Mi extraño y yo (Kurt Cobain).

Una promesa.

Capítulo 4.

En todo el camino no dijimos ni una sola palabra.

-Llegamos –dijo abriéndome la puerta.

Me paré y estábamos en frente de una casa no tan grande pero parecía acogedora, Kurt abrió la puerta de esa casa.

-Vamos, entra –dijo con una tierna sonrisa.- siéntate como en casa.

-¡MIERDA KRIST DAME MIS PUTAS BAQUETAS! –dijo un chico castaño saliendo del comedor.

-¡COÑO YO NO LOS TENGO, PREGUNTALE AL IDIOTA DE KURT! –dijo bajando las escaleras un chico alto de cabello negro con ojos verdes, parecía vagabundo.

-¡NO SEAN GROSEROS!, tenemos visitas –dijo Kurt con una sonrisa.

Rápidamente esos dos chicos tienen la mirada en mí, como si fuera un bicho raro.

-Perdón por nuestro comportamiento –dijo el castaño.- ¿Cuál es su nombre?

-Su nombre es Angie, y desde ahora vivirá con nosotros por un largo tiempo –dijo Kurt yendo a la cocina.

-Mí nombre es Krist –dijo el chico alto dándome la mano le respondí.

-Angie –dije sonriendo.

-El mío es Dave –dijo amablemente.

-¿Qué quieren comer? –gritó Kurt desde la cocina.

-¡PIZZAAAAA! –gritaron Krist y Dave mientras ambos corrían a la sala.

Yo me senté en el sillón de la sala y al momento de prender esa caja rara apareció un programa de chismes, era una grabación de Kurt y yo saliendo del hospital, había una vos narrando:

‘’HOY EN LA MAÑANA SE ENCONTRÓ A KURT COBAIN CANTANTE DE LA BANDA EXITOSA NIRVANA SALIENDO DEL HOSPITAL AGARRADO DE LA MANO CON UNA CHICA MISTERIOSA, ¿SERÁ QUÉ TENGAMOS UN NUEVO AMOR?, ¿CÓMO REACCIONARÁN LAS FANATICAS DE NIRVANA? ¿ACASO KURT SERÁ PADRE? QUEDESE SINTONISANDO NUESTRO CANAL PARA SABER MÁS NOTICIAS’’.

Hubo un silencio en toda la casa y Dave apago esa caja, mientras que Kurt salía de la cocina.

-Mierda –dijo Krist.

-¿Ahora qué hacemos?, estamos en problemas, ¿Cómo reaccionará la prensa? –dijo Dave angustiado.

-Relájense, mañana hablaremos con nuestro representante –dijo Kurt sin preocupación.

Después de media hora llego un repartidor entregándonos las Pizzas y comimos, luego Kurt me mostró en donde se encontraba mi habitación, pasamos la tarde viendo películas y ellos a cada rato decían estupideces, eso era muy divertido.

Pasó el tiempo muy raído y llego la noche, Dave y Krist se fueron a dormir, me quede sola con Kurt recogiendo la sala, ya que Dave hizo una guerra de palomitas con Krist.

-Esos idiotas nunca limpiaron su desastre –dijo Kurt sonriendo sin dejar de mirarme.

-Aún que debo admitir que fue chistoso como se calló la palomita en el ojo de Dave.

Después de recoger me despedí de Kurt y me fui a dormir a mi habitación, me quede profundamente dormida, me levantó un sonido que provenía de la cocina así que baje silenciosamente las escaleras, agarre un bate y rápidamente entro a la cocina y prendo la luz, no pude creer lo que estaba viendo era Kurt tirado en el suelo, olía fuertemente a alcohol y tenía los ojos dilatados, había una jeringa alado suyo tirada.

-Kurt levántate, ¿Por qué haces esto? –dije asustada llorando tratando de levantarlo.

No me contesto, lo levanté del suelo y lo subí a las escaleras tambaleándose de mi hombro, y susurraba estupideces, lo lleve a su cuarto y lo recosté en la cama.

-Angie…

-¿Qué paso?

-Prométeme que nunca me dejarás –dijo agarrando mi mano.- por favor.

-No lo haré, te lo prometo.

-¿Te puedes quedar a dormir?

-Bueno, está bien.

Me recosté alado suyo y él me estaba abrazando, sin darme cuenta me quede dormida.