YA NO TE VEO (+16)

~Capítulo 6 ~

Hoy es domingo. Solo me quedan siete días en España. Me voy el sábado por la mañana. El vuelo es muy largo son trece horas en las que no sé que voy a hacer.

Me levanto de la cama y me meto en la ducha. Hoy no tengo prisa así que me quedo más tiempo en la ducha.
Llevo como tres cuartos de hora en la ducha, yo creo que ya es hora de salir. He de admitir que se está muy bien aquí dentro. El chorro de agua caliente correr por los poros de mi piel desnuda, ver como el vaho sube y la mampara se llena de gotitas frías de agua; es una sensación que muy pocas veces consigues.

Apago el grifo de la ducha y me quedo ahí quieta hasta que las últimas gotitas de la manguera han dejado de caer y empiezo a sentir un poco de frío en el cuerpo.
Salgo y me coloco una toalla que se ciñe a mi figura. Me seco el cuerpo y salgo a mi habitación .

Me coloco mi pijama, ya que no voy a salir de casa. Es de ese tipo de pijamas con dibujitos. El mio me lo regaló Bruno y me encanta por qué es de Oreos, lo malo es que muchas veces me entra hambre con solo verlo.
Bueno, técnicamente no es un pijama, es una sudadera de Oreo y luego yo me pongo unas mallas y queda muy mono.

Cuando ya me he puesto mi semi pijama vuelvo al baño, hoy voy a dejar mi lacio pelo suelto. No creo que venga nadie pero por si acaso me cojo un coletero.

Algo que mucha gente sabe es que nunca llevo el pelo suelto, lo que no saben, excepto Bruno, es  por qué nunca me lo dejo suelto. Bruno ha sido uno de los muy pocos afortunados que me ha visto con el pelo suelto.

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Me siento en mi escritorio y saco los libros.

Empiezo haciendo física. Nunca se me han dado mal y las matemáticas tampoco.

Sigo con la literatura que tampoco se me da mal, pero las sintaxis sí, no puedo con ellas.

Después continuo con geografía que también se me da mal aunque la historia me encanta.

Llevo bastante rato estudiando y haciendo deberes. Creo que ya es hora de bajar a comer. Como me he levantado a las once, no he desayunado, no tenía ganas. Ahora tengo bastante hambre y voy a ver si mi padre me ha preparado una rica comida. Nada más bajar las escaleras y llegar al piso de abajo un magnífico olor invade mis cosas nasales.

--¡¡Holaaa!!--

-- Oh hola cielo. La comida ya está casi lista--

--¡Genial! huele demasiado bien. ¿Qué estas preparando?--

--Pues mira, me he levantado con ganas esta mañana y he ido a comprar y he comprado un poco de carne de hamburguesas y cuando he pasado por la sección de pescado he visto algo de marisco y me he dicho a mi mismo " ¿por qué no? Es la última semana que voy a comer en España con mi hija" y he comprado un poco de todo lo que te gusta, que por cierto, es casi todo--

-- ¿Sabes? me entristece irme de mi hogar y no volver en mucho tiempo--

-- cielo tampoco es tant...--

--¿Qué no es tanto?-- le interrumpo. Me fastidia demasiado que por su "super" trabajo tenga que ir a trabajar fuera y, a demás que yo me tenga que ir a Los Ángeles porque no me pueda quedar sola-- Papá es prácticamente un año escolar entero.--

-- Tampoco o es tanto, mira en Navidad intentaré ir a visitarte--

-- Dos cosas, la primera sabes que no me gusta la Navidad y la segunda ¿cómo que "intentaré ir"?, ¿no las van a ser en España como siempre?--