Entre la espada y la pared

Ten cuidado

Son las 21:23  Carlos y Raúl ya habían cenado, sus padres se habían ido a cenar a un restaurante muy famoso de la zona. De repente Carlos se levanta y se va a la cocina, resulta que le está llamando un amigo suyo.
-¡Carlos! Vente al descampado a jugar un rato, es que me aburro y no tengo nada que hacer y pues tenía pensado llamarte para haber si podías venir a jugar.

-Bufff, Iván no creo que me dejen, mira la hora que es de aquí nada me voy a la cama que mañana a las siete me tengo que levantar a ir al instituto. Lo más seguro es que no me dejen.

-Almenos preguntaselo a tu hermano haber si te deja. (mirando de convencerle)

-Venga vale, pero ya te digo que lo más seguro es que sea un no.

-Tu almenos inténtalo haber que te dicen(Él  no sabía que sus padres no estaban)

-Vale venga, te silencio un momento cuando acabe te digo.

-¡Vale!(emocionado)

Se va a su hermano y le pregunta sobre el plan de Iván:

-Raúl.

-¿Qué ?

-Dice mi amigo Iván haber si podemos ir al descampado a jugar un rato. Sólo será un rato, ¿me dejas por favor? Si no te fias vente tu también.

-¡Carlos, pero tú has visto que hora es! ¿Te parece normal?

-Sólo es ir a jugar, no es nada malo como si me fuese a morir.

-¡He dicho que NO! Además no es lo que vayas a hacer es lo que te puede pasar, ¿Tú  sabes la gente que hay a estas horas allí ? Vete tu a saber lo que te pueden hacer, piensa también que mañana hay instituto y también que nuestros padres No están aquí para vigilarnos. Tu imagínate que vas y surge alguna desgracia y tengo que llamar a papá y a mamá, ¿Eres consciente de la bronca que me llevaría si eso pasara?, ¿A ti te gustaría recibir una llamada de tu hijo que su hermano ha tenido una desgracia? Ellos nos han dejado aquí solos con toda su confianza.

-Bueno, vale.

Carlos un poco cabreado, se fue a la cocina para hablar con Iván:

-¿Iván ?

-¡Ya era hora hombre, estaba apunto de colgarte, ya no podía esperar más mi paciencia se agotaba!

-Como ya te he dicho, es un no mi hermano tiene razón no sabemos lo que nos puede pasar.

-Pero venga, ¿que nos puede  pasar? Si sólo vamos a jugar.

-Pero...

Inmediatamente Iván le interrumpe:

-Mira hacemos una cosa cuando tu hermano se vaya a dormir, te vistes y quedamos en el descampado.

-Venga, vale.

-Vale, pero acuérdate de avisarme cuando estés en el descampado.

-Vale.

-Adiós.

-Adiós.