Mi bailarina de porcelana

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"Te amo" 

esas fueron tus palabras, 

te levante del suelo donde yacías  lastimada; te veías rota, con mirada perdida y tus pupilas habían perdido el brillo; pues se había roto tu caja de música que producía fragantes melodías.

usé mis engranajes; usé mis partes para hacer que funcione tu caja musical y así tú, mi bailarina de porcelana, volverías a bailar una vez más bajo esa bella tonada que haces tintinear.

Yo jamás volví a bailar y mi caja de música jamás volvió a sonar.

Perdí un tornillo, pero a cambio puedo ver tu sonrisa, cada día, cada noche; puedo verte brillar cuando estas bailando esa melodía tan dulce.

Cambie una pequeña pieza de metal por tu gran sonrisa.

Un engrane menos en mi pecho.

El cielo es tu escenario, la luna es el reflector que te enfoca, las estrellas son el publico deslumbrado por tu hermosa danza, y el universo; te convierte en su centro para que todos puedan observar tu magnifico baile.

La música toca sólo para ti, sólo para que tú sonrías, nuestra canción late al ritmo que hace te muevas con gracia, y como dos bailarines de tango; tu mirada y la mía... se encuentran en cada clímax de tu acto.

No importa si no puedo bailar, mi mirada te seguirá los pasos, mi música hará que el suelo sea suave y pulido, para que tus bellos pies puedan deslizarse sobre el.

No importa si mi pecho jamás vuelve a latir; siempre y cuando el tuyo pueda latir por los dos.  

Te di cuerda por primera vez y lo dijiste; mi bailarina de porcelana, parecía que nunca ibas a volver a emitir un sólo sonido; de tus labios de cristal y pronunciaste por primera vez que me amabas. 

Lo dices cada mañana; cuando nuestros ojos se abren por la amable luz del sol, y se encuentran al despertar.

Lo dices como despedida; cuando te vas a dormir, y descansas con una tenue sonrisa.

Pero mientras tú duermes, yo no duermo pensando en el significado de esas palabras, yo no duermo pensando que es lo que significan para ti; no duermo pensando que algo esta fallando dentro de mi. 

Mi insonora caja de música emitió un sonido horrible, triste y melancólico; un sonido que solo yo puedo escuchar cuando usas esas palabras; esas palabras que deberían estar prohibidas para mis oídos.

Dices que me amas aunque mis pies ya no bailen, dices que me amas aunque ya no pueda cantar para ti, dices que me quieres pero...

pero algo esta mal.

"Te amo".

No me gustan esas palabras; las aborrezco, las detesto, ¡LAS ODIO!.

¿Por qué cada vez que las utilizas... me siento más y más solo? ¿por qué parece que nos hemos alejado más, al acortar distancias?

Amor ¿Por qué es tan especial esa palabra? Y sí es tan especial... ¿Por qué la usas con otra persona que no soy yo?

¡¿POR QUE? ¿POR QUE? ¿POR QUE?!

Porque no soy el único; al que le das un beso en la frente cada noche, no soy al único al que arrullas con tu bella canción.

No soy el único que te puede ver valsar, no soy el único al que bendices con tu deslumbrante sonrisa; porque no fui al único al que le obsequiaste esas palabras.

Yo componía para ti todos los días, yo te daba cuerda, pero en el escenario donde tu danzas... no fui yo a quien tu mirabas; no eran nuestras miradas las que bailaban, no fue mi nombre el que escuche en nuestra canción y alguien más había subido a tu escenario.

Al fin y al cabo yo solo era uno más; de tus espectadores, yo jamás pude poner un pie en tu pista de baile, porque lucia inalcanzable... pero alguien más te alcanzo, y siguió los pasos que mis pies no pudieron seguir.

Te quedaste con mi último sonido, la última canción que mi pecho latió;

te llevaste lo único que no estaba roto.

¿Es por qué mi caja de música ya no puede tocar?  

Te llevaste mi ultimo tornillo y con ello lo único que me mantenía cuerdo.

Mi intensión fue querer repararte, quería volver a escuchar los bellos tintinemos de tu frágil pecho; esa dulce tonada de tu corazón alegre. 

Yo sólo quería verte bailar una vez más,

Si... ahora mi hermosa bailarina de porcelana esta bailando... pero ella esta bailando con alguien más. 

© 2017 Máscara de conejo

Palabras que no llevan a ninguna parteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora