2 de 3

319 34 4
                                    

— ¿Qué haces acá a esta hora? —pregunté de la nada cuando estuve lo suficientemente cerca, por lo que él pegó un saltó y se volteó de inmediato.

— Megan —dijo prácticamente con el corazón en la boca—. ¿Por qué estás acá? Es muy tarde —me miró extrañado. Pude comprobar que estaba mucho más mojado de lo que creía, su cabello ni si quiera tenía forma.

— No me respondiste —dije negando con la cabeza—. Estaba en mi habitación y logré divisarte, eso fue todo —sonreí y me apoyé de lado en la baranda—. Te traje esto —le estiré mi mano con el impermeable—. Póntelo, podrías resfriarte.

— No-no es necesario —negó y yo sacudí la cabeza, sus labios estaban casi azules, lo necesitaba.

— Oh, vamos, estás temblando, acéptalo — insistí y él me lo recibió con media sonrisa.

— Gracias —dijo ya con él puesto, aunque sin abrochárselo, pero no iba a insistir, al menos se había puesto el capuchón.

— ¿Y? ¿Me responderás? —pregunté mirándolo atentamente, no me explicaba por qué antes no le había prestado más atención, era hermoso, aunque sabía que no era un buen momento para pensar en esas cosas.

— No creo que te interese —me respondió un tanto apagado y miró al frente, no lo decía con mala disposición, lo decía como que realmente no me interesara ya que prácticamente nunca hablábamos.

— Vamos, no te habría preguntado si no me interesara —lo animé a continuar, el pobre necesitaba descargarse. Soltó un sonoro suspiro y no despegó su vista del horizonte.

— Hoy iba a salir con mi novia, —comenzó— pero ella por una extraña razón me dijo que no podía. Bastante tarde recordé que Chad me había invitado a su fiesta, así que decidí ir, pero a los minutos de haber llegado la vi con otro tipo —esto último lo dijo con rabia, yo estaba escuchándolo atentamente, aunque ya supiera la mitad de la historia—. La encaré ahí mismo y la dejé, aunque por un lado agradezco lo que hizo, —me miró y pude ver como sus pectorales se marcaban por la tela mojada, sentí morir. Estúpido tequila— yo de todas formas iba a terminar con ella, esto sólo facilitó las cosas, porque sé que, si hubiera sido en otra ocasión, ella no hubiese entendido y seguiría haciendo creer a los demás que seguimos siendo novios —bufó sacudiendo la cabeza. Le encontraba razón, fama de escandalosa tenía, me bastó con presenciar aquella escena.

— Por lo que acabo de escuchar, al menos no te rompió el corazón —alcé las cejas intentando darle ánimos.

— No, en lo absoluto, sólo le tenía cariño, no estaba enamorado ni nada de eso. Me enoja que me haya engañado, que tenga cara para hacer todo lo que hizo, no me extrañaría que llevara un tiempo con ese cabeza de músculo —reí ante su comentario y él relajo un tanto más sus facciones que se habían endurecido.

— Si es así, tómatelo con humor, no le des importancia a una chica que no la merece —hubo un profundo contacto visual, me derretía por dentro, me preguntaba millones de veces por qué no lo había mirado antes, por qué no había dejado que mis ojos se deleitaran de él. Quizás porque no me gustaría que Kevin se fijara en mi hermana.

— Gracias —dijo con una tierna sonrisa—. Tus palabras y tu compañía son de gran ayuda, no pensé que justamente tú podrías estar conmigo en esto —el brillo de sus ojos era tan sublime para los míos.

— De nada, la verdad es que te vi salir de la fiesta un tanto molesto, pero no pensé que llegarías exactamente acá —sonreí.

— ¿Me harías un favor? —preguntó manteniendo su suavidad y asentí—. ¿Me abrazas? Tengo un poco de frío —dijo con dulzura y yo sólo sonreí para abrazarlo pasando mis brazos por su cintura bajo el impermeable, aunque realmente no sabía si estaba más mojado este o su camiseta. A pesar de lo húmedo que estaba, su PH era perfecto, el perfume que usaba se sentía claramente y era delicioso.

Found You On A Rainy Night ➵ Joe Jonas (One Shot)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora