Mi Psicópata Favorito {Vkook}

~Capítulo 2~

Pov's Jungkook

— Ahora vamos con la noticia del día de hoy. Minho, de 36 años a estado desaparecido desde hace 48 horas. Según informa su familia la última llamada que recibieron de él fue el 20 de julio a las 21 horas. Si alguien lo a visto, favor de informar a las autoridades de su paradero –informó la reportera.

— Oh Dios, pobre de su familia... –mencionó mi madre con preocupación.

— Pues si, mamá... –la miré mientras ella se acercaba.

— Espero y lo encuentren sano y salvo –asentí confirmando lo que ella dijo.

Me fui a la cama, bastante agotado. A la mañana siguiente me despedí de mi mamá para ir a la universidad. Este era mi último año y solo me faltaba una semana. Caminé un rato y choqué con alguien. Levanté mi mirada y nós quedamos mirando, demasiado atentos. Debo admitir que era guapo, muy guapo.

— Lo siento... –me miró con seriedad y negó con la cabeza.

— No importa, solo anda con más cuidado, chico... –sonrió de lado y un escalofrío recorrió mi espalda.

— O-ok... –caminé a paso ligero a la universidad, escuchando una risilla.

Me volteé un poco a ver, pero ya no estaba. Tragué grueso y me apure a clase. Primero, biología, al llegar a la clase fui a mi lugar y tome mi libreta para hacer unos apuntes del pizarrón. Por primera vez en mi informe académico llego tarde, joder. Que desgracia tan terrible.

Luego de horas, fui a la biblioteca a por unos libros que necesitaba para un ensayo de biología y el otro de una obra y para el penúltimo día de clases.  Esos profesores se han puesto de acuerdo. Malditos sean. Había llamado a mi madre para informarle que llegaría tarde esta noche. Me pase varias horas en la biblioteca de la escuela y otras adicionales en la central, mire la hora notando que ya eran las 21 horas. Suspiré pesado y pedí los libros que estaba usando en la biblioteca central, prestados. Ya eran otros 2 libros que debía entregar.

Caminé a casa pero mitad de camino, comencé a incomodarme, me sentía observado. Tome mis llaves y rápidamente entre a casa. Que bueno que había llegado, me estaba asustando. Fui a la cocina encontrándome con un plato de galletas, corrí rápidamente hasta el y comí un par de aquellas delicias hechas por mamá. Aun que no me podía dar el lujo de comerlas todas, tenía que guardar para mañana.

Escuche como unas llaves caían al suelo y rápidamente tome mis cosas para ir a mi habitación. Me encerré y temblé un poco, ¿Quien más tiene las llaves de mi casa? ¿Será que mamá salió a por algo? No, ella no sale a estas horas.

Escuche un par de risas escandalosas y escuche la puerta del cuarto de mamá, abrirse con cuidado. Escuche pasos pesados y un fuerte golpe en la madera. Más pasos, rápidos se empezaron a escuchar. Escuche a mi mamá suplicar y otra risa escandalosa. Salí de la habitación con rapidez y me acerqué. Al ver a mamá en el suelo con sus manos en su rostro tratando de protegerse empuje a aquella persona que le quería hacer daño. Rió y se marchó.

A la mañana me fui más apurado a la Universidad. ¿Cómo podría ser posible que llegara tarde una vez más? Al llegar a la clase todos se me quedaron mirando, fui a mi lugar con la cabeza gacha y apunte un par de cosa más del pizarrón. El día se había sido rápidamente, fui a la biblioteca a por unas cosas y ya era tarde. Me dirigí a casa comiendo las galletas que mamá me había hecho el día de ayer. Le avise a mi mama que llegaría, nuevamente tarde. Me desvíe a la biblioteca central y me sentí observado, nuevamente. Un escalofrío se apoderó de mi cuerpo entero y entre a la biblioteca creyendo que estaría más seguro ahí, pero en cambio era lo mismo, recorrí todos los pasillos hasta encontrar un libro de biología que siempre tenía lo que necesitaba. Ayer no lo había encontrado, por desgracia, lo tomé y me volteé llevándome el susto de mi vida, tape mi boca para no pegar un chillido y recogí el libro con cuidado.

— Que coincidencia, chico... – me sonrió de manera algo socarrona.

— S-si... –este hombre me da algo de miedo, pase por un lado suyo y todo parecía ir en cámara lenta.

Nós miramos de reojo y me sonrió de la manera anterior. Sus ojos tenían un destello de malicia y pude imaginar, aquel brillo de color rojo sangre. Sinceramente no se por que. Al salir de aquel pasillo, sentí como todo volvía a la velocidad normal, pedí el libro prestado, luego de entregar uno de los que tenía en mi mochila, ya que tenía toda la información necesitada de ese libro de biología. Me marché de la biblioteca para dirigirme a casa, una terrible brisa fría golpeo contra mi rostro. Levante un poco mi mano dándome cuenta que solo había sido un tontería. Saqué mis llaves de mi bolsillo y entre a casa, bostecé y fui a mi habitación.

Me duche y fui al cuarto de mamá, me acerqué con cuidado para besarle la mejilla y revisé el golpe de su rostro, estaba un poco morado. Al notar eso no pude evitar formar mis puños he irme de ahí. Me recosté mirando el techo y levante mi mano como queriendo alcanzar algo, pude llegar a  ver el rostro de aquel chico de esta tarde y de ayer. El mismo, ayer se veía serio y amable, hoy se veía malicioso.

— Me estoy volviendo loco...  –sonreí y me dormí.