Mi extraño y yo (Kurt Cobain).

Libertad.

Capítulo 2.

Me quede perpleja mirándome al espejo admirando cada una de mis facciones, mientras lo tocaba ese cristal, escuche que entraron a la habitación y era aquel hombre de bata blanca.

-Tengo noticias, mañana te daremos de alta pero tendrás que asistir a los estudio que te realizaremos la próxima semana –dijo el doctor saliendo de la habitación.

-Qué bien ya podrás salir de esta cárcel, Angie –dijo con una tierna sonrisa mostrándome sus hoyuelos sin dejar de mirarme.

-Sí, me muero de ganas por salir de aquí.

Después de que dije eso me recosté en la cama y Kurt fue por algo de comida a la cafetería, y note que había un control, así que lo agarre y apreté el botón rojo, y se encendió una caja cuadrada, al parecer era un programa de entrevistas, no pude creer lo que estaba viendo era Kurt con otros 2 chicos, uno de cabello negro con ojos verdes alto y el otro mucho más bajo que el primero con cabello castaño, en eso alguien apago esa caja rara y era Kurt.

-Angie, por favor no vuelvas a hacer eso –dijo molesto.

-¿Por qué lo dices? –dije confundida.

-Por nada sólo no lo vuelvas a hacer, aquí está tu comida –dijo tratando de sonreírme.

Me pasó una bandeja y me puse a comer tratando de ignorar lo que pasó, después de comer coloque la bandeja en la mesita de noche y me levante para admirar la vista de la ventana, hasta que todo estaba obscuro y admiraba esa luz que iluminaba mi ventana.

-Angie…

-¿Qué pasó?

-Ya es hora de dormir –dijo Kurt.

Me levanté de la silla y me recosté en la cama, mientras que Kurt se acomodó en una silla qué estaba en la habitación.

-Buenas noches –dijo Kurt apagando la luz.

-Hasta mañana descansa –dije acomodándome.

Al día siguiente me levanté y lo primero que hice fue mirar a la silla de Kurt lo cual él no se encontraba ahí, me pare de la cama y comencé a buscarlo por toda la habitación y nada.

-Tranquila, aquí estoy –dijo Kurt con una sonrisa y tenía una bolsa en la mano.

-Me asustaste.

-Toma –dijo dándome el bolso.- ponte esto ya nos vamos, por cierto cuando salgamos si te preguntan las personas algo, no les respondas.

Él se salió de la habitación y me comencé a vestir, tenía puesta una blusa de tirantes negra con una chaqueta, pantalón de mezquilla y unas botas negras, rápidamente salí de esa habitación y en el pasillo estaba Kurt.

-No estés nerviosa, ponte estos lentes –dijo colocándome unos lentes blancos de sol y agarrándome la mano.

Cuando salimos de esa puerta habían muchas personas, no podía distinguir nada por el flash de las cámaras y comenzaron a preguntarme tonterías, ¿Kurt y tú son algo? ¿Cuál es tú relación con Kurt? ¿Cómo te llamas? ¿Cómo conociste a Kurt? ¿Sientes algo por Kurt? etc. Kurt me llevo a su carro, me abrió la puerta y él se sentó en el asiento del piloto mientras manejaba, parecía molesto.