en la preparatoria, entrando al gimnasio de nuevo, miré mi habitación y al reloj que marcaba las cuatro de la mañana, suspiré y cerré los ojos, hace años que no soñaba con un recuerdo de esa época.

Al final nunca supe donde estudio nick baterman ,taylor se graduó de la Universidad del Este, lo sabia por las conversaciones de esta ultimas semanas pero de nick… nada, cerré los ojos y traté de olvidarlo, no tenia importancia, aun así de una forma o de otra el no salía de mi mente, no podía olvidarlo, por mas que luchara, por mas que lo intentara, me levanté y fui al cuarto de baño, me lavé la cara y regresé a mi cama, sin pensarlo saqué mi móvil y llamé a Zoe , contestó al tercer timbrazo con voz dormida.
-Dime que es importante y no te matare-, saludó mientras yo sonreía.
-Lo siento tuve una pesadilla-, contesté mientas me acurrucaba en la cama.
-Tranquila mi niña los monstruos no existen-, se burló ella mientras yo reía.
-Este si-, murmuré mientras oía a Zoe  moverse.
-¿Qué pasa tara?-, preguntó ella y yo comencé a llorar.

-Puedes venir-, ella aceptó y colgó, escondí mi rostro en la almohada y esperé, no sabía que mas hacer, no lo entendía, hacia ya casi dos semanas que había encontrado a nick fuera de mi apartamento, había desaparecido como llegó, sin embargo no podía arrancármelo de la cabeza, lo odiaba y me odiaba a mi, por que jamás había sentido por alguien lo que mi cuerpo sentía con el solo recuerdo de sus labios, unos labios que no entendía por que habían tocado los míos.
Oí a Zoe  abrir con la llave que tenía de mi casa y se acostó ami lado mientras yo me limpiaba algo la cara.
-¿Qué pasa tara?-, preguntó ella con voz distorsionada.
-No seque me pasa, no puedo, no…-, escondí la cara en la almohada y ella apartó mi cabello, me dejo desahogar y se sentó en la cama con la espalda recargada en la cabecera, al poco rato yo me acomodé en la misma posición y ella esperó.
-Soñé con nick -, conté al fin mientras ella fruncía el ceño.
-tara  es parte de tu pasado, solo era alguien que te molestó, solo alguien sin importancia-, yo negué mientras ella trataba de tranquilizarme.
-Es que no es pasado, esta aquí, aquí, no se va, él…me besó-, continúe mientras me señalaba la cabeza para luego esconder la cara entre mis manos.
-¿Cuándo?-, la voz de Zoe  parecía de sorpresa.
-La noche del baile y hace dos semanas, estaba aquí-, le conté todo desde el desperfecto del coche hasta el punto en el que me di cuenta que se había quedado con mi broche.
-Dulce -, me abrazó y acarició mi cabello.
-No seque decirte, tienes que olvidar todo lo que pasó, lo viejo y lo nuevo, el tiene su vida, tu la tuya, tal vez solo se les salió de las manos, tantos sentimientos encontrados-, murmuró mientras yo la miraba.
Estuvimos un rato así, al final desayunamos juntas y se fue para alistarse rumbo a su trabajo, cuando estuve cambiada y peinada, fui al closet y saqué la bolsa con el saco, no quería nada de el, debía olvidar, comenzar de nuevo y cerrar esa etapa.
Marqué el número y esperé
-Hola-, contestó Marie baterman en tono cordial
-Hola Marie , soy tara, me recuerdas-, saludé mientra se oía un pequeño alboroto, como si se le hubiera caído algo.
-Claro que te recuerdo tara, ¿En que puedo ayudarte?-, preguntó ella
-Me gustaría comer contigo y pedirte un favor si no te molesta-, pedí mirando la bolsa.
-Me encantaría, pon la hora y el lugar-, contestó casi con una sonrisa a través del teléfono, nos quedamos de ver en un pequeño restaurante chino cerca del centro, fue a realizar unos pendientes a la oficina y a las 2:30 estaba frente a la menor de los baterman , quien me miraba expectante.
-Estoy feliz de que me llamaras, tenia ganas de volver a verte-, comentó ella mientras yo sonreía.
-Gracias Marie -, ordenamos y esperé un poco antes de pedirle mi pequeño favor.
-Tu esposo me odiara por robarte a la hora de comer-, bromeé mientras ella reía.
- se la pasa en el estudio, es compositor, y profesor de música, siempre leyendo, siempre estudiando o creando-, murmuró ella tratando de sonar fastidiada pero sonreí al mirarla, parecía muy, muy enamorada, me recordó a Zoe  hablando sobre Marco.
-Se mira muy inteligente-, me sonrojé casi de manera involuntaria y ella rió.
-Lo se, cuando lo conocí lo odiaba, necesitaba un tutor para literatura, soy realmente mala, así que me asignaron bajo su tutela, yo creía que era un estirado y el creía que era un niña hueca-, sonrió y yo reí
-Al parecer ambos estaban equivocados-, ella asintió y luego se puso seria.
-No del todo, parte si, parte no, nadie debe juzgar antes de tiempo y todos tenemos defectos, comentemos errores, pero siempre ahí alguien que te hace ser mejor, que te hace cambiar-, contestó mientras me miraba, sonreí y ella suspiró.
-tara yo, mira sobre todo lo de la preparatoria…-, le toqué la mano y sonreí ya no valía la pena, pedí la cuenta y me giré hacia ella.
-Ya esta olvidado Marie -, ella sonrió
Cuando estuvo pagado, me giré y cogí la bolsa, se la entregué y tomé mi bolso.
-Sabrás a quien dársela, espero verte de nuevo Marie , gracias-, me despedí, ella frunció el ceño pero no dijo nada, me besó la mejilla y salí del lugar sin mirar atrás, por fin mi pasado quedaba cerrado.
Me dediqué a ocupar mi cabeza, a seguir con la vida que yo quería, me concentré en remodelar el estudio de mi apartamento y en el proyecto de la revista digital, para ello organizamos un concurso de licitaciones con los mejores despachos de analistas y programadores en el estado, al final después de casi dos semanas, teníamos el proyecto ganador, y todo estaba preparado para comenzar a trabajar, el proyecto estaba estipulado para salir a la luz en a lo mucho un mes, en el cual trabajaríamos codo a codo con el personal de “ProgFly”, para poner todo en marcha y capacitar al nuevo departamento que se encargaría de la revista por Intern.et.
-Están pendientes de firmar estos papales tara -, comentó Jane sosteniendo unos folder.
-Claro, gracias-, contesté mientras ella sonreía.
-Si no me necesitas mas me retiro, solo recordarte que mañana viene el gerente de la empresa de programación que se contrató, para firmar el contrato.
-Esta bien Jane, descansa-, mi secretaria asintió y se fue, me quedé un rato mas, mientras la soledad de la oficina me llenaba de un sentimiento profundo, en realidad no había nada mas, solo eso, silencio, vacío, por primera vez sentía que me hacia falta algo.

Al siguiente día, me desperté con los ojos hinchados, no había podido dormir bien, me duché dejando que el agua me relajara un poco, me puse gotas para los ojos y pasé de lo lentes de contacto, saqué unos lentes delgados sin armazón y dejé mi cabello lacio en una coleta alta, me maquillé tenuemente y me puse un lindo traje sastre negro con falda en tubo que acentuaba mi figura, me coloqué los zapatos y salí rumbo a la oficina, un sentimiento de inquietud me acompañó toda la mañana, salí a almorzar con Zoe  la cual insistía en que debíamos de salir este fin de semana, mi amiga aun seguía insistiendo en que necesitaba enamorarme de alguien, para olvidarme de todo aquel embrolló que mi cabeza se había formado pero me aterraba, enamorarse era entregarse a alguien y como ibas a saber si esa persona no te haría daño, no te lastimaría.

La extensión de Jane sonó y contesté mientras revisaba algunas propuestas de portada.
-tara  el gerente de ProgFly esta aquí-, informó ella mientras yo asentía.
-Claro puedes ofrecerle un café y llevarlo a la sala de juntas-, ella aceptó y colgó, cuando salí de mi oficina con el contrato en la mano, Jane regresaba y me dio las copias que faltaban.
-¿El Sr. Sanders viene solo?-, pregunté a Jane mientras ella negaba.
-Bueno si viene solo pero no es el Sr. Sanders, ayer por la tarde llamaron, ProgFly es dirigida por dos socios el Sr. Sanders esta de viaje así que en su lugar esta aquí el
Sr. Baterman -, contestó ella mientras yo tiraba la carpeta al suelo, me disculpé y la junté sintiéndome de papel, cerré los ojos y traté de concentrarme, simple coincidencia.
-No importa Jane, ¿Cuál es su nombre?-, pregunté mientras ella miraba en su agenda.
-nick baterman
Esta debía ser otra pesadilla.
Tenía que serlo.

*Nick*
Miré la sala de juntas tratando de convencerme que aun estaba a tiempo de irme sin verla, me había prometido a mi mismo que la olvidaría, olvidaría mi triste obsesión de adolescente y seguiría con mi vida, pero cuando Garret me informó sobre el nuevo proyecto de la revista digital y cuando me enteré quien nos estaba contratando no puedo resistirme de involúcrame en el proyecto hasta que ganamos la licitación, pensé que podría hacer mi trabajo sin cruzarme con ella, al fin y al cabo Garret podría realizar todo el trabajo aquí, pero tuvimos un problema con la filial de España y tuvo que salir de viaje, estuve tentado a cancelar la cita y pedir que esperaran a que Garret regresara pero me di cuenta que no debía huir de nada, ni siquiera de la mujer que me volvía completamente loco, a la que odiaba y deseaba con todas mi fuerzas, llevaba un mes solo recordando sus labios, y el sonido de su voz, llevé mi mano al puente de la nariz, y escuché la puerta abrirse, ahí estaba ella.
Me levante alisándome la corbata gris y el saco negro, no pude evitar mirarla desde esos lentes que la hacían parecer tan ella hasta su indumentaria de alta ejecutiva y en ese momento tomé un decisión, me disculparía por todo lo que hice cuando estuvimos en el instituto, con acciones no palabras como ella había pedido, ya no era el estupido adolescente que solo podía molestar, ahora tenía lo que quería, mi trabajo y mi familia, después cerrado ese ciclo, ella podría seguir su vida y yo la mía.
-Hola nick , parece que trabajaremos juntos-, me tendió la mano y la estreché mientras me hormigueaba la piel, nos separamos y se sentó poniendo de distancia la mesa.
-Te parece si revisamos el contrato-, me tendió los documentos y yo asentí, ella parecía imperturbable, "¡Eres masoquista nick baterman !"

Esta Vez, Si (terminada)©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora