Capítulo 10.

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(Editado)

Harry durmió sorprendentemente bien a lo largo de la noche, considerando que había un criminal en su cama. Sexo y medicinas generalmente lo noqueaban de todos modos, pero estuvo casi cómodo por el hecho de que su cama no fuera tan… amplia. Casi le gustaba tener otro cuerpo cálido arropado a su lado. Sin embargo, cuando se despertó, el cálido cuerpo no estaba ahí. Momentáneamente entró en pánico, porque estaba dejando a un ladrón vagar por su casa libremente, pero después notó que podía oír la familiar voz de Louis cantando en la cocina.

 Antes de poder decidir si valía la pena levantarse, pudo oír a Louis, quien ya no estaba cantando más, haciendo su camino por el pasillo. El chico mayor ojeó dentro de la habitación, su cabello revuelto en una manera que Harry encontraba entrañable, y sonrió cuando vio que Harry estaba despierto. “Buenos días, agente.”

 “¿Qué estás haciendo fuera de la cama?” Harry arqueó una ceja. “¿Cómo se supone que voy a vigilarte si no estás en mi cama?”

 “Solo no sabía si estarías bien con la cosa de levantarte al lado de un criminal después de haberlo vuelto loco la noche anterior.” Louis se encogió de hombros “Y no puedo exactamente hacer la caminata de la vergüenza hasta mi vehículo porque no tengo uno y estoy en… arresto domiciliario, por así decirlo. Entonces decidí hacerte el desayuno. Tienes té y medicinas a tu lado. El té no debería estar frío todavía, pero te puedo hacer más si quieres.”

 Harry examinó al ladrón completamente mientras divagaba, preguntándose que en la tierra poseyó a alguien tan suave como Louis para ser un criminal. Pero en su lugar, sacudió su cabeza para aclarar sus pensamientos y señalar la cama “Entra.”

 “Bueno, estoy haciendo algunas tostadas con queso, así que…”

 El agente suspiró, pero asintió “Después entonces. Y para que lo sepas, generalmente después de haber vuelto loco a alguien, prefiero despertarme y abrazarlo en la mañana.”

 “Tomaré nota.”

 Harry se movió para sentarse, quejándose mientras su pecho gritaba con dolor. Louis automáticamente caminó más cerca, su rostro con preocupación, pero Harry rodó sus ojos. “Estoy bien. Solo vuelve a hacer el desayuno. No quemes mi cocina… o a ti.”

 El chico mayor lucía vacilante, pero dejó la habitación como Harry le pidió. Harry tomó las medicinas que Louis le había dejado para él, usando el té para ayudarlas a bajar y descubriendo que estaba agradablemente caliente. Era lindo tener a Louis alrededor. Era servicial, sorprendentemente simpático y no estaba tan solitaria la casa. Sumado que el sexo con Louis había sido… fantásticamente alucinante. Pero no podía apegarse a esas cosas, porque el miércoles tendría que decirles adiós a todas ellas.

 Escuchó a Louis gritar desde la cocina, y antes de que pudiera siquiera preguntar, Louis dijo “Estamos bien, todavía. Se me calló la espátula.”

 “Eres algo idiota” Harry dijo de vuelta, y escuchó a Louis riendo en voz alta. “Pensé que los ladrones se suponía que serían ¿elegantes y tranquilos?”

 Louis no respondió, y la cocina estuvo en silencio excepto por el sonido de los platos tintineando. Estaba casi asustado de haber ofendido a Louis, y su miedo solo crecía mientras la cocina quedaba completamente en silencio. La única cosa que se lo ocurrió hacer es ir a disculparse por si había ofendido al hombre mayor, pero primero tenía que realizar la difícil tarea de pararse. Empujó las mantas fuera de sí mismo, gruñendo por el dolor del cual las medicinas no se habían hecho cargo aún, pero hubo de repente una mano tocando sus bíceps y un plato siendo deslizado sobre su regazo. “No te levantes.”

"Wanted Most" Español. -Larry Stylinson AU- (En proceso y edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora