Talking To The Moon- Niall Horan

La Doctora Eaton -Capitulo 12

-Hola, somos Maura y Niall Horan 

-¿Quién es el paciente?- pregunto la “amable” chica de la recepción de la clínica psiquiátrica de Mullingar 

-Yo lo soy, Niall Horan, 18 años, ingresado a los 12 a cargo del doctor Lewis, recibí tratamiento hasta los 14 cuando me dieron de alta con un medicamento, regreso porque ya no surte efecto, pero el doctor Lewis murió unos meses después de que Salí. 

-Aquí esta, Horan, Niall, 18 años, delirios ¿Su caso se estancó? 

-Sí, el doctor dijo que no llego a la esquizofrenia 

-Aja, mmm, su caso paso a la doctora Mary Eaton 

-¿Eaton?- me asuste un poco al oír el apellido de ___ 

-Sí, la conocerá más tarde, su habitación sigue siendo la misma.

-¿No ha habido nadie en estos 4 años?

-No, Señora Horan ¿Quiere una habitación en el edificio de padres? 

-Sí, por favor 

Lo bueno de este hospital es que hay un pequeño edificio con departamentos que prestan a los familiares de los locos para que no los dejen aquí solos 

-Bien, las llaves de la habitación 214 para el joven Horan y el departamento 25 para la señora Maura, Bienvenidos 

Ese recibimiento quedaba más para un hotel en la playa que para un hospital psiquiátrico, pero bueno éramos “normales” y no llegábamos gritando como otros, bueno yo tampoco tenía finta de loco, la tenía más de adolescente con problemas de emociones y de autoestima 

-Bueno hijo, me voy, descansa- dijo mi madre dándome un beso en la mejilla 

-hasta mañana mamá 

Mi madre salió por la puerta principal yo pedí el elevador, no necesitaba que nadie me guiara, conocía esa clínica a la perfección 

-Si claro, yo le llamo- las puertas se abrieron y una doctora de no más de 30 años apareció, pero salió del elevador –Si, adiós, claro adiós- colgó su teléfono 

-buenas noches- salude presionando el botón de mi piso 

-hola, emm , jovencito el horario de visitas acabo hace media hora 

-Ya lo sé, solo voy a mi habitación, acabo de llegar 

La doctora me miro incrédula 

-¿Eres Niall Horan? 

-Si 

- Ah, qué bueno, pareces normal, creí que me encontraría con un chico psicótico o algo así 

-Perdón, pero no sé quién es usted 

-Oh, cierto, que tonta. Soy la doctora Mary Eaton, iba a buscarte abajo pero tu solito has subido 

Estreche la mano que me ofrecía la doctora Mary 

-Bueno, conozco más de lo que quisiera este lugar

-Entonces tal vez tú puedas darme un recorrido pues yo no lo conozco mucho 

-Como guste 

-Leí tu caso, te prometo que ya no aplicaremos los electroshocks por el momento

-Me alegra oírlo 

Las puertas del elevador se abren en el segundo piso y salgo con paso veloz 

-Te veo mañana a las 8 de la mañana en mi consultorio 

-¿Dónde está? 

-Es el ex consultorio del doctor Lewis 

-De acuerdo 

La doctora asintió y las puertas del elevador se cerraron. Camine hacia mi habitación, los gritos de los demás me hacían temblar, pero solo necesito pasar unos días aquí para volver a acostumbrarme, me he quedado dormido oyéndolos durante casi toda mi adolescencia. Llegue al final del pasillo donde estaba mi habitación, abrí la puerta y un olor a menta me llego a la nariz, cerré la puerta y puse mi maleta sobre la cama, abrí la ventana y la luz de la luna inundo mi vieja habitación de la clínica 

-Aquí estamos de nuevo amiga- dije a la luna, ella siempre había estado ahí, ella sabía mi historia y nunca se había ido –Le puedes dar un recado a ___, dile que siento haber entrado a su vida, soy un error que jamás debió de conocer

-¿Niall? – Una voz familiar sonó detrás de mí 

Me gire despacio, la puerta estaba abierta y una figura familiar estaba parada en el umbral

-Hola Louis 

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