Extra: La fiesta de Adrien

719 108 63
                                    


-La fiesta de Adrien-

-¡¿Es en serio?! -gritó Adrien, emocionado.

-¿Acaso alguna vez he bromeado contigo, Adrien? -le respondió Gabriel.

-No, claro que no. Sólo... me sorprediste, eso es todo.

-Bien -dijo el hombre saliendo de allí a la vez que entraba su secretaria. Esperen... ¿Nathalie estaba ahí? Qué sigilosa-. Nathalie te dará todas las idicaciones, ¿de acuerdo?

Y sin ni siquiera esperar una respuesta, salió.

-Aquí está todo -dijo la secretaria entregándole a Adrien un portafolio. Al igual que su padre, se fue sin más.

Plagg apareció.

-Dime que acabas de ver lo que yo acabo de ver -dijo el kwami.

-Pregunto lo mismo. ¡Es increíble! ¡Plagg, daré una fiesta! ¡Sí, sí, sí!

Adrien comenzó a dar saltitos cual niño emocionado, tirando los papeles que Nathalie le dio.

-¡Invitaré a toda mi clase! -decía el rubio- No... ¡a toda la escuela! ¡Oh, no, no, ya sé! ¡Toda París está invitada! ¿Qué dices, Plagg? ¿Plagg?

-Yo no digo nada -habló el gato-. Pero lo que sí, aquí dice que "sólo está permitida la asistencia de hasta 20 individuos" -leyó el papel.

Adrien sonrió apenado. -Deberé leer las reglas primero, ¿no?

~.~.~.~.~

Al día siguiente, Adrien repartió unas tarjetas a sus compañeros del aula.

Mylene. Ivan. Alix.

Nathalie le había pedido que vaya armando con anticipación la lista de invitados, pero Adrien ya se había adelantado. La asistente se encargó de mandarlas a hacer.

Kim. Max. Rose.

Pidió permiso a la maestra para pasar por los bancos. Bustier aceptó sólo por el hecho de que se trataba de Agreste, porque sinceramente, los celos la estaban matando. Sí; ella también quería ser invitada.

¿Sabrina y Chloe? No le quedaba otra opción. Siguió pasando.

Nathanaël... bueno, era un caso. No le agradaba mucho, pero lo invitó de todas formas. Juleka. Lila, quien estaba más callada que antes.

Alya. Nino.

Marinette, Marinette, Marinette.

Desde que como Chat se habían empezado a acercar, no la podía sacar de su cabeza. Al principio creía que era sólo por amistad, pero quién diría que al final se convenció que era por algo mucho más que eso.

Marinette le sonrió encantada, y se guardó la tarjeta con sumo cuidado.

-¿Terminó de repartir, Adrien? -preguntó la maestra a regañadientes.

-Sí, Madame -respondió sentándose en su banco.

-¿Está seguro de que no va a invitar a nadie más? -probó con otra indirecta.

Estaciones de un año, gatito -. [Miraculous]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora