El amor de Hades ©®

Capítulo 4

«SANTUARIO»

En la sala patriarcal, se encontraba nueve caballeros haciendo una reverencia a su diosa y el patriarca, de los cuales seis eran santos de plata y tres de oro, que habían sido llamados a primera hora debido a que ellos serían los encargados de esperar la llegada de la comitiva del inframundo en la entrada de las doce casas, los santos de plata serían los encargados de llevar el equipaje de los que serían sus huéspedes por un tiempo a los respectivos templos, mientras que los santos de oro serían los que serían responsables de escoltar al Dios Hades y su comitiva por las doce casas, hasta la cámara del patriarca, después de dada la orden la diosa se retiró para arreglarse para la llegada de sus huéspedes.

En tanto el patriarca les pedía a los santos de plata se adelantaron a la entrada de las doce casas a esperar a la comitiva del inframundo, cuando estos se hubiesen retirado comandados por Misty, prosiguió a observar a los tres caballeros he aún permanecían haciendo una reverencia.

-Saga, Shura y Camus, se que Milo y Aiolia siguen con sus comentarios sobre lo acontecido en la pasada guerra Santa, y con esta "misión" de escoltar a Hades y compañía a través de las doce casas, no hará más que provocar que aumenten dichos comentarios, por eso les pregunto si realmente pueden llevar a cabo esta tarea, sino es así no tienen de que preocuparse puede decirle a nuestra diosa que envíe a otros caballeros a recibirlos.- expresó un angustiado Shion.

-No tiene de que preocuparse patriarca, para nosotros no es ningún problema el recibir al Dios Hades y compañía y ser su escolta en el transcurso de las doce casas, de igual manera, tendremos como huéspedes a los dioses gemelos y los jueces, así que descuide que nos tiene sin cuidado lo que puedan decir Milo y Aiolia-Expresó con voz neutra el Aguador.

-Si esa realmente es si decisión la respeto, de igual forma les recuerdo que pueden contar con mi apoyo si las cosas con sus compañeros se ponen más tensas, por decirlo de una manera.-expresó un no muy convencido Shion y es que el se había dado cuenta que a pesar de aparentar indiferencia respecto a los comentarios que hacían quienes fueran sus compañeros de armas, estos realmente les afectaban.

-Si, gracias patriarca- contestaron al unísono, para levantarse y salir de la sala hacia la entrada de las doce casas donde tendrían aeropuertos aguardar la llegada de quien les devolviera la vida a cambio de la cabeza de Athena.

«INFRAMUNDO»

En la salida del Giudecca, ya se encontraban Pandora acompañada de los dioses gemelos y los jueces, esperando a Hades, que salió unos segundos después, ya era hora de partir rumbo al Santuario donde se hospederían por un lapso de tiempo, en el cual Hades haría hasta lo imposible para lograr cautivar el corazón de su pequeño ángel.

-Es hora de partir, entre más rápido mejor- comunicó con voz fría Hades.
Con un asentimiento de cabeza por parte de sus acompañantes partieron a su destino, y aunque por fuera Hades Mostar una máscara de frialdad e incluso incomodidad por su estadía en el Santuario, la verdad es que le alegraba el saber que estaría cerca de la persona de la cual está enamorado, pero ¿Qué pasaría cuando Hades se entere que el corazón de su bello ángel se encuentra roto por culpa de la persona de la que se enamoró?

«SANTUARIO»

En la entrada del Santuario, se podían observar nueve figuras, que esperaban la llegada de los del inframundo, mientras que en la sala patriarcal se encontraban el reto de la orden dorada en espera de la llegada de la comitiva del inframundo, junto con su diosa y el patriarca, pero la ausencia de tres de ellos, dio origen a varios murmullos, puesto que los que faltaban eran precisamente los "traidores".

-Disculpe Athena, pero no sería correcto que para recibir al Dios Hades y comitiva estuviésemos presentes los doce, y solamente estamos nueve- comunicó el Santo de Sagitario.

-Eso es lo correcto si, pero sus compañeros son los encargados de escoltar a Hades y compañía por las doce casas apilados por seis santos de plata que serán los encargados de ubicará el equipaje de estos en los templos en los que se quedarán durante su estadía aquí-contesto Athena con voz calmada.

