Llevamos unos diez minutos en el taxi. No vamos andando porque la discoteca está un poco lejos y porque con estos tacones que llevo es imposible. Para esta fiesta he decidido ponerme algo sexy ya que tengo que aparentar dieciocho años. He seleccionado de mi armario un vestido negro pegado al cuerpo, con las mangas cortas y un escote que me obliga a no llevar sujetador, aunque no me importa, me llega hasta un poco más arriba del muslo. También me he puesto un collar color oro, mis tacones negros con plumas de color oro también y un bolso blanco.
-- Ya hemos llegado baby-- me dice Bruno mientras pagar al taxista. Siempre que salimos paga uno, no penséis que es él siempre jaja.
--Vale vamos.-- nos despedimos del taxista educadamente y salimos del taxi.
Hay mucha gente esperando para entrar y por suerte nosotros no tendremos que esperar ya que conocemos a Hugo, que es el que nos cuela.
-- Si te vas con alguien me avisas y ya sabes a las seis y media como muy tarde en el parque verde. ¿Tienes el dinero para el taxi y el móvil?-- es una norma que tenemos. Siempre que salimos de fiesta empezamos juntos pero luego conocemos a alguien y si queda en más que un par de besos morbosos pues ese es nuestro plan.
-- Si. Tengo todo --
-- Perfecto. Vamos-- Avanzamos por el lado de la gente y hay gente mirando. Unos nos miran como diciendo "¿Dónde os creéis que váis?", otras miradas (más del género femenino) miran a Bruno y se le comento con la mirada y otras (las del género masculino) me miran a mi de la misma que ellas a Bruno.Llegamos a la puesta principal donde Hugo está haciendo su turno de siempre y vigilando que no haya peleas u otras movidas.
-- ¡Hugooooo!-- me acerco a él y le abrazo. Es una costumbre ya. Bruno y él se estrechan la mano como hombres maduros.
-- Cuanto tiempo chicos.--
-- Y tanto. He oído que hay muy buena fiesta.--
-- Enana aquí siempre hay buenas fiestas jaja--
--Eso lo tendremos que comprobar ¿no es así Bruno?--
-- Claro jaja--
-- Pues adelante. Divertíos y no bebas demasiado--
-- Gracias. Sabes que nunca bebemos demasiado--Ya dentro vamos a la parte trasera de la barra donde dejamos nuestras chaquetas y mi bolso. Sabemos que ahí no puede entrar nadie excepto las camareras y ellas nos conoces así que es imposible que ahí nos roben nuestras pertenencias.
La música suena a un volumen bastante alto y eso me encanta. Vamos a la barra a pedir nuestras bebidas.-- ¡¿Vamos a bailar?!-- me pregunta gritando por el volumen de la música.
--¡Claro!--
Empieza a sonar "Red lights de Tiesto" y Bruno y yo nos ponemos a bailar al ridmo de la música. Primero a un tiempo normal pero cuando la canción va cogiendo velocidad acaba siendo música tipo electrónica y acabamos bailando a saltos con las manos arriba.
Después de esta bailando muchas de ese estilo y suena otra que a mi me encanta es "Come, come, come de DJ.Duran Feat Kathy S". Tiene un estilo peculiar ya que es como música india.Son las dos y media de la madrugada. Llevamos una hora y cuarto sin parar de bailar, creo que ya es hora de darnos un descanso. Bruno y yo nos dirigimos a la barra y vemos a Diego y a sus amigos y decidimos acercarnos.
-- Hey chicos ¿cómo estáis?--
-- Coral, Bruno cuanto tiempo-- Bruno se da la mano y un medio abrazo con todos mientras que yo les doy dos besos a cada uno.
--¿Cuando habéis venido?-- pregunto curiosa
-- Hará una media hora o así-- responde Diego.Siempre cuando vengo y están Diego y sus amigos, este y yo nos acabamos enrollando. Siempre vamos a su casa ya que en la mía está mi padre, además me gusta ir en su moto (cuando la trae) y su casa esta más cerca del parque verde que la mia.
--¿Bailas, preciosa?-- me pregunta Diego al oído, haciendo que solo yo pueda oírle.
--Claro--Llevamos un rato bailando bastante juntos. De vez en cuando nos liamos y aveces me soba el culo. No sé por qué a los hombres les gusta tanto sobar nuestros culos pero bueno da igual.
--¿Qué te parece si nos vamos a mi casa?--
--Claro. Dame cinco minutos voy donde Bruno, cojo mis cosas y te espero fuera--
-- Vale voy a por la moto. Adiós--
-- Hasta ahora--
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YA NO TE VEO (+16)
Genç KurguCoral ya no es ninguna niña. Ha tenido un pasado complicado. A los cuatro años empezó a tocar el piano y la persona que más idolatraba le enseñaba, su madre. Con solo cinco años se enteró que su madre tenía la enfermedad del mal de Parkinson. Ahora...