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JONH

Aquí estaba, de nuevo, viendo a ese idota con el cual comparto piso (y que hace no mucho se convirtió en mi... Esposo... Dios, amo como suena eso) para ser exactos en el 221B de Backer Street, en Londres.
Ese maldito idiota que tiene los ojos más hermosos que he visto (la camisa morada le queda de maravilla hoy) aquel que siempre usa una gabardina negra junto con su bufanda azul.
Hablamos de aquella persona que sólo se la pasa presumiendo su inmenso intelecto, que cuando piensa toca el violín sin cesar, a veces durante semanas, aquel que es incapaz de relacionarse con otros humanos, que cuando no quiere hablar se encierra en si mismo.
Hablamos de la persona que se la pasa resolviendo crímenes para alejarse de las drogas, hablamos de el único detective consultor, hablamos de el mismísimo Sherlock Holmes
Hablamos de ese sociopata altamente funcional, aquel que veo todos los días al despertar, aquel que tengo que aguantar cuando está aburrido, aquel que es el único hombre capaz de decir que es el dueño de mi corazón.
Aquel que siempre estuvo para mi, Bueno, casi siempre, esos 2 insufribles años que se fue y me dejó aquí, pensando que había muerto, mi gran error fue creerlo, y buscar a otra persona, mi gran error, encontré un apoyo, encontré un amor, y todo se desmoronó cuando el apareció, de nuevo, me hizo regresar, a aquella vez... Aquel momento en el que dijo "¿Afganistán o Irak?" aquel momento en que todo lo que yo conocía como una vida normal se fue, no puedo imaginar una vida sin él, y los tiempos antes de Backer Street parecen de otra era, de una vida anterior... Cuando el volvió sentí exactamente lo mismo que sentí aquel día en el laboratorio; pero ya era muy tarde, yo había encontrado a la persona correcta, o al menos lo hice durante un tiempo, me volví esposo y después padre, y luego dejé de ser esposo... Aún me persigue su imagen, la culpa.
Recuerdo perfectamente como odié a Sherlock ese día y tiempo después; recuerdo... Como me hundía en un profundo pozo, creía que no había escapatoria, los recuerdos me atormentaban; pero había olvidado que había una persona, no, 2 personas que ahí estarían para mi, Sherlock y mi amada hija, estaban ahí, tenía que luchar, por ambos, y así fue, volví al 221B, volví con él, volví a mi hogar, al lado del más grande hombre que he tenido el gusto de conocer.
Pasó el tiempo y nuestro cariño se volvía un poco distinto, más bien, se volvió más obvio, para nosotros y para todo el mundo en general, nos costó trabajo aceptarlo, más a mi que a él, pero me parece que así es como debía ser, como siempre lo fue, sólo que ahora estábamos conscientes de ello.
No se a ciencia cierta por que escribo esto, bueno, si lo sé, es por que lo estoy viendo, lo estoy escuchando parlotear acerca de algún caso con Rossi y  Haymitch Holmes-Watson, mis niños. (Esa historia es una interesante, la de Haymitch, quiero decir, pero es para otra ocasión).
Sé por que escribo esto, lo escribo por que hoy, justamente hoy desperté y lo vi, vi al hombre más raro e inteligente que conozco, lo vi, a mi lado tan inocente e indefenso, abrazado a mi pecho, lo vi y recordé a aquel hombre capaz de decirte toda tu vida con sólo darte una mirada, ese hombre seguía ahí, pero había dejado ver a otro, otro Sherlock que no conocía, había dejado ver a un hombre entregado a su familia, a su trabajo, a... Mi...
Ese Sherlock, ese que... Amo.

Hey, ya sé, muy cursi, este es un pequeño OneShot de Jonhlock, espero les guste, subiré no tan a menudo pero lo haré.
Bay

Una Vida En El 221B Backer StreetDonde viven las historias. Descúbrelo ahora