Prólogo

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Se estaba aburriendo en esa maldita fiesta la cual su mejor amigo la había obligado ír, la había dejado sola en la barra mientras el se iba con una rubia exageradamente operada. Ojala y no se le pare pensó pero sabia que eso no seria posible ya que antes de irse se le notaba a kilómetros su erección, bufó molesta y giró hacía la barra para pagar la cuenta, estaba dispuesta a irse, mientras pagaba la cuenta sintió que alguien la miraba asi que giró su mirada y al otro lado de la barra se encontraba un rizado mirándola, le guiño un ojo y  sintió sus mejillas arder pues  el muchacho era bastante atractivo ¿para qué mentir?

El barman le dio su factura y ella le dio un último vistazo a aquel hombre que la miraba acosadoramente pero este ya no estaba, miró hacía todo su alrededor pero había pura gente bailando o manoseándose entre ellos pero él no estaba, dio un suspiro largo y sintió su piel erizarse cuando sintió unos brazos enrollándose en su cintura seguido por unos besos en su cuello, cerró los ojos disfrutando ante el tacto.

"¿Me buscabas?" Sintió su aliento en su oído y suspiró.

Si su amigo podía divertirse ¿Por qué ella no?

Se giró sobre sus talones encontrándose al rizado mirando sus labios de manera provocativa Deja de ser tan tímida ¡Hazlo! Se animó a besarle y sin previo aviso se puso de puntillas, enrosco sus brazos en su cuello y lo beso con fiereza, obviamente el le correspondió, él agarró su cintura y la apretó contra él, un gemido escapo de la boca de ella al sentir un bulto contra su pliegue.

Se separaron para tomar aire e inmediatamente le agarró de la mano y la llevo a una habitación de la segunda planta, estaba un poco nerviosa, pues su vida sexual no era muy activa que digamos, no recordaba la última vez que tuvo un encuentro sexual y eso la ponía nerviosa sin embargo no lo demostró.

Ambos caminaban apresurados por los pasillos de esa gran casa hasta que encontraron una habitación vacía.

Una vez que el rizado le puso el pestillo a la puerta la agarró de la cintura y la beso cayendo a la cama con ella encima.

Ella puso sus piernas alrededor su cintura y le empezó a dar pequeños besos en el cuello mientras este soltaba suspiro, regreso a sus labios y lo volvió a besar salvajemente.

El rizado la agarró de la cintura y la giró haciendo que ella quedara debajo suyo, le empezó a besar el cuello mientras apretaba sus glúteos con fuerza, llego al valle de sus senos y empezó dar pequeños besos, ella alzó sus caderas contra él queriendole decir que quería más, él de inmediato capto la indirecta y deslizó sus manos por su espalda para después bajarle el cierre del vestido y sacarselo por completo, el rizado se arrodillo sobre la cama y la miró, estaba solo con una diminuta tanga que pronto se encargaría de sacarsela.

Se quitó la camisa sensualmente dándole un espectáculo demasiado sexy para ser verdad y dios se había excitado más al verlo solo en bóxer el cual se le marcaba su gigante miembro.

El rizado sonrió ligeramente y la volvió a besar esta vez bajando por todo su cuello dejandole pequeñas marcas rojas por este, paso su lengua por toda su clavícula hasta que llegó al valle de sus senos el cual lamió como si fuera un dulce, con una mano apretaba su seno izquierdo y con su boca se encargaba de chupar su pezón derecho, ella gemia  como loca, era un placer casi inhumano, sentía sus partes mojarse cada vez más y como no, con un dios como él nadie se podría resistir.

Bajo su boca hasta su ombligo y lamio su alrededor provocando que la lengua del rizado chocara con su piercing.

Bajo un poco más bajando esa tenga que tanto le había encantado, empezó a besar us muslos y ella ronroneaba como perrito, el rizado dio una inesperada lamida por toda su zona a lo que ella soltó un fuerte gemido.

El rizado empezó a lamer como si de una chupeta se tratara y ella solo daba fuertes gemidos, agarró su cabeza y lo presionó mas contra ella, quería más, claro que quería mas, pero el rizado no se quedaba atrás, la penetro con dos de sus dedos y ella dio un grito, chupaba su clítoris y la penetraba con dos de sus largos y gruesos dedos y dios amaba como la hacía sentir ese placer inhumano.

Cuando estaba apunto de llegar el paro y ella se quejó.

"Tranquila gatita, ya viene lo mejor" Le guiño un ojo y ella se limitó a suspirar, este chico la había dejado sin respiración no quería ni imaginarse que mas podía hacerle.

Su respiración se corto cuando vio que se quitó el bóxer y su gran miembro salió disparado y vaya que si era grande, agarró el condón y lo deslizó por todo su miembro.

El sonrió cuándo notó lo sorprendida que ella estaba al ver su gigante miembro, eso alimentaba su ego.

La beso y antes de que ella reaccionara el ya estaba dentro de ella provocando que soltará un grito de dolor, no estaba preparada y como lo había dicho antes, hacía tiempo que no tenía intimidad y aparte el miembro del rizado era gigante.

"¿Te lastimé?" Se preocupó el rizado.

Ella respiró pausadamente y se limitó a negar.

"Tú...tú solo sigue" Le ordenó la chica, el rizado se sorprendió al oír su voz, fue la primera vez que la escuchó en toda la noche y dios, su voz era hermosa.

Empezó a mover su miembro lentamente para que se acostumbrará a su tamaño.

Cuando notó que la chica se mordía el labio que inferior no pudo evitar besarla y empezó con sus embestiadas lentas pero duras.

"Más..."Gimió ella, el obedeció y empezó a acelerar "ah ¡así!" Gritaba mientras le enterraba las uñas en su espalda.

Entraba y salía, entraba y salía, entraba y salía, ese vaivén que la hacía llegar a los cielos.

Sintió un nudo formarse en la boca de su vientre, el rizado cada vez la penetraba más duro hasta que ¡Pum! Explotó, había llegado al climax de la forma más exquisita posible pero sin embargo el no paro y siguió penetrandola.

Ya había tenido tres orgasmos seguidos y el rizado no paraba, ahora ella estaba sobre él y lo cabalgaba duramente, el tenía sus manos sobre sus curvas y la impulsaba y montarlo más fuerte.

"Sigue así nena, así... ya casi..." Gimió.

Ella aceleró sus movimientos pero el la agarró y la obligó a poner su pierna sobre su hombro dándole una posición muy expuesta, el rizado siguió con sus movimientos hasta que ambos llegaron al orgasmo, él cayo encima de ella y la beso, la beso con fiereza, con adrenalina, se separó un poco para poder recuperar sus respiraciones, ambos estaban jadeantes, habían tenido el mejor encuentro sexual de su vida y ambos estaban seguros de esos pero también  estaban consiente que eso quedaría ahí, en Una noche de aventura.

~Maddy👑

One Nigth Adventure.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora