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Al despertar  me di cuenta que era bastante tarde, las clases habían empezado hace tres horas, vi el teléfono, tenía 2 llamadas perdidas, las dos eran de Alejandra, salí un rato de la casa y fui a un viejo parque, había estado hay unas tres veces, el lugar era bastante grande, estaba cerrado por mallas, era puro pasto, en la esquina derecha había un lago, habían bastantes árboles dispersos, habían camino de piedra y bajo los árboles había una banca, me senté cerca del lago y lo mire, recuerdo que la primera vez que vine fue porque había mucha gente dentro del parque y además había bastante ruido además de que estaba aburrido sólo era el cumpleaños de la ciudad, la vi por primera vez, no se veía especial, pero ella tenía un brillo especial, algo que todavía no se que es pero se que eso la hace diferente, no única, sólo diferente, Francisca es diferente, quisiera saber qué hizo que mis ojos se dieran cuenta de eso, tal vez fuera esa forma tan extraña y demostrativa de moverse, como si no le temiera a nada, se mostraba tal y como era, no ocultaba nada. Me acosté cerca del lago y mire las nubes, son tan hermosas y libres, las envidio, quisiera poder estar como ellas, estar tirado y sólo flotar así, sin que nada me preocupará ni el bien, ni el mal, ni las pruebas, ni las amistades, me gustaría que la vida fuera tan simple como la de una nube, nacer, flotar y ser movida por el aire y por último morir a través de una lluvia.
Recordé a Angélica, la chica que más me ha odiado en este mundo, la entiendo completamente, si alguien fuera indirectamente culpable de lo que le paso a su primo yo también tendría todo ese odio, exepto que hay fue la única vez que no desaparecí del mapa, a ella debió dolerle que no muriera, desde ese día empeze a escapar de todo lugar donde hubiera algún problema a algunas personas les digo simplemente que me gusta viajar, que sólo soy un viajero que desea darle la vuelta a todo el mundo y he ir a cada país del mundo, es un buen sueño a que admitirlo, pero no es el mío, el mío en un principio era la paz mundial, pero al verlos morir por esas llamas imparables, fue horrible, desde ese día deje de seguir ese sueño, han pasado años y aún no olvido sus muertes, lo peor es que no pude hace nada, desde ese día me propuse que mi mayor misión era proteger a mis amigos a como de lugar.
Luego pasé a buscar a los muchachos a la escuela, al parecer sabrían que vendría a por ellos, probablemente lo asumieron, al llegar, Alejandra me abrazo y luego me dio un montón de puñetazos.
Juan dijo: ¿vamos a la cafetería de la otra vez?
Todos aceptaron, pero Francisca le dijo a Juan que no se metiera con ninguna de las chicas de cafetería o sino le iría peor que a mí, Juan acepto, pero pidió hablar conmigo detrás, ellas que fueran adelante.
Juan dijo: no vuelvas a hacer eso sin avisarle a nadie, porfavor.
Le dije: está bien ¿pero porque?
El dijo: por Alejandra, ella estaba realmente preocupada, supongo que lo notaste, ella creía que te había pasado algo.
Le dije: debería de entender que yo no soy muy responsable, además podía venir a verme cuando se acabará la escuela.
El dijo: ella pensó que tu habías vuelto a escapar, creía que había hecho algo que te dio miedo y por lo tanto decidiste escapar una vez más.
Al llegar a la cafetería todos pedimos lo mismo que la otra ocasión, pero esta vez nos atendió una chica diferente, Alejandra pregunto por Almendra, la persona que nos atendió dijo que acaba de terminar su turno, Alejandra le pidió que le dijera a Almendra que cuando se cambiara viniera a nuestra mesa, Almendra venía con nuestras cosas y algo que ella pidió.
Almendra dijo: Francisca, espero que no te moleste mi presencia.
Francisca dijo: no me importa, de todos modos eres su prima, aunque alguien debería preocuparse.
Almendra dijo: ¿como es posible que alguien de este grupo le interese?
Francisca dijo: por favor, eres la más hermosa de nosotras 3, cualquier chico se fijaría en ti.
Juan dijo: ella tiene razón, eres excesivamente hermosa, pero te falta grasa, eso hace que bastantes chicos miren a otras chicas.
Almendra dijo: Alejandra, Nicolás ustedes dos también opinen o acaso tienen miedo.
Alejandra dijo: tu eres realmente hermosa, la más hermosa de toda la ciudad sin lugar a dudas, cualquier chico estaría dispuesto a cualquier cosa por ser tú novia por una vez.
Le dije: si seguro, eres realmente hermosa, pero a tu cuerpo le falta grasa para que se desarrolle en lo que tú ya deberías saber.
Almendra dijo: aunque tengas razón, eso dolió, además no es mi culpa, es la culpa de mi cuerpo por no permitirme engordar.
Alejandra dijo: quisiera poder hacer eso. - después me dio un puñetazo en la cabeza, yo me quejé, pero lo entendí.
Almendra dijo: no me importa, yo se quien soy y se quien me gusta, eso es lo más importante.
Le dije: joder, eso me gusta, una chica segura es muy hermoso, es muy interesante y difícil.
Francisca dijo: acaso consideras a las chicas unos juegos.
Le dije: no a las chicas, el amor es un juego dentro de un juego llamado vida. - Almendra me dio un puñetazo en la cabeza y ese realmente me  dolió, se sintió que eso le afectó y mucho, es como si le hubiera dolido, Francisca y Alejandra le aplaudieron, les perdí perdón, pero les dije que eso realmente pensaba, Juan paro la cosa diciendo que ellos ya me conocían y que probablemente es una mentira o quizá sólo sea verdad.
Alejandra dijo: nunca vuelvas a decir que el amor es un juego.
Almendra dijo: eso no importa tanto, lo importante es que consideres la vida un juego. - volvimos a pedir unos cafés y unas galletas.
Le dije: ¿por que te importa tanto eso? Ni que fuera tu novio.
Francisca dijo: por que somos tus amigos idiota, por eso nos preocupa que consideres la vida sólo un juego.
Les dije: pero si la vida es una sola y es tan delicada, es sin lugar a dudas un juego. - los cafés y las galletas llegaron, Juan se acerco la bandeja hacia si mismo.
Juan dijo: si nadie va a tomar los cafés o las galletas me las quedaré.
Todos agarramos nuestras bebidas calientes y empezamos a comer galletas, al salir Juan y Francisca se fueron adelante, yo y Almendra al medio y al final estaba Alejandra.
Almendra pregunto:¿porque escaparías está vez?
Le dije: no se, por que le hicieran daño a ustedes.
Almendra dijo: por que escaparías si nos hicieran daño.
Le dije: por que si me quedo algo malo pasará.
Almendra dijo: espero que no te moleste lo que te voy a decir, estas bastante sexy.
Le dije: gracias, tu eres la chica más hermosa que conozco.
Almendra dijo: más que Vanessa, recuerdo que por ella estuviste dispuesto a morir.
Le dije: si, eres más hermosa que Angélica, ella es hermosa tanto de dentro como por fuera, ella es especial. - Almendra  me beso en la boca, se sintió extraño no como el beso de Alejandra, este era menos efectivo.
Almendra dijo: lo siento si te molestó, pero necesitaba hacerlo, necesitaba saber cómo eran los labios de Trago, el legendario escapista.
Alejandra lo quito de mi lado y la tiró hacia atrás, me pego en el estómago, luego dijo: no que le tenías miedo al contacto por que hacía el sentimiento.
Le dije: eso es cierto, pero tengo miedo del contacto contigo, tu fuiste la única persona que me ha quitado la armadura a mi, Nicolás.
Luego ella empezó a caminar más rápido, Almendra grito, tanto yo como Francisca y Juan miramos para atrás, ellos se les veía una cara de susto nunca antes vista, Alejandra seguía caminando, ella estaba siendo sujetada por un ladrón este dijo que le diéramos nuestro dinero.
Le dije: señor suelta a mi amiga y no saldrás herido. - Alejandra paro de caminar y miro para atrás, su rostro mostraba un gran miedo a través de sus pupilas.
Este dijo: si claro me atacaras a pesar de que tengo a tu amiga asujetada de la garganta y que la puse frente a mi para que no me pudieras hacer daño. - acto seguido le di una patada en la espalda, este soltó a Almendra, su corazón latía tan fuerte que sentía que se como si se le fuera a salir, además por sus mejillas corrían lágrimas, las pude sentir pues en mis manos, supongo que fue su reacción tras algo tan impactante acción que le había ocurrido, supongo que fue la respuesta de su cuerpo, la fui a dejar a brazos de Francisca y Juan, el me estaba apuntado con una pistola.
Fui hacia donde el, olía a drogas y le pregunte:¿para que querías nuestro dinero?
El dijo: para que más, para drogas, es lo único que vale la pena.
Le dije: bueno en ese caso no te puedo ayudar. - tomo su pistola y se la pongo en la frente, luego me doy cuenta del error que había cometido les ofrezco a los demás el honor de matar a ese maldito, nadie acepto así que, por lo tanto, me lo llevé a donde la policía, después de entregarlo, los lleve a todos en un taxi a su casa.

ella lo hizo despertarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora