Capítulo Uno

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Antes de empezar, quiero decir que acepto que me corrijan si no se entiende alguna parte de la historia, o si tengo alguna falta de ortografía, hay algunas cosas que no sabia como interpretarlas para que se entendieran conforme la historia. Pueden dejarme consejos en los comentarios si quieren ;o3

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Ichimatsu, un huérfano fracasado a la edad de quince años, quien se encontraba en su sucia e infestada cama, tiro de su café y delgada manta un poco mas cerca de su rostro.

Su cuarto era frío, húmedo, y apenas sólo un rayo de luz entraba por su cuarto. Aunque esto era solo un orfanato, se sentía mas como una prisión.

Los niños de este orfanato eran alimentados solo una vez con una pequeña porción de comida al día.

E incluso todavía, la terrible comida era tan escasa tan seguido que incluso, los adolescentes como Ichimatsu no comían, pero cada dos días.

Drip.Drip.Drip

Ichimatsu escuchaba el sonido de las enormes gotas de agua que estaban cayendo alado de su cama, creando un charco.

Era terrible vivir en el sótano del orfanato, ¿Pero que podía hacer Ichimatsu? No podía hablar por si mismo. No tenía derecho a.

Sus dos padres lo abandonaron cuando el tenía 5 años, después de haber abusado de el cuanto quisieran. Se habían aburrido tanto de tener a un insignificante niño ,que terminaron matándose justo después de matar a todos en el pueblo donde vivían.

"Incluso ahora..." Ichimatsu pensó, estremeciéndose de dolor mientras escalofríos recorrían por su columna. "No soy amado".

De repente se escuchó un fuerte golpe en la puerta de madera que separaba a Ichimatsu de los otros adolescentes de su edad que vivían en el sótano.

"Despiértate, porquería!!!" La nana del orfanato grito mientras abría la puerta bruscamente y se acercaba a la cabecera de la cama del chico. Es decir, si al menos su "cama" podría llamarse así. Era mas como una pila de tierra, trapos viejos que hacían un extraño tipo de colchón.

Agarrando a Ichimatsu por el cuello de su pobre y rota vestimenta y furiosamente lo tiro al piso y empezó a patearlo.

"Dije levántate!!!" Ella grito, continuando pateándolo con sus botas negras puntiagudas.

Ichimatsu se enrosco en bolita por un momento, tratando de bloquear sus terribles golpes que probablemente romperían sus huesos si no lo hacia.

"Por favor, para..." Ichimatsu susurro, y la nana del orfanato bufo, pateándolo mas fuerte que antes.

"Oh, por favor para!" La nana se rio burlonamente, mientras agarraba una cubeta de otro lado de la habitación y lo tiraba a Ichimatsu. "Empieza a trabajar, joven" gruño.

La cubeta choco con la cabeza de Ichimatsu mientras el tropezaba débilmente en sus pies, recargándose en la pared para apoyarse.

Sus costillas lo estaban matando, y no hubiera estado sorprendido de saber si tenia una rota.

Tomando un respiro profundo, Ichimatsu se estremeció mientras agarraba la cubeta de hojalata e hizo su camino a través de la habitación de los otros niños, subiendo las escaleras.

"Es mi trabajo limpiar la cocina hoy ¿no es así?" Ichimatsu pensó amargamente. "Otra vez... siempre soy yo. Ni siquiera intentan ocultar cuanto me odian, ¿verdad? Si tanto me odian, ¿por que no simplemente me matan?"

"Hey! Bazofia!" Grito uno de los trabajadores mientras se tambaleaba a la cocina. El trabajador le tiro a Ichimatsu un trapo mojado y se rio de él. "Nadie te ama!"

"Lo se..." Ichimatsu murmuro agarrando el trapo mojado y empezando a fregar una de las ollas.

"Oh, *boohoo" uno de los trabajadores se burlo. "Incluso él sabe que nadie lo ama! Ósea, ¿Quién podría amar a una repugnante basura como él!"

"Estoy de acuerdo," dijo otro, caminando hacia la cocina "estaría mejor muerto"

"Si tanto me odias..." Ichimatsu murmuro." ¿Por que no simplemente me matas, entonces?"

"Por que te queremos ver sufrir" el primer trabajador dijo." Entonces no tendríamos nada con que divertirnos cada día!"

Ichimatsu sintió como sus venas hervían, empezaba a enojarse mientras habría el grifo y lavaba la olla.

"Tus padres incluso odiaban tu cara tanto que no pudieron soportarlo mas y se suicidaron! Con todo gusto me mataría si eso significara no tener que ver la cara de Mr. Bazofia todos los días!" el segundo trabajador rio ruidosamente.

Ichimatsu aventó la olla, temblando de ira, pero no dijo nada.

"Ohhhhhh, alguien esta enojado~" El primero dijo en un tono de burla.

Ichimatsu tiro el trapo en la olla, agarro un cuchillo de la encimera, y corrió de la cocina, sin decir ni una palabra.

Ni si quiera se preocupaban de ir tras él. Y por alguna razón eso hacía que Ichimatsu se molestara más con el mundo entero. Empujo a través de los niños pequeños que se alineaban por los largos y sucios pasillos alfombrados, esperando su desayuno.

Y en cuestión de segundos, se las arregló para pasar más allá de todos, haciendo su camino hacía las dos enormes puertas a la entrada del orfanato.

Jadeando pesadamente, Ichimatsu se agachó, tomando enormes tragos de aire. Ni si quiera se sentía apurado. No había nadie ahí para detenerlo, para gritarle que no se vaya.

"No les importa si estoy vivo o no... así que haré que se preocupen de que estoy vivo..." Ichimatsu pensó demente, riéndose un poco. "Se preocuparan..."

Con el cuchillo todavía en su mano, depravadamente, Ichimatsu pateo las dos enormes puertas abriéndolas, escapando de su prisión, liberándose.

Estaba lloviendo afuera y sin embargo Ichimatsu caminaba casualmente, jugando con el cuchillo.

"Les importara. Les importara. Les importara. Les importara..." Ichimatsu pensó, sonriendo mientras miraba el cuchillo. "No hare que simplemente les importe... Les haré notar quién soy realmente"

Y después de solo 30 minutos de caminata, tropezó con un pueblo cercano.

Una sonrisa astuta se deslizó por su rostro mientras buscaba comerciantes que estuvieran solos.

Inmediatamente, vio justo el perfecto.

Ichimatsu se lamió los labios y apretó su cuchillo mientras se acercaba a la panadería local. Su estómago gruñía y su mente anhelaba la muerte.

Y al final del día, Ichimatsu no sólo se había convertido en un ladrón, sino que también se había convertido en el asesino más buscado.

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*Boohoo:  Utilizado para representar el sonido de alguien llorando ruidosamente.

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