Capítulo 9

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«SANRUARIO».

El menor de los gemelos y el Aguador retomaron su camino para comenzar a ascender por las casas del zodíaco con una plática de temas triviales que les estaban siendo de ayuda para relajarse por todo lo que había ocurrido y estaba por ocurrir porque de algo estaban seguros y era que el León y Escorpión dorados les estarían recordando a diario sus "pecados" que a pesar de haber sido perdonados por su diosa, sabían que estoy harían de verdugos incluso el menor de los Géminis lo intuía a pesar de que durante la guerra Milo lo haya llamado compañero sabía que no lo consideraba como tal pues este y los demás lo consideraban traidor al igual que al trío del lamento, en el cual se encontraba su hermano.

Siguieron subiendo continuando con su trivial plática hasta que se encontraron en la entrada del templo de Géminis, ocasionando un bufido de fastidio, sacando una suave risa del Aguador ante la actitud del gemelo provocando que este lo observará con una ceja ligeramente enarcada, pues estaba seguro que nunca había escuchado a campus reír, tan sólo sonreír e incluso estaba seguro que el único que conocía su risa era Milo.
Se colocó delante del oncevo guardián y le tocó la frente con un interrogante.

-Camus, ¿Te sientes bien?-pregunta que calmó la risa de este, que lo observó algo ¿Confundido?, por la interrogante.

-Si, estoy bien Kanon-dijo con voz suave.

Este sólo asintió con la cabeza y bajo su mano que aún mantenía en la frente de Camus, al parecer este no estaba consciente de que se había reído y su voz paso de ser neutra a una suave, con una seña por parte de Kanon ambos se adentraron al tercer templo, se despidieron con sutil hasta luego y el Aguador procedió a atravesar el templo mientras el gemelo ahogaba un suspiro y se adentraba a la parte privada de este a la que era su habitación, más nada grata fue la sorpresa de encontrar en la mullida cama al primer juez profundamente dormido.

Sin hacer el menor ruido cerró la puerta tras de sí mientras con sigilo se acercaba a quien dormía profundamente, en cuanto estuvo lo suficientemente cerca procedió a observar con detenimiento al juez que tenía un semblante tranquilo mientras su respiración era acompasada a juzgar por el leve movimiento de su pecho causado por la misma por un momento sus ojos se posaron en los labios levemente separados, tan sumido estaba en sus pensamientos que no se había dado cuenta de que la persona a la que observaba fijamente tenía los ojos entre cerrados observando desde unos segundos atrás.

-De esta manera realmente no pareces el cruel y despiadado juez que eres Radamanthys-fue el pensamiento que escapó de sus labios en un susurro para no despertar a durmiente, quien al darse cuenta de que el gemelo regresaba a la realidad después de estar observando fijamente cerró por completo sus ojos.

El gemelo se dirigió a la puerta para abandonar dicha habitación y salir apresuradamente no sin antes de girar el pomo voltear para observar el rostro sereno de quien dormía tan tranquilamente en su cama, después de sacudir levemente la cabeza procedió a salir mientras que en la habitación un juez de Wynver tenía un encantadora sonrisa ladina.

«Templo de Acuario»

El Aguador se encontraba en la entrada de su templo la plática mantenía con el menor de los gemelos le había sido de gran utilidad para despejar su mente, se adentró a la parte privada sólo que en dirección de la pequeña cocina para tomar un vaso con agua y picar un poco de fruta dejando el libro que aún llevaba en manos en la pequeña mesa que servía de comedor procediendo a picar la fruta en un pequeño tazón, cuando hubo terminado con el tazón en manos y un vaso con jugo de naranja se dirigió a su habitación para descansar un poco.

«Con Hades»

El Dios del inframundo había sentido la presencia de su ángel de nuevo en su templo lo cual provocó que una sonrisa naciera en sus labios, había decidido ir al templo del Aguador cuando este se encontrará profundamente dormido para observa de cerca ese rostro que lo tenía cautivado con dicho pensamientos dame dirigió al cuarto de baño para tomar uno con aceites y esencias para relajarse.

-Tú sólo eres mío y nadie impedirá que te vuelvas mi consorte ni siquiera la niñata de Athena, haré que me Ames como yo lo hago contigo.- con dicho pensamiento  se perdió tras la puerta del baño.

«Templo de Géminis»

En la habitación ocupada por Wynver, éste sonreía de manera mordaz al parecer no le era tan indiferente al gemelo que lo tenía cautivado, cuando lo encontró a su lado mientras lo observaba detenidamente tuvo unas inmensas ganas de robarle un beso aquellos labios con olor a fresa de un color rosacéo cual pétalos de sakura, que parecía lo invitaban a probarlos y lo hubiera hecho de no haber sido por las palabras que estos dejaron salir en un susurro, palabras que lo dejaron sorprendido.

-Tengo que lograr probar por lo menos una vez tus labios sin importar morir después de ello, aunque realmente eso no sería tan malo como lo es no poder probar nunca tus labios, y en caso de tener una mínima posibilidad de no sólo robarte un beso sino también tu corazón ten por seguro que lo haré sería muy idiota el desperdicia tan hermosa oportunidad la cual a mi parecer no es muy lejana.-expresó con un voz suave como si de un secreto se tratase.

«Habitación de Saga».

El mayor de los Géminis se encontraba profundamente dormido, que no sintió el hundimiento en la mitad del colchón de su suave cama producido por su gemelo que también quería descansar pero al estar el juez en su cuarto decidió dormir con su hermano, el siguiente día arreglaría la habitación para huéspedes con la que contaba el templo, después de un rato de observa a su gemelo donde en vez de ver el rostro de este veía el del Radamanthys, procedió a tratar de dormir un poco lo probable es que el cansancio le estaba afectando en sobremanera.
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Hola, aquí un nuevo capítulo espero que sea de su agrado la ver siento que no me quedo muy bien así que por favor no me maten, bueno ya vimos la reacción de Radamanthys y Kanon.

Gracias por leer.

El amor de Hades ©®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora