Capítulo 2

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DULCE VENGANZA

Bella POV

Ya estaba harta, lo juro. Desde el día en que ese maldito de Edward Cullen me había visto en... paños menores no dejaba de joderme la vida. Una vez el muy perro estaba con sus amigos Emmett y Jasper frente a su casa, yo pase por allí con una mini falda y el codeó a sus amigos mientras les decía: "¡Ey chicos! ¡Aquí viene Bella-Lindo-Trasero!" y comenzaron a carcajearse como idiotas a mi costa. Yo solo enterré mis uñas en la palma de mis manos para descargar mi furia y vergüenza, deseando que en vez ésta fuera el adorable rostro de Cullen.

Es por ello que cuando mí querida amiga Alice me anunció que se había hecho novia de uno de sus amigotes, Jasper Hale (¿casualidad? Definitivamente no, más bien es como una broma pesada del destino), casi muero de una combustión espontánea, ya que eso implicaba que, una vez más, mi vida giraría entorno a la de Edward. Inaceptable. No tanto porque odiara cada una de sus burlas hacia mi (ya que de la noche a la mañana me había convertido en el blanco de sus bromas) sino que aún sentía una fuerte atracción hacia él y eso era dañino para mi instinto de supervivencia.

Y bien, pues he sacado el tema a relucir porque justamente me encontraba con mi amiga Alice hiendo a una "fiesta" en casa de su novio, donde obviamente iba a estar mi adorado vecino.

- Ya deja de darle vueltas al asunto mujer –me reprendió Alice- parece que fueras a un velorio, ya cambia esa cara Bella ¡por el amor a Dios!

- De acuerdo Alice –dije enfurruñada- pero sólo recuerda que fuiste tú quien me obligó a venir aquí.

Ella suspiró, sabía que estaba haciendo lo posible por contenerse y no darme una bofetada por la actitud tan infantil que estaba tomando.

- Está bien Bella -¡Oh no! Estaba utilizando su famoso puchero Made in Alice. Eso no significaba nada bueno- Si quieres podemos regresarnos para poder dejarte en tu casa y así estés contenta... –ahora usaba la psicología inversa –aunque ya nos encontremos a más de medio camino y me abandones cuando más te necesito –además recurría al chantaje ¡Bien Alice! Tú ganas.

- Déjalo Alice, iré contigo a la fiesta –en seguida cambio su cara de borrego a medio morir por una de completa dicha- sólo no te prometo ser el alma de la fiesta –mi amiga parqueó el carro, ya habíamos llegado. Tragué grueso- Es más... prometo comportarme como el mismísimo Grinch en víspera de navidad.

Mi amiga bajo del automóvil riendo. Cuando me ubiqué a su lado en el umbral de la puerta de entrada ella agregó:

- Querida, tú nunca has sido el alma de las fiestas. –la fulminé con la mirada, aunque fuese verdad, pero una cosa era saberlo y otra que te lo restregaran en la cara.

- Mira nada más a quién tenemos aquí –era la voz de Emmett luego de abrirnos la puerta- Mi duende favorito, y Bella-Lindo-Trasero –si las cosas comenzaban así...

- ¡Emmett! Deja de decirnos así –le reprendió Alice, su expresión de enfado cambio a una de alegría cuando se le tiro e brazos para saludarlo. Sí, esta chica era bipolar.

Al instante se nos acercó Jasper y luego de saludarme con un beso en la mejilla y un escueto "Hola" comenzó a intercambiar fluidos salivales con Alice ¡Puaj! Definitivamente repugnante. Decidí que era mejor irme de allí cuanto antes, pero fui abordada por un chico de cabellos cobrizos.

- ¡Ey Bella! Es un placer tenerte por aquí –dijo recorriéndome con la mirada.

- No puedo decir lo mismo –murmure desdeñosamente mientras trataba de escabullirme. Desde luego, no funcionó.

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