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A pasado una semana desde que salimos a las piscinas, yo había ido fuera de la ciudad por cosas poco importantes, al llegar a la ciudad me fijé que tenía una llamada perdida de Juan, esa llamada era de hace poco tiempo, aproximadamente 15 minutos, devolví el llamado.
Juan dijo: hola Nicolás.
Le dije: hola Juan, ¿para que me llamabas?
Juan dijo: para invitarte a dar una vuelta al bosque que está fuera de la ciudad, al que me dijiste que fuiste a entrenar con Krishna.
Le dije: okey, iré, ¿donde debo pasar a buscarlos?
El dijo: no nos iremos en auto, pensamos que lo mejor sería que nos fuéramos de dos en bicicleta.
Le dije: bueno, si eso desean ¿a quien debo llevar?
El dijo: a Alejandra como siempre, ella ya nos los contó que siempre que se cruzaban la llevabas.
Le dije: se demoró bastante, ¿Almendra se irá sola?
El dijo: sí, quizá se acerque a ti para hablarte.
Le dije: supongo que debo pasar a buscar a Alejandra.
El dijo: si y de paso podrías pasar a buscar unas cosas que hay por hay, ella te llevará a donde buscarlas.
Le dije: okey, ¿donde nos juntaremos?
El dijo: en la casa de Francisca.
Me di una ducha, me vestí y luego me fui a buscar a Alejandra, ella me estaba esperando, se veía tan hermosa con su polera manga corta y su polera rosada, ella me abrazo y me beso en la mejilla.
Alejandra dijo: te extrañe tanto.
Le dije: pero si solo paso una semana, no es tanto, además tenías a los demás.
Alejandra dijo: ¿y eso que ellos no se comparan a ti?
Le dije: ¿enserio? ellos estarán siempre contigo mientras tanto yo si tengo que escapar, escaparé sin dudar.
Ella dijo: yo no creería eso de ti, tu siempre acompañas aunque estés muy cansado.
Le dije: ¿para donde debemos ir a buscar algo?
Ella dijo: sigue derecho, yo te digo donde pares.
Le dije: está bien. - ya se que no era lo más correcto para la conversación en ese momento, pero me sentía incómodo, era como si algo me recorriera la espalda y con cada palabra de confianza que me daba más se me acercaba al cuello, sentía miedo que llegará al cuello y me estrangulara. Nos demoramos 3 minutos en llegar allí, ella tocó mis hombros y me susurro al oído: empieza a detenerte. - me sentí extraño, me dio un pequeño escalofrío.
Le dije: okey. - fui parando poco a poco, al llegar me quede afuera.
ella al salir me dijo: ven ayudarme, que de algo han de servirte esos músculos gigantes de tus brazos y piernas aparte de jugar Basqutball y pedalear.
Le dije: está bien, señorita debiluchenta.
Ella dijo: no soy débil sólo soy una chica y los chicos fueron hechos para cargar cosas.
Mientras lo tomaba le dije: okey usted gana, ¿pero donde lo llevaremos?
Ella dijo: en ese cooler, la señora nos lo prestó.
Le dije: está bien, pero usted lo cuida.
Ella dijo: está bien, pero tendrás que estar un tiempo conmigo en el bosque, no simplemente estar durmiendo o  entrenado con Juan si quiere.
Le dije: está bien ¿quien está de cumpleaños?
Ella dijo: Almendra.
Le dije: asumo que tanto Juan como Francisca llevarán las demás cosas.
Ella dijo: si, espero que no se les olvide y no solo estén de novios.
Luego de esa conversación nos fuimos a juntar a casa de Francisca y como supuse Almendra no estaba allí.
Francisca dijo: no busques tanto a Almendra, ya la mandamos al bosque.
Le dije: okey, pero ¿como van a cortar la torta?
Juan dijo: llevamos platos y otras cosas para cortar la torta.
Le dije: okey.
Los 4 nos fuimos el camino se hizo corto pues fuimos cantando y hablando de varias idioteces, eso siempre ocurría pero lo que más me sorprende es que hubiera tanta diferencia entre ellos y yo, su mentes eran demasiado puras en comparación a mi, ellos tiene suerte de tener tal ignorancia, yo daría lo que fuera por ignorar tantas cosas como ellos, se nota demasiado la diferencia entre el primer yo y el actual yo, al llegar Almendra nos  regañó y nos preguntó por Alejandra, ella estaba detrás escondiendo las cosas, le dijimos que ella se encontraba mal.
Almendra me dijo: en ese caso nada nos molestara mi querido amante.
Le dije: o claro que nada nos estorbara. - Francisca y Juan se reían.
Caminamos con nuestras bicicleta hasta llegar al río, allí nos sentamos, yo me acosté y derribe a Almendra de paso, ella se paró, luego se tiró al pasto pues según dijo quería ver las nubes, ella se quedó dormido, en ese momento apareció Alejandra, despertamos a Almendra y ella se emocionó al darse cuenta de lo que ocurría o así parecía, pues se puso a llorar y dar la gracias, ella nos abrazo a todos y parecía como si no lo viera venir, luego de eso ella partió la torta y nos dio a todos, luego dijo: Nicolás tu no me diste regalo así que me tendrás que dar una noche de placer.
Le dijo: eso es ilegal, por lo tanto, no es correcto.
Juan dijo: hombre, lo correcto no es lo que dice la ley si no que lo que dice tu corazón.
Alejandra dijo: eso significa que tu ya lo has hecho.
Francisca dijo: creí que tu primera vez iba a ser conmigo, eres tan cruel. - ella hacia señas como si le doliera hasta el corazón, todos nos reímos, Almendra me llevo a un lugar lejano y me mostró a dos ciervos, ellos se veían asustados.
Ella dijo: podrías hacer que se tranquilicen al igual que lo hiciste con los perros junto a Krishna.
Le dije: está bien, ponte detrás de mí y tranquilizante. - cerré los ojos y puse mis manos hacia delante, pude ver todo lo que ellos dos habían sufrido, poco a poco empecé a trasmitirle mis ondas tranquilizadoras, ellos después de eso salieron caminado delante de mi.
Almendra dijo: ¿como hiciste eso?
Le dije: no se, sólo se que este bosque es mágico, que puede sacar lo mejor de cada persona, la habilidad única que hay oculta en cada persona y eso lo sé desde que me acosté por primera vez en mi vida en el suelo de este legendario bosque.
Ella se los dijo a todos los muchachos, todos se asombraron, luego de acostarme un rato me habló Alejandra, ella me llevo a un lugar muy lejano, ella estaba nerviosa, se le nota en su forma de mirar, en su forma de actuar y por que estaba tiritando como si fuera el invierno más frío.
Ella se me declaro, yo sentí un gran miedo, no podía dejar de pensar que se podría volver a cumplir la profecía, yo me fui a montar a mi bicicleta, me fui a la ciudad lo mas rápido posible, al llegar fui a comprar un boleto para un vuelo, me fui a crear una cuenta secreta para meter todo el dinero para cuando lo necesitara, necesitaba pensar, me encerré en mi cuarto, me llagaron unos mensajes de Juan y de Krishna, a Krishna le pedí que ella me informara de todo lo ocurrido en la ciudad, ella al principio se negó pero luego lo aceptó, luego le dije a Juan que si necesitaban ayuda se lo dijera a Krishna, que ella iba a ser el medio de comunicación entre ellos y yo, luego me subí al avión, ese avión iba hacia la primera parte que escapé.

ella lo hizo despertarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora