Almas Gemelas

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[corregido✓]

Baekhyun ama a Chanyeol. Chanyeol lo conciente, le llena siempre de regalos y mimos, de palabras bonitas y salidas entretenidas. Lo llena de amor y calidez, lo mantiene en un hogar tranquilo y suyo, de ellos. Por las noches lo ayuda con su ropa y le coloca su pijama, lo arropa, y tras apagar las luces, lo rodea con sus brazos. Baekhyun se siente protegido al estar rodeado de este fuerte y gran cuerpo que tiene su pareja. Por la mañana, lo llena de besos y le lleva el desayuno a la cama, porque dice que las princesas no se deben de estresar tan temprano. El joven le agradece una y mil veces, porque eso no lo haría cualquiera, y por eso mismo, todos los días hace berrinche cuando Chanyeol debe ir a trabajar, porque no quiere quedarse solito sin su príncipe encantador.

-Pero, Yeollie, no me abandones -y como siempre lo toma de las solapas del traje, dedicándole los pucheros más adorables del mundo para convencerlo. No le gustaba estar solito sin la calidez y la protección del mayor; no le gustaba extrañarlo y necesitarlo tanto durante el día mientras espera a que regrese del trabajo. Es casi un tortura estar sin Chanyeol. Le hace ojos de perrito abandonado, estos húmedos de lágrimas-. Eres el dueño, ¿no puedes faltar un día por mí?

Chanyeol es débil con su bebé. Es complicado no poder resistirse a sus pedidos con esa carita tan linda que constantemente le pone, así que toma esta cuidadosamente entre sus grandes manos, esas manos que Baekhyun adora, y le hace verlo para despositar un pequeño besito en la punta de su nariz.

-¿Tú sabes que trabajo para cuidarte, alimentarte y comprarte cosas, cierto? -le habla con tanta dulzura que el corazoncito de Baekhyun salta en su interior mientras asiente con su cabeza de acuerdo con las palabras del mayor.

-S-Si...

-Entonces debo ir a trabajar, princesa.

Baekhyun se removió inquieto en su lugar, frunciendo su boquita de manera tan encantadora que Chanyeol se resistió a besarlo. Sabía que si lo hacía, terminaría cediendo, porque no había nada más dulce, hipnotizante y cálido que los labios de su bebé. El joven lloriquea en su lugar porque realmente no quiere estar solo.

-No, Yeolie. No te vayas -insiste, colocándose de puntillas para depositar pequeños besos en el mentón del mayor -. Ni siquiera me has colocado la ropita, bebé no se puede vestir solito. Necesita a papi.

-Hagamos algo, te cambio la ropita y me voy, ¿si?

Baekhyun ya estaba maquinando todo un plan sumamente malvado para conseguir que Chanyeol se quedara con él por el resto del día, y si quería que Chanyeollie se quedara con él haría cualquier cosa para conseguirlo. Así que asiente muy obediente y tira de las grandes manos de Chanyeol, llevándolo a la habitación. Se sienta como todo buen niño en la orilla de la cama y levanta bien alto los brazos para que su papi se deshaga de su ropa, estremeciéndose un poquito cuando una ráfaga de viento hace contacto con su piel.

-Abrázame, Baekhyunnie tiene frío. Frío, frío.

El mayor posa sus manos en las caderas como formando una jarra, mirándole con una ceja alzada y bastante sospechoso, pero se derrite fácilmente por el pedido de su bebé, y no tarda nada en abrigarlo con sus brazos porque no puede tener frío, claro que no. Baekhyun es rápido y rodea la cadera de Chanyeol con sus piernas bien fuertecito y lo obliga a girarse; cuando queda sobre su cuerpo, toma el bonito y firme rostro del mayor entre sus manos y deposita muchos, muchos besitos sonoros en aquella boquita que tanto le gusta. Entonces Chanyeol, cayendo en la trampa, es arrojado en la cama, un cuerpo livianito cayendo sobre el y una boquita llenando y engatusándolo a besos. Hay unas piernas apretándole las caderas y unas manitos para nada fuertes apretándole las muñecas.

MY LITTLE PRINCESS || ChanbaekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora