• Soldier •

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I just wanna be a soldier.

I just wanna be a soldier.


Una hora caminando y esto era ridículo.

Sus pies pisan unas hojas secas que suenan como verdaderos parlantes en el silencio que tenía a todos sumergidos en medio de ese enorme bosque. Su ceño estaba fruncido y sus pasos eran bruscos y toscos debido a que no entendía porqué le estaba siguiendo si todo lo que decía KiBum era algo a lo que no se le debía prestar demasiada atención. JongHyun camina dos pasos más adelantes de él y KiBum tres. Un paso más delante de JongHyun, jalándole desde la mano para que fuera con más prisa porque estaba nervioso luego de haber visto lo que creía que vio.

— ¿Falta mucho o ya te aburriste de tu alucinación? —chasquea la lengua y patea un pedazo de madera que se atraviesa por su camino, metiendo las manos en su chaqueta y caminando con menos ánimo que antes porque esto se estaba volviendo ridículo y lo único que harían sería perder el tiempo y perder horas preciadas de ventas y entregas que ese día necesitaban concretar—. KiBum.

— ¡Que no! —no se voltea, sino que camina más rápido, adelantándolo un poco más y provocando que JongHyun tenga que apurarse más porque él no lo suelta y ya casi lo estaba jalando de la mano como hacía una madre con su pequeño niño—. Estoy seguro que vi gente. Ya te lo dije.

— ¿Gente transparente?

— Hay alguien.

Es JongHyun el que ahora interrumpe a ambos y el que detiene sus pasos de golpe cuando KiBum tiraba su brazo.

— Hay alguien ahí —repite, como si ellos dos, que se habían encargado de discutir, no le hubiesen escuchado esa simple, pero certera frase—. Ahí.

No apunta en la dirección en la que sus ojos veían, pero sí suelta los dedos de KiBum y se coloca al lado suyo, esperando que viese lo que él veía. Solo que él ya lo hacía y su cabeza estaba posicionada de manera directa hacia ese pequeño cuerpo que apenas se movía a lo lejos. No eran personas como decía KiBum, era solo una. Un cuerpo pequeño que no le permitía dilucidar desde la lejanía en la que se encontraban, si se trataba de un chico o una chica, pero sin duda era alguien joven; su complexión lo dejaba en claro.

KiBum da un paso hacia él y se coloca a su otro lado, mirando en la misma dirección que ellos y mordiendo su labio de manera nerviosa. Ninguno de los tres se movía y entendía porqué. Era terreno peligroso para ellos. El bosque siempre era lugar de comercios ilegales e ilícitos y de ajustes de cuentas en los que no querían verse implicados. Quizás este era uno de ellos. Porque desde donde estaban, podían notar que el cuerpo no tenía ni la más mínima prenda de ropa cubriendo algo de piel y eso era demasiado extraño y sospechoso. Era un cuerpo desnudo, de cabello rubio y largo; quizás chica, quizás chico, quizás hada. No podía definirlo.

(Pero sí podía decir, que ese cuerpo claramente, no debía estar ahí).

— ¿Será buena idea acercarnos? Puede ser una trampa.

— No podemos dejarle ahí.

MinHo no mira a JongHyun cuando habla y no mira a KiBum cuando interviene, sino que solo piensa tres segundos que cuenta de manera mental y avanza. Siempre había sido el más impulsivo y el que no daba demasiadas vueltas a sus ideas, así que solo avanza y pisa con una suavidad mucho más evidente que antes cuando camina. Sus pies ya no quiebran las hojas secas como si se trataran de vidrios y las ramas que caen de los árboles no se cruzan por su camino porque él las evita cuando se acerca hasta esa persona que les miraba. Ya no hay árboles de por medio ni hojas que le impiden mirarlo, sino que solo una distancia considerable de no más de dos metros en donde ya puede notar que es un chico el que está sobre ese tronco recién cortado y no una chica como creyó que era. KiBum no se demora demasiado en volver a aparecer a su lado y JongHyun tampoco, solo que esta vez, decidiendo por quedarse al lado de su novio rubio.

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