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Sherlock

Hola, mi nombre es Sherlock Holmes y escribo esto a petición de John, para contarles acerca de aquella vez en la que trajimos al pequeño Haymitch a casa.
Su nombre completo es William Haymitch Holmes-Watson, usualmente le decimos Will o Haymi (Bueno yo le digo Haymi) y es adoptado, les contaré exactamente que pasó.
Recuerdo perfectamente que un día estaba sentado en mi sillón después de resolver uno de los casos de Lestrade, y me encargaba de organizar mi Palacio mental y de momento llegó John y se acomodó delante mío en su sillón.
Una cuestión rondaba en mi cabeza desde hacía meses, para ser exactos, desde que John y yo empezamos a ser una "Pareja oficial" (como proclamaba todos los periódicos) llevábamos casi tres años siendo un matrimonio, y teníamos a Rosy, la adoraba tanto, pero pensaba que necesitábamos algo que sellara esta relación, pensaba en un niño, no soy bueno con ellos, me es sumamente difícil saber que quieren o que les sucede, pero últimamente he adquirido práctica con Rosy, me gustaría que fuera un niño, nuestro pequeño.
-John, he estado analizando esto durante casi 2 meses, y he llegado a la conclusión de que me gustaría que tu y yo demos otro paso, quiero que adoptamos un bebé- eso es lo que le dije, pero según entiendo sólo llegué a articular un leve
"J-john" lo supe cuando lo escuché decir (con esa voz que ponía cuando estaba cansado, sumamente cansado)
- ¿Que dices cielo?-
-Que... quiero que... Adoptemos a un...-
-¿a un qué? Sherlock-
-A... Un Bebé...- temí que me mirara con cara de asombro y se negara definitivamente, pero en su lugar me hallé a un John que me tomó por la cintura y me dio un beso suave y rápido en los labios, en ese momento me percaté de las pequeñas gotas que recorrían sus ojos, no comprendía del todo cual era la causa, pero me sentí mal, odiaba verlo llorar.
- Ho Sherlock, es fantástico, y estaré gustoso de aceptar- dijo aún llorando pero con una sonrisa en el rostro, me pareció contradictorio, pero creo que era una reacción humana medianamente usual... No lo sé.
-Pensé que sería un paso importante, quiero que tengamos un bebé, uno nuestro, uno al cual creímos desde cero, no es que no quiera a Rosy, pero creo que me gustaría que tuviéramos a nuestro hijo, que llevará tú apellido-
-Ho Sherlock. Si, si, si, si, y simplemente si-
-Excelente, también te quería decir que he conseguido una nueva cabeza y que llegará pronto y quería enseñarle a Rosy como es el cerebro humano- dije con ilusión.
-Ni lo sueñes, y hablando de eso no hemos ido por ella a casa de Mick y Greg-
-¿Se llama Greg?-
-SI- dijo algo enfadado, creo.
Así fuimos a recoger a Rossi, Lestrade dijo que Se había portado bien, y que la esperaba de vuelta para ir a jugar de nuevo, y alguna otra cosa, no lo recuerdo bien.
Llegamos a casa y Rossi estaba agotada, sumamente cansada, se parecía tanto a John que daba algo de miedo.
-Papi, quiero comer una galleta- dijo apenas llegar a casa.
-Mmmm, quizá pueda darte una galleta, pero no le digas a papá John- dije yo algo más bajo de lo usual, ella movió su cabezita arriba y abajo, entonces me encargué de bajar las galletas de chocolate del estante y le di una y ella se metió bajo la mesa a comerla escondida, mientras tanto yo buscaba mis pulgares en el congelador para empezar a hacer el nuevo experimento.
De momento veo a John entrar a la cocina con cara de sueño y pregunta
-Sherl, ¿has visto a Rossi?-
-Wow, realmente eres lento John, Deducelo tú-
-Mira Sherlock, estoy cansado y necesitamos  encontrarla para decirle la notícia, esa que dijiste hoy- me miró con ojos enojados y amenazantes, por lo que sólo señalé sobre la mesa y entendió de inmediato que quería decir y se asomó debajo para sacar a la pequeña de ahí.
-Aquí estas traviesa, no te escondas- dijo cargandola con un sólo brazo.
-Ok papá- dijo bajando la mirada
Posteriormente nos dedicamos a explicarle y preguntarle si le gustaría tener un hermanito, se le iluminaron los ojos mientras decía que si, que ella quería uno. Ya seguros de que no habría problema con ella, John preguntó
-¿Te gustaría que fuera niño o niña?-
- niño, quisiera que fuera mayor que yo, porfi, quiero un hermano mayor-
-... Está bien- dije yo, mi niña quería un hermano grande, lo tendrá
Pasaron exactamente 2 meses cuando John y yo fuimos a un orfanato junto con Mycroft, esto acelerará el proceso, llevamos los documentos y cuando dijeron que no podíamos adoptar, Mi hermano intervino
-Señorita, quiero pensar que usted no está diciendo eso por el echo de que mi hermano y su pareja, el doctor Watson, sean homosexuales, por que si es así, me veré obligado a utilizar todo mi poder en acabar con su carrera-
-¿Quien se cree usted para amenazarme?-
-Nada menos que Mycroft Holmes, el Gobierno británico-
-El señor Holmes, es usted hermano de Sherlock Holmes y su hermano quiere...-
-le pediré de favor que cierre su boca y empieza el trámite de adopción ya mismo, tengo una llamada que atender-
Dos horas después estábamos con todos los papeles en orden y nos acercabamos al área de varones del orfanato.
-Señores Holmes y Watson, aquí están todos los niños, incluidos los bebés, ¿que edad quisiera que tuviera su pequeño?-
-4 años- dijimos John y yo a la vez
-La mayoría no adopta niños tan grandes, adoptan bebés-
-pues es una suerte que no seamos parte de la mayoría- dije yo alzando el cuello de mi gabardina y acomodando mi bufanda.
Comenzamos a caminar por el ala, había muchos niños, la mayoría jugaba con otros niños, pero había uno, un pequeño de cabello oscuro, que se encontraba sentado en su cama con los ojos cerrados y manos juntas, me aproxime a él y antes de que siquiera pudiera abrir la boca él  habló con voz infantil
-Hola, buenas tardes, creo que es obvio que yo sé quien es usted-
-Entonces si sabes quien soy, supongo que has leído los diarios-
-Señor Holmes, tengo 5 años, y crecí aquí, no sé leer-
-Mmm, es algo curioso, dime pequeño amigo ¿Tienes un nombre?-
-No, la mayoría me llama Wim, hablo sólo por las maestras y algunos niños más pequeños-
-Puedo deducir que no tienes muchos amigos- dije yo
-Yo podría decir lo mismo de usted ¿no cree?-
Una sonrisa se asomaba en su rostro aún con los ojos cerrados, ese chico era brillante e insolente.
-Dígame señor Holmes, ¿usted y el doctor Watson buscan un hijo mayor? ¿acaso no es suficiente con su pequeña hija?- habló tratando de provocarme, a mi y al rubio detrás mío al cual le puse una mano en el pecho cuando avanzó un paso.
-Mira Wim, me parece que eres realmente brillante, y opinó que sería una pena tener que desperdiciar ese cerebro tuyo, velo como una oportunidad, podrías venir con nosotros y ser una de las personas más brillantes del planeta-
Dije yo, tratando de convencerlo
-Eso sin olvidar que tendrías una família, quisiéramos que vinieras con nosotros- agregó Jonh
-... Doctor Watson, ahora entiendo por que usted agrada tanto, tiene tacto, y si les soy sincero, me gustaría experimentar tener una família, aceptaré su oferta, bajo una sola condición- dijo aún con los ojos cerrados
-¿y cual sería esa condición?- pregunté, y cuando escuchó mi pregunta abrió sus ojos, dejando ver unos ojos azulado grisáceo, y algo iluminados por la ilusión.
- que me asignaran un nuevo nombre, pensaba en algo con "W" al inicio-
-... ¿Te gusta William?- preguntó John
-... William, Will, funciona bien, ustedes están el libertad de ponerme otro nombre si así lo desean-
-...Será Haymitch- concluí yo
-Okey, esta decidido- habló John -iré a ver a la maestra para comunicárselo-
Y sin más se fue, dejándome con Will.
