~Capítulo 4~

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Pov's Taehyung

— ¡A-ahh! –gimió de manera ahogada mientras lamía su entrada y lo masturbaba.

Solo han pasado unos minutos, andaba colgando del techo. Le había puesto nuevamente la mordaza, para que no gimiera tanto, pero es algo inútil. Apreté su entrepierna y Jungkook arqueó su espalda, echando su cabeza hacía atras.

— Ba-basta... Ahg... –me separé un poco y le mordí el trasero. – N-no sigas...

Me puse frente a él y lo seguí masturbando, apretando un poco su pene. Gimió y comenzó a retorcerse de placer, me separé un poco, riendo, mirando como temblaba. Me acerqué otra vez y me agaché un poco, para meterme la punta de su intimidad en la boca y lamerla. Lo miré de reojo, viendo que estaba mordiendo la pequeña esfera que tiene en su boca y un pequeño hilo de saliva, que salía de la comisura de sus labios hasta su mentón. Sonreí y metí todo su pene en mi boca haciendo movimientos circulares con mi lengua. Jungkook comenzó a retorcese, y me arrodillé, para que se me hiciera más comodo esto.

— ¡A-ahj! Ngh... –gimió, y negó con la cabeza, rápida y repetidas veces.

— Mgh...? – me separé y lo masturbe un poco, lamiendo la punta de su pene y besandola.

Me quite la camisa, mirando como jadeaba y su apetitoso cuello. Acaricié sus testiculos, metiendo, otra vez su entrepierna en mi boca. Mis ojos se cristalizaron un poco ya que me lo llevé hasta la garganta y me dieron un par de arcadas. Luego comencé con unas pequeñas embestidas. Abracé sus caderas, mirandolo de reojo, con los ojos cristalizados. Me separé un poco y lamí toda la extensión de su intimidad y justo cuando me separo, se corre en mi cara, por lo que me siento en el suelo, sorprendido, con los ojos cerrados y la boca entre abierta.

Reí un poco y relamí mis labios probando aquél, líquido espeso y blanco. Era algo dulce y delicoso, me miré mientras que en mi pecho varios chorros de semen caían hasta mi abdomen, lentamente. Jungkook, jadeaba de manera fuerte y temblaba. Movía sus pies tratando de alcanzar el piso.

— Normalmente no dejo que personas como tu descansen bien. Pero lo vales, Jungkook –lo bajé y recosté en un colchón encadenandolo, para asegurarme de que no trate de escapar. –Buenas noches... -apagué la luz y me fui a duchar, probando antes el semen de mi querido nuevo amigo.

Era la primera vez que hacía eso, pero este chico, despertó en mi una extraña sensación. Me duché y luego me dirigí a mi cama para descansar. Justo cuando me duermo, los rayos del Sol golpean mi rostro, y me volteo quitandome la sabana de encima. Quería seguir durmiendo.

‘Acuérdate de tu amigo...’

‘El quiere escapar...’

‘Detenlo...’

‘Va a escapar...’

‘Te va a entregar...’

‘Te quiere matar!’

‘Matalo primero...’

‘Rápido, rápido, matalo...’

‘Hay que matarlo...’

‘Tenemos que matarlo...’

‘Matalo!!’

— ¡Dejenme, yo lo mato cuando quiera! –mencioné molesto.

‘MATALO!!’

‘TE VA A MATAR!’

‘QUIERE ESCAPAR!!’

‘TE VA A ENTREGAR!’

Me levanté de la cama con la mirada, baja y fui al sotano. Pero antes tomé un cuchillo de la cocina. Me acerqué a él y reí un poco.

— Bien, te voy a liberar –El pecho de Jungkook me anunció que estaba nervioso. Me arrodillé junto a él y lo tomé del cabello, halandolo con fuerza, haciendo que se quejara. –pero quisiera divertirme un rato, antes.

Me senté encima de Jungkook y comenzando a hacerle cortes en los brazos y hombros. Posé levemente el cuchillo en el pecho de Jungkook, mientras lloraba. Formé una rapida y larga línea en el pecho de Jungkook, pero fue tan leve que solo salian pequeñas hileras de sangre. Lo volteé, sentándome en su redondo culo, e hice líneas es su espalda. Dejé el cuchillo de lado ya que aquella sensación bizarra había invadido mi mente, pero sacudí mi cabeza para ir a por un botiquín.

— Lo siento si te asuste –mencioné arrepentido, para curar sus heridas. –Esa no era mi intención, amigo... –sonreí leve y tiernamente.

Al ver las heridas que le cause y que sus lágrimas no cesaban, las traté y lo abracé para mecerlo un poco, con mucho cuidado. Andaba tembloroso, así que le acaricié el cabello, era suevecito.

— Te quitare la mordaza si prometes no gritar, ¿vale? -Mencioné con seriedad. A lo que él asintió, le quité la esfera y la dejé de lado meciendolo un poco.

— P-porfavor... Dé-déjame ir con mi fa-milia... -otra vez esa palabra.

— No, suficiente con quitarte la mordaza... –dije muy serio.

— Ju-ro n-no hablar, p-por fa-vor, déjame ir... –le tomé de las mejillas con fuerza.

— ¿Que acabo de decirte, Jungkook? ¿Acaso no entiendes o te estas volviendo sordo? –el mencionado solo se encogió.

— ¡L-lo siento! –mencionó entre lágrimas y sequé las mismas.

— Oh, cuanto lo siento, pequeño. No llores... –lo mecí otra vez acariciando su cabello. Su labio inferior temblaba, mientras más lágrimas corrían sus mejillas.

El pobre me daba algo de pena, después de todo. Luego de rato lo dejé de lado en el colchón ése.

— Bien, antes de que pases tu vida aqui, tienes que saber unas reglas. ¿Entiendes? –Jungkook asintió, levemente. – 1, cada vez que te hable me contestas. ¿De acuerdo?

— S-si... E-entendido... –sonreí levemente.

— Muy bien, 2, solo comeras una vez al día. 3, nada de gritar o juro que te obligaré decir tus últimas palabras -amenacé.

— E-entendido... –mencionó, asintiendo con la cabeza.

— Buen chico, es hora de comer, entonces –sonreí levemente. –Por cierto, si te portas bien tendrás premio, esa es la regla 4.

— S-si... –sé sentó en el colchón y yo busqué algo para darle de comer.

Al regresar me senté frente a él y le miré seriamente.

— Abre la boca... – hizo caso a mi órden y comencé a alimentar a mi amigo.

Así pasaron unas horas, a veces torturandolo psicológicamente. Amenazandolo por si trata de escapar, cosa que jamás haría. Supongo que cree que tiene mucho por vivir. Pobre de él.

Mi Psicópata Favorito {Vkook}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora