Jackson
Una hora antes:
-Joder Jayce, abre la ventana, aquí hace un calor de cojones. – Le insta Drew dándole una calada al cigarro que sostiene entre los dedos, y expulsando el humo por la nariz, del modo en el que dice que, a las chicas de su instituto las vuelve locas.
- Tío, ¿Tú eres gilipollas? Esto es un sótano, aquí no hay ventanas- le contesta Jayce sin despegar la mirada de la pantalla del móvil, qué por lo que parece, es lo más interesante que puede hacer.
- ¿Cómo coño es qué siento que hacen noventa grados? - pregunta Drew, de manera exagerada.
- ¿Quieres? - Dice de repente la voz de Zack. Me giro en su dirección y veo que retiene un porro entre los dedos. Luego oriento mi mirada al frente y ladeo la cabeza para indicarle a Zack que rechazo su proposición de colocarme junto a ellos.
-Paso. - contesto secamente. Me yergo y pego la espalda completamente al respaldo del pequeño sofá que hay en el polvoriento sótano de Jayce. Pese a que habrá un treinta por ciento más de mierda que de oxigeno aquí, no se esta tan mal. Tenemos nuestro espacio para fumar y beber, o al menos, lo tienen.
- ¿Qué cojones te pasa? Llevas toda la tarde con la boca cerrada. - Me inquiere Zack mientras se lleva el porro, que hace segundos me había ofrecido, a los labios.
-Eso. - Se entromete Drew, dándole la razón a Zack.
-Nada. – Mi respuesta no es suficiente, por lo tanto, me instan. - No os tenéis que preocupar porque no me apetezca un puto porro. - Contesto de mala manera -. Mirar a Jayce, lleva todo el rato sin despegarse del móvil y a él no le decís nada. - Les espeto, sé que a veces pueden ponerse muy pesados.
-Eh, a mí no me metas, tío- responde Jayce levantando la vista del teléfono por primera vez en toda la tarde.
- ¿Que le tiene tan ocupado al Sr. Hollend? - pregunta Drew poniendo una voz grave y cuadriculada.
- ¿Os acordáis de la chica del otro día? ¿La pelirroja con el vestido reventón? - nos pregunta con la ceja arqueada.
Todos asentimos a la vez. Como para olvidarse de esa chica, llevaba el vestido (si es que se puede llamar así) más diminuto y ajustado que habré visto en toda mi vida, eso sí que era una pelirroja ardiente.
- Supuestamente quiere que hablemos más. Se ve que quiere algo conmigo. – comenta mientras alza las cejas.
- ¡Ostia, tengo que ir a hablar con Kara! - grita Zack levantándose, recordado algo que por lo que parece es de suma importancia. Da un brinco tan brusco que parece que el sillón sobre el que estaba recostado hubiera comenzado a arder.
Por lo que tengo claro, Zack está coladísimo por una tal Kara Brooks, antes salían, pero como Zack es muy suspicaz, cuando ella se marchó a España de intercambio durante seis meses, el decidió dejarlo temiendo que ella le pusiera los cuernos en la lejanía. Cuando ella volvió del viaje, estaba furiosa con él. Que te dejen por teléfono no tiene que ser nada agradable. Ahora, él está más que arrepentido, e intenta por todos los medios, averiguar algo de su vida.
Antes de qué me dé cuenta, Zack ya ha salido por la puerta dejando solo un porro a medio acabar.
- ¿Se puede saber dónde coño se ha metido Liam? - pregunta Jayce cuando deja de mirar la pantalla del teléfono y se da cuenta de que uno de sus mejores amigos no está presente.
-Que te apuestas que está tratando de hablar con la chica esa- Responde Jayce entre risas, como si el comportamiento de Liam fuese digno de burla.
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Demon Price
RomanceCuando no puedes resistirte a algo, es complicado mantener la cordura. Aún cuando, lo que te atrae sea tan insignificante como devorar un plato el cual contiene tu comida favorita, pues estas hambriento. Como irte a dormir a las tres de la madrugada...