-Entonces ellos están esperando la llegada de los del inframundo en la entrada a las doce casas ¿No?, eso quedó claro ahora tengo una duda más y es ¿En qué templos se quedarán los dioses y lo jueces?- pregunto un tranquilo Aldebarán.

-Cierto, no se les fue informado, y lo siento el orden sería el siguiente- habló una apenada Athena-los dioses gemelos se quedarán en el templo de Piscis y Acuario, el juez Radamanthys de Wyvern el templo de Géminis, Aiacos de Garuda en el de cáncer y Minos de Griffon en el de Capricornio mientras que Hades y Pandora se quedarán aquí en el templo patriarcal-contesto una muy sonriente Athena.

Para los dueños de dichos templos parecía que Athena los estaba poniendo a prueba por lo ocurrido en la guerra Santa lo cual de alguna manera les resultaba incómodo, ya que rodó fue con el fin de obtener su armadura para que se pudiera enfrentar a Hades.

«ENTRADA A LAS DOCE CASAS»

Nuestro trío dorado y los seis santos de plata estaban en la espera de la llegada de Hades, al parecer no sólo sus compañeros dorados no confiaban en ellos al 100%, si no que incluso los de plata parecían no hacerlo pues estos se encontraban algo alejados murmurando cosas mientras los observaban, esto simplemente era demasiado incómodo, el ambiente incluso era algo tenso, afortunadamente está tensión se vi rota cuando frente a ellos se presentaron los del inframundo.

Haciendo una leve reverencia ante la deidad, el gemelo fue quien tomó la palabra.

-Dios Hades, la diosa Athena nos envió para ser de escolta a través de las doce casas, sus equipajes serán llevados por Misty de Lagarto y compañía a los templos en los que serán huéspedes, así que le pido nos siga.

-Tú debes ser el guardián del tercer templo no es así- habló el juez de Wyvern- Consideraría que se presentarán ante el Dios Hades y la señorita Pandora, para que sepan quienes serán los caballeros que harán de escolta, a mi parecer sería lo más apropiado.

Los tres dorados se miraron entre sí y con un asentimiento de cabeza procedieron a presentarse formalmente, mientras que los de plata partían con el equipaje y Hades observaba a través de su flequillo al caballero que ama. El gemelo retomó la palabra para iniciar con la presentación.

-Soy Saga de Géminis, custodio del tercer templo.

-Soy Shura de Capricornio, guardián del décimo templo.

-Soy Camus de Acuario, custodio del onceavo templo.

La verdad era que Hades no había prestado atención a lo dicho por el gemelo y su juez el estaba simplemente observando discretamente a quien fuera su ángel. Terminadas las presentaciones Saga comenzó con el camino a través de las doce casas, seguido de los jueces, los dioses gemelos, Pandora y por último Hades, y cada lado hasta el final los caballeros d acuario y Capricornio, Hades realmente no iba prestando atención a el camino o la Arquitectura de los templos, ya que por el rabillo del ojo iba al pendiente del que el consideraba su hermoso ángel.

Los tres caballeros pareciera que supieran el recorrido memoria sin necesidad de ver por donde caminaban, ya que iban tan sumidos en sus pensamientos que no notaban las miradas curiosas por parte de los del inframundo, en tanto Hades en un pensamiento repetía «muy pronto serás mío mi bello ángel».

Lo que nadie ni siquiera Hades notó fue que el cuerpo del caballero que robó el corazón del Dios del inframundo se estremeció al escuchar en su mente «muy pronto serás mío mi bello ángel», sacudió la cabeza alejando dichos pensamientos o lo que sea que fueran. Cuando los caballeros se dieron cuenta ya se encontraban frente a las puertas del templo del Patriarca.

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Hola, aquí el nuevo capítulo es un poco largo para compensar los otros que estaban algo cortos, si se que dije que en este capítulo se sabría quien era el caballero al que amo el sexy de Hades, pero no sabía cómo ponerlo así que espero no me maten. Espero que sea de su agrado.