-Señor Holmes, sé que usted toca el violín, y siempre he querido aprender... ¿Usted me podría enseñar?- preguntó viéndome a los ojos con súplica, y yo me enternecí un poco ante tal gesto.
-si prometes que practicarás todos los días y si lo consigues serás el mejor, si- dije con una sonrisa
-Claro que si, lo prometo- dijo sonriente
En ese momento apareció John junto con una maestra y Mycroft.
-Wim, ¿estas de acuerdo con ir con estos caballeros?- preguntó agachandose para quedar a su altura.
-Me parece que es muy obvio, llevó aquí al menos 4 años, quiero salir- dijo con voz aburrida.
-Es igualito a ti Sherlock- comentó irónicamente Mycroft
-Usted señor, quiero decirle que tiene que dejar las donas, y comenzar a comer verdura, es gordo- dijo mirando a Mycroft de manera inocente. Mientras tanto John y yo nos esforzamos en no soltar una carcajada, mientras la maestra miraba escandalizada al pequeño Will.
-... Eres un niño insolente... Pero, para mi mala fortuna no está en mis manos esta decisión, Doctor Watson, hermanito, los espero afuera, con permiso- y sin más se retiró.
-Bien, caballeros, iniciaremos con el papeleo mientras Wim, prepara sus cosas y se despide-
-Por supuesto- dijo John y yo lo seguí dando un último vistazo a Will, que sacaba una pequeña cantidad de ropa de la cajonera de al lado de su cama.
No pasaron 2 horas y ya estaba el papeleo, y teníamos a Will en el auto que nos prestó mi hermano, e íbamos rumbo a casa.
Al llegar William se acercó a la pared donde estaba dibujada una cara feliz y los disparos, así como un mapa de Londres.
-Es genial, usted lo hizo señor Holmes-
-No me llames señor, soy Sherlock o Papá Sher y a él no le digas doctor, dile John o Papá John y hablanos de tú- 
-Bien, pa Sher y Papá John- dijo señalado a cada uno.
- De acuerdo, William, te presentaré a Rossy, tiene 3 años, así que puede que te quiera dar un abrazo, ¿no te molesta?-
-No, siendo francos, sólo a Serlock y Mycroft les molesta- dijo mientras arqueaba una ceja.
-Jajajaja, de echo si, en fin, le diré a la señora Hudson que traiga a Rossi- y sin más bajó y regresó a los pocos segundos con Ross en brazos y la señora Hudson detrás.
-Rossi, te presento a William, el es tu hermano ahora- dijo John sonriente
Ella no esperó más y fue corriendo a abrazar a Will, quien gustosamente se lo devolvió.
-Me agradas Willi, ¿vamos a jugar?-
-Claro, ¿a que quieres jugar?-
-A los superhéroes o a los detectives-
-Yo soy detective y tu en superhéroe ¿si?-
-SI!!!- Contestó emocionada. Y sin más tomaron rumbo al cuarto de la niña.
-Al parecer se agradan, creo que hicimos buena elección-
-En definitiva si, somos buenos padres- contesté viéndolo sonreír.
Y así fue, William y Ross se acoplaban perfectamente, se llevaban bien. Cuando Will aprendió a leer (justamente 2 semanas, después de su llegada al 221B) le leía siempre, y ella escuchaba con atención.
Cuando Will cumplió 7 años, le enseñé a diseñar un Palacio mental, el pequeño es sumamente brillante, logró memorizar un mapa de Londres en tan sólo media hora, y la tabla periódica completa en 15 minutos.
Y el le enseñó a su hermanita a hacer lo mismo, John aún no está del todo de acuerdo con educarlos así, pero cuando escuchó a Will hacer la deducción de un niño en el parque, acabó aceptando completamente el sistema. Eso y cuando terminó compitiendo contra mi hermano y ganó.
Esos niños son la mejor cosa que me pudo pasar, claramente después de casarme con John Watson, amaba a mi familia, de verdad lo hacía.

Ok, este capítulo es más largo, pero creo que es necesario hacer una narración precisa de lo sucedido, ya que así pienso que lo narraria Sherlock, en fin, creo que ya es todo, Bay chicos

Una Vida En El 221B Backer StreetDonde viven las historias. Descúbrelo ahora